En la tinta negra sobre el traje blanco anticovid puede leerse: “David”. La foto, tomada minutos antes de entrar a la Zona Roja del hospital Harrison Point, en la parroquia de San Lucy, en Barbados, es apenas el primer trazo del día que comienza para el especialista de primer grado en Medicina Intensiva y Emergencia que por horas pone la ciencia y el corazón a favor de la vida.
El espirituano David Carvajal Lumpuy, integrante de la brigada Henry Reeve, salva y también ve morir; lidia contra el cansancio y los miedos frente a un virus que ya deja demasiadas muertes, demasiados vacíos en este mundo.
“En la terapia intensiva se libra, quizás, la pelea más difícil”. Así lo escribe sin titubear, y habla de la medicina del detalle y la decisión en equipo de cada conducta a seguir con los pacientes graves, en ocasiones acoplados a un respirador artificial y bajo efectos de sedantes.
Habla del traje de protección personal de uso obligatorio dentro de la Zona Roja, de lo incómodo y, al mismo tiempo, de lo salvador que resulta; del poder que ha tenido la mirada para sobrepasar la placa de las caretas y llegar como bálsamo a los enfermos.
Habla de las barreras del idioma, de las nociones de inglés que bien les han servido y del dialecto Bajan, aprendido sobre la marcha durante los más de tres meses de intercambio con pacientes y médicos del norte de la isla barbadense.
El doctor David tiene 33 años y semeja, por el peso de sus palabras, tener más experiencias vividas. Puede llegar a ser un prominente intensivista; lo aseguran sus compañeros del Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus, quienes lo extrañan por estos días en que aquí también se acorrala la muerte con fuerza titánica, y en cada traje, en la parte izquierda sobre el corazón, se escribe en tinta fresca el nombre de cada valiente.
Excelente alumno
Bendiciones ?
Y felicidades para sus padres
Mis respetos y cariños a Davisito, excelente profesional y persona orgullo de sus padres, bendiciones para el.