Venezuela es el centro de intereses geopolíticos imperiales

El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, aseguró que esta nación es hoy el centro de los intereses geopolíticos del imperialismo, con Estados Unidos a la cabeza.

En entrevista exclusiva concedida a Prensa Latina, el jefe de la diplomacia venezolana explicó su visión en torno a las futuras relaciones del Gobierno bolivariano con la actual administración estadounidense.

Al respecto explicó que las mismas ni siquiera dependen de la élite dominante de la nación norteña o de quien ocupe la Casa Blanca, porque la esencia es el imperialismo.

‘Es un entramado, un engranaje de intereses corporativos, militares, tecnológicos industriales, financieros que actúan a través de unos cuerpos políticos como es el caso del gobierno norteamericano, así que conociendo que su objetivo es controlar a Venezuela para satisfacer sus propios intereses es poco lo que se puede esperar’, recalcó.

Para nosotros, dijo, que llevamos ya 22 años como Revolución en el poder, es un aprendizaje la relación y la interacción con la élite dominante de Washington y podemos llegar fácilmente a la conclusión de que el imperialismo es uno y ni siquiera es solo Estados Unidos.

No obstante, aseguró, Venezuela es contundente en su política, en su resistencia, por lo cual quizás al nuevo gobierno norteamericano no le sea válido o útil continuar las agresiones.

‘En ese caso siempre estaremos dispuestos dialogar a escuchar, a cooperar sobre la base del respeto mutuo. Si Estados Unidos quiere, nosotros queremos y si no quiere, igual venceremos’.

De igual forma recordó que existe un interés geopolítico de orden ideológico de las grandes potencias porque durante años los gobiernos del país fueron serviles a esos intereses y permitieron el saqueo de los grandes recursos, lo cual cambió con el triunfo de la Revolución.

‘Existen grandes lobbys cuyos interés imperial es derrocar la Revolución socialista y tomar el control político, económico y cultural del país, de esa forma eliminar la identidad del venezolano, para tener en sus manos la joya de la corona de esta América del siglo XXI’.

Por eso, subrayó, denunciar la ilegalidad del bloqueo de Estados Unidos será siempre uno de los principales temas de la política exterior del país, y al igual que Cuba ha hecho a lo largo de más de sesenta años, es necesario insistir una y otra vez en que es una agresión, un daño al pueblo venezolano.

‘Esas medidas coercitivas, unilaterales y arbitrarias que generan los bloqueos están al margen del derecho internacional, son criminales’, acotó.

El ministro de Relaciones Exteriores, apuntó que cada día los países toman conciencia del daño que generan esas acciones punitivas y perciben la necesidad de enfrentarlas y denunciarlas.

Aseguró que si todos los gobiernos que sufren las consecuencias de esa política agresiva y hostil por parte de Washington trabajan en conjunto, hay esperanzas que dentro de poco los organismos internacionales las condenen, ‘si vamos juntos y seguimos con firmeza vamos a lograr el objetivo’.

En cuanto a la demanda contra Estados Unidos presentada por Venezuela en la Corte Penal Internacional (CPI), señaló que la misma va encaminada a acusar a los funcionarios del gobierno norteamericano que firmaron órdenes ejecutivas, quienes a viva voz fueron parte de las agresiones contra Venezuela.

‘La CPI actúa sobre responsabilidades individuales, por eso hemos presentado elementos probatorios de que esas medidas han generado hambre, muerte, enfermedad. Estamos representando a todas aquellas naciones sujetas a esas sanciones’, puntualizó.

Arreaza explicó que en este momento el proceso presentado el 13 de febrero del 2020, se encuentra en evaluación por parte de la Fiscalía del ente judicial, la cual debe pronunciarse en el transcurso de este año y determinar si debe pasar al tribunal para que evalúe e imponga responsabilidades individuales a quienes han agredido a Venezuela.

Es una gran responsabilidad, porque el caso venezolano, no es sólo para Venezuela y eso puede crear un precedente, confiamos en que se haga justicia, ‘no tenemos otra opción que confiar’.