Si algo gravita hoy estratosféricamente son los precios. Luego del primero de enero —y acaso desde meses atrás— los productos, tanto los que se comercializan por el sector estatal como por el no estatal, han duplicado, triplicado y algunos hasta quintuplicado el valor por el que antes se vendían.
Pero para que tal elasticidad de hoy no suponga que se estiren y estiren descontroladamente, se han puesto bajo la lupa gubernamental las instituciones en un intento por evitar que los denominados precios abusivos agujereen de más los bolsillos de todos.
De dicho enfrentamiento podrían dar fe las 4 300 acciones de control que se han desarrollado en la provincia, las cuales han acarreado más de 2 100 multas por un monto de 255 645 pesos.
Y no ha salido ileso nadie: tales medidas han recaído en 456 puntos de venta de productos agropecuarios, 17 Mercados Agropecuarios Estatales, 360 unidades del Comercio, 77 trabajadores por cuenta propia y 1 213 personas que desarrollaban determinada actividad ilegalmente.
Más allá de las 600 supervisiones que se han llevado a cabo en toda la provincia, Norbelio Guerra Angulo, jefe del puesto de mando provincial de enfrentamiento, ilustra el gardeo gubernamental con un dato: solo en la primera semana de enero se aplicaron 255 multas que implicaron más de 77 000 pesos.
“Ante violaciones de precios se aplica la multa máxima —acota Guerra Angulo—. Ya se han retirado 12 licencias a trabajadores por cuenta propia y se han realizado 30 decomisos —11 en lo que va de este año— que han incluido 42 000 libras de cebolla, 1 465 libras de tomate, 365 libras de pepino, 284 libras de col, entre otros productos. Además, en seis puntos de la Agricultura Urbana se han sustituido a los titulares”.
Como parte del control del gobierno a tal fenómeno, también se han radicado más de una veintena de denuncias por actividad económica ilícita y por receptación y cinco por tráfico de divisas, estas últimas han conllevado a la suspensión de 15 tarjetas magnéticas.
Y en tanto andar de un establecimiento a otro una verdad se despacha de mostrador en mostrador: los precios siguen fuera de rosca. Lo confirma Guerra Angulo cuando reconoce: “Más del 70 por ciento de las supervisiones evidencia que hay violaciones tanto en el sector estatal como en el no estatal. Todavía falta mucho por hacer en este tema del enfrentamiento”.
Entre las irregularidades más recurrentes detectadas afloran los precios no visibles, favoritismo, cobros en exceso, la venta por parte de trabajadores por cuenta propia de productos industriales que no están autorizados, pesas sin certificar, descontrol en los inventarios, mala calidad de los productos, sobrante o faltante en caja…
Ante tal realidad Teresita Romero Rodríguez, gobernadora de la provincia, reiteraba: “El incremento de los precios no se puede enfrentar por una sola persona, tiene que haber un control popular, que todos reclamen sus derechos, tienen que involucrarse desde las instituciones estatales hasta la población”.
Se trata de cortarle, entre todos, el paso a la impunidad y de que los precios, de una vez y por todas, no sigan desequilibrando la balanza en contra de los clientes.
Ok solo tienes que moverte a plaza del mercado en Sancti Spiritus y entrar gira a la derecha y compras mantecas tiene el precio pero te cobra como carne..
No entiendo como los precios estatales se pueden violar sin que se detecte por las instituciones correspondientes.
Que yo sepa el precio sale de una Ficha de costo más la ganacia, que no debe exceder el 20%, pero a quién le están revisando esa ficha de costo.
Por ejemplo dónde está la Ficha de costo de la Marquesita para que se cobre 5 pesos?
Ayer en Trinidad una libra de bisté de cerdo con el particular estaba a 100 pesos, y si preguntas te dicen ue veas la tablilla, pides que te despachen y cuando vas a pagar te dicen que es a otro precio, sin palabras.
Serien interminables los ejemplos de unas de violaciones de precios y otros de la mala calidad del producto ofertado pero ambos redundan en una pésima atención al cliente primeramente en el sector privado los primeros en mi reflexión son los Cocheros que ya no se enmascaran en que no tengo pesos para dar el vuelto ya te dicen a plena luz que el precio son 5.00 pesos y si no te conviene bájate y no pasa nada, en los expendedores de cerdos un precio es la tablilla y otro el que te cobran u otros tiene cierta cantidad oculta para si te sirven como comenta regularmente, lo del pan ya no tiene nombre y cara mucho menos la falta de respeto cada día se acrecienta más y tenemos que comprarlo porque no nos queda más remedio y para completar no hay forma que aunque sea tenga el peso que hacen las autoridades tendrán problemas en la vista o en el rostro, en el día de ayer compre un paquete de Biscochos en la Dulcería del Bulevar no me preocupo mucho el precio sino la pésima calidad medios crudos, con mal olor y babosos, en fin cuantos cientos de ejemplos y seguimos pagado precios y seguimos explotados tanto por los TCP como por las instituciones del estado hasta cuando no cree usted.
Pues un bono por cada caso detectado y a seguir luchando.