El mismo itinerario angustiante para confirmar un diagnóstico del virus SARS-CoV-2 que denunciaba Escambray hace solo unos días también lo vive —o lo sufre— Trinidad. Ni siquiera el nuevo protocolo para la atención y manejo de los casos sospechosos y positivos que intentó implementarse en el municipio espantó a cientos de personas decididas a realizarse la prueba.
Pasadas las diez de la mañana, María Elena Ruiz, vecina de La Purísima, no encuentra el último en la larga fila de trinitarios frente a la Sala de Rehabilitación del Policlínico Celia Sánchez; regresa después de desistir el día anterior, pero el dolor de cabeza y el catarro la asustan, tanto como la imposibilidad de ser examinada por un médico: “Recorrí varios consultorios y no vi a ninguno. Aquí hay un mundo de gente”.
En la puerta, Roilán Figueredo, trabajador del centro asistencial, intenta poner orden. Entre casos pendientes de la jornada anterior, los que llegaron de madrugada a marcar y aún no han podido realizarse el test SUMA y los familiares de los confirmados —tal vez alguno positivo— para recoger las gotas de Nasalferón se propaga la irresponsabilidad y, quizás, el virus.
En la consulta de Infecciones Respiratorias Agudas (IRA), el doctor Reemberto Valmaceda Marino se mantiene calmado mientras intenta convencer a la paciente de que debe ingresar en un centro de aislamiento ante los síntomas que refiere. “Ya he estado en Zona Roja, pero aquí el trabajo es fuerte. Las personas que acuden a nuestro servicio merecen y agradecen la preocupación del personal de Salud”.
La consulta del Policlínico Manuel de Jesús Lara Cantero se agobia por la misma angustia. El día que Escambray auscultó los síntomas de la pandemia en la urbe sureña, la realización de test SUMA había comenzado después de las nueve de la mañana; atrasos en la llegada de la prueba y la falta de modelos para la encuesta epidemiológica dilataron el proceso. En los alrededores, más de un centenar de personas comparte sus miedos y malestares.
El Hospital Pediátrico refiere un diagnóstico similar. Bárbara Cruz narra su vía crucis para realizar el PCR a la nieta, al filo de la una de la madrugada. La licenciada en Enfermería Addis Saroza Pichardo se solidariza con la angustia de los padres: “Aquí se atiende a los niños con sintomatología sugestiva de la covid; el protocolo exige la realización del PCR y el ingreso del menor en un centro de atención habilitado, pero la sala es pequeña, con capacidad para cinco niños y la remisión depende de la disponibilidad de camas. En ocasiones la familia se va para la casa y regresa después”.
El municipio reporta una alta tasa de incidencia con más de 1 200 confirmados en la última semana y áreas de gran dispersión, como la calle Andrés Berro (América), el reparto La Purísima y los Consejos Populares de Casilda y Caracusey. Muchos sienten miedo, pero no el suficiente; en la ciudad circulan el virus SARS-CoV-2, sus variantes más letales y demasiadas personas, además.
ATENCIÓN MÉDICA, RECLAMO A VOCES
Las quejas relacionadas con la atención en los consultorios médicos de la familia en Trinidad llueven en las redes sociales, en las instituciones de Salud, en las oficinas de atención a la población, en la vox populi… Los testimonios cuentan experiencias personales diversas, pero tienen un denominador común: las deficiencias en el Programa de Atención Primaria de Salud.
Tal vez sea ese el síntoma más grave de la pandemia por estos predios. A la directora de Salud Pública en el municipio, la doctora Silvia Odalis Beovides Hernández, le preocupan tanto los reclamos de la población como la necesidad de médicos y enfermeros para los consultorios y el déficit de profesionales en los centros asistenciales.
“Tenemos 33 de esas dependencias sin cobertura por diversas causas: parte del personal que asume la atención en Zona Roja ha contraído la enfermedad o se acogió a las garantías salariales. El refuerzo del contingente Henry Reeve llega en un momento oportuno, pero todavía no se resuelve el problema en su totalidad”.
Una treintena de médicos y enfermeros de varios municipios espirituanos ya se incorporaron a los centros para la atención a enfermos de la covid. Junto a ellos, un equipo de apoyo del Ministerio de Salud Pública supervisa la estrategia de intervención, que, junto al proceso de vacunación masiva, permitirá revertir el escenario epidemiológico en Trinidad.
Por estos días el doctor Luis Manuel Pérez Concepción, director nacional de Atención Médica del Ministerio de Salud Pública, se ha mudado para el municipio. Acompañado de otros expertos, supervisa la marcha de las acciones que tienen como meta “el fortalecimiento de la red asistencial, estructurada en cuatro áreas de salud, con sus consultorios médicos, grupos básicos de trabajo y el hospital, con la cual se debe garantizar la atención a todos los pacientes, excepto los que requieran ser remitidos hacia instituciones provinciales”.
El Hospital Tomás Carrera Galiano sufre también la encrucijada de las camas; lo afirma el doctor Amaury Maure Hernández, quien debe lidiar no solo con el colapso de las capacidades, sino además con la falta de recursos humanos. A partir del repunte de la pandemia y el alza de los casos positivos, el centro asistencial dispone de 61 posiciones en cuatro salas para el ingreso de pacientes confirmados, pero no bastan.
Agobian las imágenes, la desesperación de los familiares, el temor de los enfermos, que deben aguardar horas por una cama, en la propia institución o en la extensión habilitada en la Escuela de Hotelería y Turismo, con 68 capacidades y un cubículo de terapia intensiva para pacientes graves.
“El personal sanitario se entrega a fondo; en algún momento puede existir determinada insatisfacción, pero la labor de nuestros trabajadores es extraordinaria y, pese al cansancio y el temor a enfermarse o contagiar a la familia, estamos aquí luchando duro por la vida y la recuperación de los enfermos”.
La extensión del centro asistencial hacia Formatur liberó algunas tensiones en cuanto a disponibilidades de ingreso, pero apretó la tuerca para médicos y enfermeros. La pandemia ha impuesto ese y otros retos ante el aumento de los contagios: horarios y servicios restringidos, confinamiento, villas de veraneo y escuelas convertidas en hospitales…
ALIVIOS PARA LOS SÍNTOMAS
En los últimos días Trinidad respira acoplada a un enfoque integrador de enfrentamiento al nuevo coronavirus. Con no pocos pacientes positivos en ingreso domiciliario, los grupos de trabajo comunitario en las cuatro áreas de salud comienzan a tocar puertas, a calmar temores y reclamos. Pero un número importante de pacientes con test positivo aún no reciben las gotas de Nasalferón, por no hablar de la visita de su médico.
A estos profesionales la pandemia les ha exigido exponerse al riesgo del contagio, apoyar la asistencia, no descuidar otros programas, exigir por la ropa sanitaria —que no siempre llega—, pero la vocación debe bastar para crecerse. Y es posible, lo reconoce la población del Consultorio No. 23 en La Mano del Negro, agradecida de su joven doctora.
“El ingreso en el hogar como prevé el protocolo —esclarece el director nacional de Atención Médica del Ministerio de Salud Pública— se mantiene, siempre y cuando se ajuste a los criterios; si el grado de afectación del paciente es leve, su atención se asegura en el nivel primario.”
Mientras, en los 12 centros para la atención de los enfermos habilitados en el sureño territorio —que suman 683 capacidades—, se mejoran las condiciones en cuanto a insumos y alimentación. Pese a la angustia del diagnóstico, Elena Ramírez elogia los cuidados que recibieron ella y casi toda la familia en La Arrocera: “No nos faltaron los medicamentos ni tampoco la preocupación del médico y la enfermera”.
Todas estas deficiencias en las acciones de enfrentamiento a la covid en Trinidad fueron también diagnosticadas este jueves por el Ministro de Salud Pública, doctor José Ángel Portal Miranda, quien encabezó un recorrido por centros asistenciales del territorio acompañado por Deivy Pérez Martín, integrante del Comité Central y primera secretaria del Partido en Sancti Spíritus, y la gobernadora Teresita Romero Rodríguez.
Tal radiografía expuso en blanco y negro insuficiencias graves como la mala organización de los recursos humanos, el desconocimiento de los protocolos de atención a los enfermos, las violaciones de las normas de bioseguridad, demoras en el traslado de los pacientes y su tratamiento, el colapso de las capacidades de ingreso y lentitud en el proceso para la realización de la prueba diagnóstica, lo que contribuye a la propagación del virus por la alta concentración de personas.
Dar una vuelta de hoja a esta realidad requiere de un enfoque integrador, conducido por las autoridades gubernamentales de la localidad, como reflexionaba Portal Miranda, independientemente del apoyo que llegará en las próximas horas, con un contingente de 60 médicos generales integrales y diplomados en cuidados intensivos, además de insumos y tres posiciones de ventiladores pulmonares.
Aliviar los síntomas de la pandemia exige que el sistema de Salud Pública en el municipio encare sus responsabilidades, y el resto de las empresas y organismos también. “Tendrán toda la ayuda del país —aseguró el ministro—, pero los primeros que deben estar convencidos de cambiar la estrategia son los trinitarios”.
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Y q me dicen de la enorme comitiva q acompañó al Ministro? cuántas veces los directivos de la provincia han realizado esa visita? tiene q venir alguien del nivel central a decir lo q hay q hacer y como? entonces los q están aquí no han cumplido su tarea, además de q las deficiencias señaladas no son exclusivas de Trinidad.
Buena radiografía de lo que acontece en Trinidad pero me preocupa para el futuro que este trabajo periodistico salga a la luz después de la visita del ministro de salud cuando se sabe que está situación no es de ahora y que el pueblo lleva tiempo padeciendo esta problemática, que lo sabe hasta los perros porque la gente se queja por medio del Facebook haciendo diferentes comentarios entonces me pregunto….
1_Donde estaba esta periodista unos días atrás??
2_Tiene que venir el ministro del ramo o algún alto cargo del gobierno para que diga que hay problemas y después se publique una situación que sufre el pueblo y está a la vista de todos??
3_Sera este el tipo de periodismo que quiere Díaz Canel para nuestro país??.
Saludos
Probablemente sí, porque es lo que sucede siempre. Los periodistas no muestran lo que realmente pasa hasta que llega un jefe.
Me llama la atención que en el reporte solamente aparezcan imágenes del ministro y no de las largas filas y de las personas en los pasillos.
Radiografía exacta de la situación existente en Trinidad, ahora es el.momento de revertir esta situación organizarse sobre todo y dar una atención correcta a los enfermos pues muchas veces ni caso te hacen y que decir de solicitar una respuesta en instituciones de salud,fortalecer el eslabón principal de la cadena es la prioridad Medico y Enfermera de la Familia para a tiempo atajar los contagios.
Y que no se olviden de Sancti Spiritus
Excelente recuento, periodista. Es muy triste todo lo que usted relata, pero estoy segura de que esa situación se va a revertir; ojalá que las deficiencias no redunden en más muertes para familias trinitarias. Y también hace falta que las personas se cuiden más y no anden por las calles innecesariamente.
iExcelente artículo mis felicitaciones por revelar la verdad de lo que está sucediendo en general en la provincia de Sancti Espiritus .