Visor guevariano (+fotos)

En blanco y negro encuentra la desnudez de cada elemento que miró a través del visor. Primeros planos de monumentos, hombres desgastados por subir y bajar con sus armas la Sierra Maestra, sonrisas, atletas extasiados de triunfo… Contextos diversos que confluyen en un mismo discurso al ser dibujados con detalles tras apretar con precisión el obturador.

No podía ser de otra forma, si su autor es Ernesto Guevara de la Serna, eterno enamorado de la creación de una imagen capaz de develarnos lo más profundo de sus almas.

Por fortuna, hoy esas joyas cuelgan en tierra espirituana. Son las 277 instantáneas bajo el título Che fotógrafo, un artista llamado Ernesto Guevara, verdaderas crónicas de su recorrido en motocicleta a través de Los Andes, el Amazona y otras regiones del continente; de la evolución de la última etapa de liberación cubana; los viajes como diplomático en Europa, Asia y el Medio Oriente…

Con su cámara en ristre supo captar más allá de lo común. Miró con ansias de libertad, de conquistar lo desconocido y lo devolvió con una sensibilidad estética muy propia.

Es el entorno del guerrillero argentino entre inicios de los años 50 y un año antes de su muerte; un legado resguardado en los fondos del Centro de Estudios Che Guevara y que ha llegado con anterioridad a Villa Clara y Cienfuegos con el auspicio del Consejo Nacional de las Artes Plásticas y el Ministerio de Cultura.

También está la icónica imagen del Che. Sus expresivos ojos, desorganizada barba, boina con estrella, perfecto perfil… como resultados de autorretratos o gracias a la ayuda de su compañero de pasión Liborio Noval.

Todas son originales. Fragmentos de su propia historia de vida que palpita en cada encuadre con sus luces y sombras. Basta con recorrer todas las salas de la galería de arte Oscar Fernández Morera, de la ciudad del Yayabo, para sentirse parte de un discurso donde el artista es protagonista y centro de mira. Un don solo posible al mirar por un visor auténtico como el guevariano.