Desde que el Inder nacional sugirió la idea de convertir en empresas los principales estadios del país, no pocos revuelos se armaron y algunos hasta hablaron de si se trataba de una “privatización” del deporte.
En palabras del vicepresidente primero del organismo, Raúl Fornés Valenciano, la intención es “evaluar que los estadios principales sean convertidos en empresas estatales socialistas, o sea, la posibilidad de arrendar espacios y darles participación a otras formas de gestión y brindar servicios que favorezcan a la población, que mejoren las ofertas y el espectáculo”.
Y aclaraba la segunda de las matrices de opinión “no tiene que ver con el estadio en sí, el deporte es y seguirá siendo gratuito, la formación desde la edad escolar hasta el alto rendimiento seguirá siendo gratuita y no tiene nada que ver con la idea de convertir los estadios en empresas”.
Así sorprende menos, aunque no creo que se hable de empresas al estilo de cualquier agropecuaria, por ejemplo, sino de buscar cierta autonomía financiera y autosostenibilidad. Pudiera inscribirse, creo, con la idea, reforzada en la sesión del Parlamento cubano por la ministra de Finanzas y Precios Meisi Bolaños Weiss de que “hay que acelerar los análisis y acciones que nos permitan avanzar en el traspaso a empresas de las unidades presupuestadas que, con las actividades que realizan y por los ingresos que generen, cubran sus gastos e incluso tengan potencial para obtener utilidades”.
En recorridos por el país las principales autoridades del Inder se esbozó la estrategia, que en una de sus partes apunta al arrendamiento de espacios a diferentes formas de gestión, como las mipymes para que ofrezcan diversos servicios. Si nos remontamos a las Series Nacionales en el “Huelga”, viene a la mente la carencia de ofertas gastronómicas, incluida la cafetería interna y la presencia de algunas entidades estatales en las afueras de la instalación junto a trabajadores por cuenta propia, opciones que no se han desechado, imagino, para cuando la afición vuelva al graderío. Pero no se trata solo de ello. Si de algo ha carecido el espectáculo beisbolero es de propuestas que lo animen y que pueden incluís, por ejemplo, iniciativas como las ventas de vestuario deportivo alegórico al equipo (o equipos) y sus figuras emblemáticas. También falta el expendio de artículos deportivos o suvenires publicitarios, claro, sin tenerle miedo a la palabra que hoy forma parte de nuestro escenario económico, necesitado de un mejor marketing, y para eso el deporte se pinta solo.
Desde esa perspectiva, sin llegar a considerar al “Huelga” una empresa con todas las de la ley, la proyección es loable. Por más suculentos que sean los presupuestos destinados al deporte (en Sancti Spíritus fueron este año 202 877 100 pesos), no respaldan toda la atención y sustento, tal como lo hace buena parte del mundo, con los ejes del patrocinio empresarial o particular, algo que acá es algo más que un sueño en un entorno en el que muchas entidades “arañan” para mantenerse en pie y otras reportan pérdidas, como en nuestra provincia, donde 26 integran esa lista.
Otra de las variantes es arrendar el estadio. José Luis Rodríguez, director de la Unidad Presupuestada del Inder en la provincia, lo explica: “Se estudia la posibilidad de poder usarlo en juegos que soliciten determinados organismos, se fijarían tarifas por horas y, si se hace de noche es otra, también si se pone la parte técnica de los árbitros. Igualmente, hay organismos interesados en arrendar el estadio de softbol, pueden usarlo siempre que no afecte la parte deportiva”
Como idea, hay que madurarla, aunque lo del arrendamiento no es descabellado ya que cualquier entidad o centro alquila espacios para realizar una fiesta para los trabajadores, poner un audio o celebrar unos quince y los precios nunca han sido baratos. Es verdad que el “Huelga” se mantiene inactivo la mayor parte del año por el esquema competitivo del béisbol, pero hoy, usado a la mitad, todos los años se “traga” miles y miles de pesos en su arreglo, mucho más en las dos últimas temporadas, y ya se sabe que el cobro de su entrada no paga ni una carretilla con mezcla de cemento y mucho menos las gigantografías que exhibe, una de las cuales costó 30 000 pesos. La propia fuente asegura: “Nos proyectamos mejorar las condiciones de los palcos del estadio con sillas, dar un servicio y así cobrar más para acceder a ese espacio y sería otro ingreso”.
Pero lo del autofinanciamiento va más allá. El “paquete de intenciones” incluye otras vertientes. “Tratamos de hacer aquí a través de Cubadeportes eventos internacionales no calendariados a nivel nacional —añade José Luis— o realizar un torneo de beisbolito con la participación de cinco o seis países, queremos incursionar en la escalada, una modalidad que gusta y por las condiciones de nuestros terrenos se puede hacer, también se puede dar carácter internacional a la Expocan. Además, negociamos para explotar la bolera, allí queremos rescatar las pistas de bolos, las mesas de billar, de tenis y dominó y usar el centro de forma recreativa e instalar una tienda de artículos deportivos”.
Hay otras potencialidades como fuentes de ingreso: “Cuba importa vehículos electrónicos que con su carga total en las baterías pueden recorrer hasta 300 kilómetros, pero no hay cargadores en Sancti Spíritus, por eso pensamos colocar cerca de una decena en los alrededores del estadio a partir de un proyecto, a quien venga a un evento le bastan 20 minutos para recargar el carro y sería otra entrada de dinero”.
El directivo también dijo que se trabaja en el Hotel Deportivo a fin de crear las condiciones que permitan alojar a deportistas para bases de entrenamiento internacional: “Incluiría un proyecto que existió al inicio cuando había una tienda de Cubadeportes con medios, vestuarios deportivos, productos de aseo y otros renglones. Venían equipos de otros países y acá se le garantizaba la parte técnica, la instalación y la provincia recibía parte de las ganancias para el desarrollo del deporte”.
Este “juego” está en fase de calentamiento y su duración puede pasar a extrainning en un escenario donde hay que atar muchos cabos con los pies bien puestos en la tierra. Lo que sí está claro es que sostener el deporte cuesta, y mucho, por lo que no vendría mal un oxígeno adicional que, aunque sin la rimbombancia pretenciosa de crear empresas beisboleras, ayude a respirar al presupuesto.
Muy bien por la idea.. esperemos ver si la burocracia deja que se materialice.
Además, hay otras entidades presupuestadas que pueden autofinanciarse y aliviar la carga del presupuesto.
Por ejemplo, la Televisión, cuantas personas, empresas, organizaciones están dispuestas a pagar y muy bien por servicios de promoción, spot, documentales, audiovisuales… Actualmente lo hacen privados y las entidades les pagan.
¿Por qué la TV no puede harcerlo también?
Van a destruir el deporte nacional como hicieron con la zafra azucarera.Poner estadios en manos de inescrupulosos complejiza un escenario que necesita de la socialización y no de particulismoa.Nadie se asombre con el desenlace del experimento.
Quieren hacer tanto. Mejor se concentran en lo que pueda salir a lo inmediato, y que funcione pero de verdad. No a medias ni con justificaciones, ni que muera en el tiempo. Que aquí a veces somos expertos y no precisamente en el buen funcionamiento.
Las ideas de desarrollar grandes instalaciones sub utilizadas, hacerlas empresas autofinanciada, como el Stadium de Pelota.
Por ejemplo La Feria Ganadera, es una magnífica utilidad de hacerla autofinanciada, mejorar su estructura, de ofertas, y organizarla mejor en sus ofertas cómo está organizada, desemtralizarla, crear nuevas iniciativas y darle un mejor uso, para que los niños puedan tener nuevas ofertas, salones de bailes, nuevos micros ofertas de gastronomía variadas, ofertas alimentos, ferreterías, de construcción, etc, así la economía de la provincia le sería muy beneficiosos, que las iniciativas sea más beneficiosas para el pueblo en el que hay servirle.
Lo que tienen que hacer es invertir en su Hotel Deportivo. Para que el presupuesto de los eventos no se gasten en instalaciones de ISLAZUL. ESO SE LLAMA CICLO CERRADO FINANCIERO.
Que hacen los hoteles de ISLAZUL asumiendo eventos y concentrados de entrenamiento. Al final ni los hoteles cobran sus servicios cuando lo necesitan. Ni los precios que cobran cubren los márgenes de utilidades que le genera el turismo. Por no hablar de la destrucción de las habitaciones. De eso se puede escribir un Libro.
Ahora todo es ir a los negocios privados que resuelvan la ineficiencia del Estado. No importa si cumplen con el encargo social de servir al pueblo. En este caso coincido con Andrés, lo que tienen es que poner en función de los juegos de pelota los estadios , ese es su objeto social fundamental
Bastaria con echar un vistazo a los estadios de otras latitudes para ver cuanto se puede hacer en aras de convertir a nuestras instalaciones deportivas en empresas que oferten productos de todo tipo, priorizando los relacionados con el deporte, claro esta. Eso de que un estadio de beisbol sea solo para ver beisbol no se concibe en el mundo moderno desde hace muchisimo rato. Veremos como se comporta la burocracia…
No hay que temer a la privatización y si a la ineficiencia de la empresa socialista,por que sus perdidas la sufraga el pueblo trabajador pues los gobiernos no crean riquezas,solo la distribuyen
Lo primero a ofertar si de fomentar el baseball se trata , es lo elemental que nunca hay : cualquier tipo de pelota, aunque sea de gaja calidad. Pais beisbolero sin pelotas.