Cerca de 250 millones de dólares dedicaron las administraciones de Estados Unidos en las últimas dos décadas para los programas de subversión contra Cuba, denunció este 8 de febrero el diario local Granma.
La cifra, distribuida a través de agencias, empresas y organizaciones como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés) y la Fundación Nacional para la Democracia (NED), financia actividades cuyo propósito es el derrocamiento de la Revolución cubana.
Entre estas se incluyen las más recientes incitaciones a la violencia, las provocaciones frente al Ministerio de Cultura (Mincult) para buscar confrontaciones, y las acciones de diferentes plataformas comunicativas, que según revelaron medios del país han sido alentadas y patrocinadas desde territorio estadounidense.
Muestra de ello es la cobertura realizada por Nelson Julio Álvarez para el sitio ADN Cuba sobre los sucesos del 27 de enero en el Mincult, por la cual recibió entre 150 y 200 dólares, de acuerdo con un video del propio Álvarez publicado en el grupo de Facebook Telescopio Cubano.
El sitio Cuba Money Project, del periodista estadounidense Tracey Eaton, afirma que solo en 2020 agencias como la Usaid dedicaron alrededor de 2,5 millones de dólares a las actividades subversivas.
El dato corresponde a la información pública que manejan en sus portales digitales esas organizaciones norteamericanas, pero es considerada una cifra parcial, debido a que hay muchos programas secretos sobre los cuales no se conocen los destinatarios de los fondos.
Añade que desde que Donald Trump asumió la presidencia en 2017, al menos 54 grupos operaron programas con dinero proveniente de la Usaid o de la NED.
La combinación de estas acciones con las presiones económicas generadas por el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero, y con el establecimiento de otras medidas coercitivas unilaterales contra Cuba, fue la apuesta de esa administración para destruir el sistema social del país caribeño.
Para EU, es mejor gastar miles de millones en operaciones encubiertas, guerra psicológica y subversiva contra Gobiernos, que no son de su agrado o que no permiten el robo de sus recursos o no se dejan someter, que resolver los serios problemas económicos a parte de su poblacion, de los emigrantes, de las minorías etc. Es muy cómodo en esta guerra encubierta y no declarada utilizar agencias, organizaciones o empresas muy maniobrables, poco confiables, muy manipulables y fuera de todo control, para hacer con el dinero del contribuyente lo que mejor venga en ganas de los que lo usan. Por eso el lobby anticubano, sus lacayos aquí internamente y los periodistas independientes se vuelven locos con las repartideras de migajas. Contra Cuba están usando todo el arsenal económico y subversivo, obsesionados con la idea de que, al pasar la época de los Castros la revolución se iba a desmerengar. Y aquí de nuevo se cometen errores de apreciación y evaluación de los estrategas del pentágono al no calcular correctamente elementos históricos, tradicionales, generacionales, combativos, de idiosincrasia, y politico-sociales. Agreguemos a todo esto el hecho de que, desde 1990 cuando Cuba estuvo inmersa en aquel periodo especial, ha llovido mucho y se ha fortalecido toda la estructura económica, no obstante al bloqueo y su recrudecimiento con más de 240 medidas emitidas durante el gobierno de Trump, que hace no se parezca en nada la situación de hoy a aquella vibida. O la tarea Ordenamiento en la que se le dan más vida al sistema en general. Y eso asusta a está gentuza que se desespera por no ver resultados ni avances en una idea que se pudiera resumir en: Como se mantienen y porque? Y ahí esta el gran error. No entender a la gente común y corriente que sigue siendo un motor importante del desarrollo y de las tendencias del progreso. Espolear a esa gente, cometiendo una y otra vez la misma estupidez con pueblos como Bolivia, Venezuela, Ecuador, Argentina, Brasil, Nicaragua, y aplicando políticas neoliberales y de contención. Los que hoy se sacudieron de esos yugos no regresarán al pasado y ahí están incluidos Cuba y los que lo saborearon y lo perdieron como Brasil, irán con más fuerza para conquistarlo de nuevo. Ahí está ahora de nuevo Ecuador y vendrán otros, y luego será Chile uno de los últimos en incorporarse a este pelotón, luego de la famosa teoría del florecimiento económico dejado por Pinochet cosa desmentida ahora por el pueblo largos años dormido y sin dirección política de izquierda y finalmente le tocará al país más asesino, reaccionario y fuera de la ley que es Colombia. Así que a más subversión, neoliberalismo, opresión e injusticias veremos más procesos democráticos, revolucionarios, progresistas porque sencillamente llevan a una radicalización de las cosas como sucedió en Cuba en su momento y hoy está aún vigente.