Con una sonrisa abierta Yuen Socarrás me saludó a través de Messenger la noche del pasado miércoles. Y le sobraban razones. Acababa de agenciarse su segunda victoria con su nuevo club Pericos de Puebla 5-3 vs. Águilas de Veracruz, en la Liga Profesional Mexicana.
Y dijo un ¡coño! que le salió del alma. “Me siento súper bien, este era un juego súper importante porque le ganábamos la segunda subserie al mismo equipo con el que jugamos la semana anterior. Estoy lanzando con la misma rotación que tengo allá, cada cinco días, porque estábamos apretados para la clasificación. Tras los seis primeros innings, me pidieron que lanzara a un bateador más, un inning más; dije que sí, por supuesto, y ahí fue donde me dieron el hit, el jonrón, pero lo importante es que el equipo obtuvo la victoria”.
Socarras lanzó seis sólidas entradas como abridor y colgó seis ceros sucesivos; ya a la altura del séptimo le anotaron las dos carreras. En total permitió cinco hits y regaló un boleto y ponchó a cinco para llevar su efectividad a 3.38.
“De las tres salidas esta es la que mejor en que me he sentido, el control estaba sumamente bueno. Esta es una liga sumamente fuerte, está por encima de la nuestra por mucho y creo que tienes que ir cambiando el pitcheo según van pasando los innings, no te puedes aferrar a un lanzamiento o una zona porque los bateadores hacen los ajustes rápido y ahí es donde uno puede fracasar. Conjuntamente con el coach de pitcheo vamos analizando inning por inning cada bateador, y vamos cambiando la estrategia, como dicen por acá”.
Ahora Socarrás tiene balance de dos triunfos y un revés y en poco tiempo ha mostrado su utilidad para Pericos de Puebla.
“He lanzado tres juegos y los tres han sido diferentes, en el primero llevaba varios días sin lanzar, prácticamente sin entrenamiento, me dieron una semana para prepararme y salió todo bien, el segundo fue un poco más agotador porque, al transcurrir dos semanas de entrenamiento, siempre tiendes a bajar lo que es el nivel físico”.
Compensa así todas las tensiones que le provocó su salida intempestiva de Olmecas de Tabasco, perteneciente a la propia Liga Mexicana, cuando la gerencia del equipo determinó el cierre de su contrato sin apenas lanzar.
Pero la entrada en la rotación de los abridores de Pericos trajo un vuelco para ambos. Su debut se produjo con Guerreros de Oaxaca, que significó su primer éxito. “Estábamos pasando por un momento súper malo en el equipo, llevábamos nueve derrotas consecutivas y estaba todo el mundo con un estrés del carajo porque se nos estaba yendo la clasificación, pero después de esa primera victoria se rompió la racha y de ahí para acá hemos dado un cambio rotundo y estamos jugando a full”.
Agradece lo que le ha traído el poco tiempo en esta liga. “En la preparación me han sobrellevado, me han dicho que haga más o menos algo similar a lo que hacía en Cuba y me estoy sintiendo mejor, al contrario de cuando estaba en Tabasco, que los entrenamientos eran sumamente modernos, me chocaban mucho y siempre estaba muy agotado. pero ahora me estoy sintiendo mejor y están saliendo los resultados, que es lo importante. Como allá tienes que estar enfocado en el partido, acá hay como especie de un televisor, que el coach el día antes te dice: analiza el juego, que mañana te toca, y tienes que saber dónde están los fallos de cada bateador, ahí es donde vas aprendiendo donde tienes que corregir y cómo lanzar mejor”.
Vuelve a sonreír y recuerda con agrado cómo en la tensión por un inminente regreso a Cuba tras la salida de Olmecas, equipo que lo llevó a la Liga Mexicana. Había lanzado 10 entradas y dos tercios como relevo con promedio de 2.53 carreras limpias por nueve entradas, con una derrota sin victoria, ocho ponches, tres boletos y WHIP de 1.50.
Mas cuando ya tenía sus maletas preparadas y estaba a punto de abordar el avión para regresar a Cuba, Socarrás recibió la buena nueva, desde la Federación Cubana de Béisbol, encargada de los convenios con los equipos en el exterior.
“La noticia me sorprendió, incluso estaba gestionando una vía para el regreso a Cuba que fuera más corta, y la espera de esa llamada me tuvo estresado toda la mañana. Cuando me lo comunicaron salté de alegría porque mis aspiraciones desde que hice el contrato son jugar béisbol y poder desarrollarme. Enseguida contacté con la gerencia de Pericos de Puebla y en ese mismo momento me confirmaron que sería abridor, y eso me puso todavía más contento porque es lo que hago allá en Cuba, la acogida después fue muy buena. Me siento muy feliz por esta nueva oportunidad y voy a dar todo de mí para aportar al equipo”.
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