Trinidad despidió a más de un centenar de profesionales del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve, cuya entrega resultó vital en la atención a los enfermos de la Covid, y junto a los colegas del municipio, contribuyeron a revertir el comportamiento de la pandemia por estos predios.
En este viraje favorable de la enfermedad resultó estratégico asimismo el acompañamiento del grupo de trabajo del Ministerio de Salud Pública, encabezado por el doctor Luis Manuel Pérez Concepción, director de Atención Médica del MINSAP, también estimulado.
En nombre del pueblo Deivy Pérez Martín, miembro del Comité Central del Partido y su primera secretaria en la provincia y Teresita Romero Rodríguez, Gobernadora de Sancti Spíritus entregaron diplomas a los galenos y enfermeros que permanecieron en los diferentes Centros de Atención habilitados en el territorio, lo cual permitió reorganizar los recursos humanos y garantizar los servicios de salud no solo en la Zona Roja, sino también en la Atención Primaria, la más afectada precisamente por el déficit de personal sanitario.
De esta brigada, alrededor de 70 profesionales, se encontraban en Venezuela como parte de una misión de colaboración, que pusieron en pausa para devolver el aliento – primero a otras provincias con grandes complejidades epidemiológicas -y luego a Trinidad en un acto de amor y humanismo. Durante casi un mes compartieron su experiencia, revitalizaron servicios y pusieron en práctica los protocolos diseñados por el Ministerio de Salud Pública para el manejo de la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus.
El primer secretario del Partido en la localidad, Denis Díaz Peláez y la presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular, Tania Gutiérrez Fontanills entregaron el reconocimiento a la doctora holguinera Leonela Esther Caña Rivas, especialista en Medicina General Integral y responsable de la brigada. Sus vivencias definen la esencia de una idea que dibuja el rostro de la solidaridad.
“Es duro pensar que esta enfermedad puede afectar a nuestra familia y estar lejos, pero tenemos la certeza que, si sucede, otros colegas van a cuidarla. De Trinidad nos vamos con la satisfacción de que cumplimos con nuestro deber. No es lo mismo tratar a pacientes de otros países a ver el dolor de tu gente que te necesita. Es desgarrador saber que, como médico, un paciente no va a sobrevivir y tener que decírselo a la familia. Por muchas veces que lo hagas se siente un dolor indescriptible, como también el momento más lindo es atender a un enfermo grave que se recupera y se lo entregas a la familia, sano y salvo.”
En la despedida, Gutiérrez Fontanills reiteró la gratitud del pueblo trinitario: “Ustedes simbolizan la victoria de la vida sobre la muerte, de la solidaridad sobre el egoísmo, del socialismo sobre el mito del mercado. Son héroes de esta batalla”, expresó la también Diputada al Parlamento cubano.
De varias provincias cubanas proceden estos galenos, especialistas en Medicina General Integral y diplomados en Cuidados Intensivos, que ahora regresan a casa, con la familia. Hoy los aplausos son para ellos.
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