Escambray Periódico de Sancti Spíritus
Yaguajay vive el peor momento de la pandemia. De un extremo a otro de sus cuatro áreas de salud —Yaguajay, Venegas, Meneses y Mayajigua— se ha colado el SARS-CoV-2. Los centros habilitados para la atención a enfermos en el municipio siguen recibiendo casos.
Y es que, de agosto hasta la fecha, esta terrible enfermedad ha anclado en el territorio con más fuerza. Tanto es así que suman miles ya los casos confirmados.
Ante la alerta de que este pico pandémico debe mantenerse en los próximos días, las calles no se encuentran tan pobladas como antes —aunque todavía se puede hacer más en función de evitar la movilidad innecesaria—; los niños salen menos y hasta los guajiros regresan temprano del campo para resguardarse en el hogar.
Muchas viviendas muestran el cartel de “No pase”; las caretas forman parte de un nuevo look. Los yaguajayenses saben que ni el más encumbrado de los científicos puede descifrar a quién le podrá tocar.
FRENAR EL VIRUS: TAREA DE ORDEN
En Yaguajay no se han dejado de extremar las medidas de bioseguridad para frenar los contagios, entre ellas el uso obligatorio del nasobuco, la restricción de la movilidad y la habilitación de cuatro puntos en fronteras —Seibabo, Jarahueca, Perea y Paso Real—.
Mileidy Milián Barnes, primera secretaria del Partido en el municipio, no descansa en el afán de contener la propagación de la epidemia. “Lo primero en lo que nos hemos concentrado es en buscar capacidades para la atención a los pacientes en las cuatro áreas de salud, disminuir aún más la movilidad de la población y velar por que se cumplan todas las medidas en las instituciones laborales”, afirma.
Uno de los centros habilitados para la atención a enfermos en el territorio es el círculo infantil Los Camilitos, centro que brinda asistencia médica a los infantes y a sus padres desde el pasado 29 de agosto. “En el círculo se desocuparon los salones y se hicieron cinco salas de hospitalización; se remodelaron los baños y se habilitaron camas con colchones para garantizar el bienestar de los pacientes, entre otras acciones”, comenta Grisel Modesta Fernández Hernández, subdirectora de la institución educativa.
Se ha hecho hasta lo imposible por asegurar las condiciones para la adecuada atención de las personas. Sin embargo, todavía falta mucho por hacer. “Aun cuando se ha mejorado en el uso del nasobuco, se incumple con el distanciamiento social, con el lavado frecuente de las manos, con el aislamiento domiciliario… Y todo esto ha influido en que el número de casos se eleve”, explica Billeidys Diez González, subdirector de Epidemiología en Yaguajay.
La demora en la realización de las pruebas para confirmar la enfermedad y debilidades en el trabajo de los consultorios para el seguimiento diario a los pacientes constituyen algunas de las causas de la alta trasmisión.
LA COVID ESTREMECE A YAGUAJAY
Cuando el viernes 17 de septiembre Maribel Padilla Cardoso amaneció con dolor en la garganta, fiebre y malestar general, sintió de cerca el riesgo de contraer la covid. A pesar de todos los cuidados, este virus escurridizo llegó hasta ella, al igual que la imposibilidad de ser examinada por un médico tras la aparición de los síntomas.
Como Maribel, otros vecinos de Iguará, pertenecientes al área de salud de Venegas —la segunda de mayor complejidad epidemiológica en el territorio— atravesaron el mismo vía crucis en el afán de conseguir el test rápido que confirmara —o desechara— la posibilidad de ser positivo al nuevo coronavirus.
“Esto es una odisea para lograr que te hagan el test rápido. Yo estuve tres días con fiebre, vómitos, diarreas… y al sexto fue que vinieron a hacerme el test”, confiesa con zozobra Padilla Cardoso.
“La disponibilidad de test rápidos hoy es insuficiente para la cantidad de personas que están asistiendo a las consultas de Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) en los policlínicos. Mas, hasta ahora, cada área de salud cuenta con la cobertura necesaria para el día”, subraya Pável Socarrás Hernández, director municipal de Salud.
Sin embargo, la realidad contradice todo pronóstico. Lo confirma Ketty Expósito Dávila quien atravesó la misma encrucijada para realizarse el test. “Tenía todos los síntomas bastante avanzados cuando me lo pude hacer”, cuenta.
Sin embargo, en la consulta de IRA en el Policlínico Sergio del Valle, de la localidad de Meneses, la situación es diferente. Allí, el doctor Guillermo García Méndez, al frente de la misma, posee, hasta ahora, test y pruebas de PCR para sus pacientes. “Hoy tenemos suficientes test rápidos para el día. Pero cuando se ha dado el caso de que no alcanzan —por el elevado número de sospechosos— al otro día se va hasta las viviendas de los pendientes a realizar dichas pruebas”, argumenta el galeno.
Sin dudas, la lógica escasez de estos medios —dada por la elevada cifra de contagios— precisa de mayor organización en cada zona. Del control dependerá que los recursos lleguen a tiempo hasta quienes los necesitan.
También varios pacientes con test positivo esperan por las gotas de Nasalferón, por la pesquisa activa y hasta por la visita de su médico. Bien lo sabe Ernesto González Pérez, residente en la cabecera municipal. “He pasado las verdes y las maduras, aquí ha venido una sola vez la doctora, y ni siquiera me auscultó. Creo que es un problema que tenemos hoy”, destaca el joven de 25 años de edad.
Que si no tienen ropa suficiente para vestirse y entrar a las viviendas, que si no tienen tiempo por todas las demás obligaciones que exige el consultorio… son los argumentos que esbozan algunos galenos para justificar su ausencia en los hogares.
“Los médicos están siendo apoyados por los grupos de trabajo comunitario para que puedan realizar la evaluación clínica diaria de los pacientes y, aun cuando hemos tenido a profesionales enfermos con la covid y a otros laborando en los centros de aislamiento, hasta ahora tenemos todos los consultorios con la plantilla cubierta”, señala Socarrás Hernández.
Hoy Yaguajay no vive el mejor escenario. La complejidad epidemiológica es seria. Y, aun cuando se avizoran luces con la vacunación masiva, deberán llegar hasta sus áreas de salud decisiones organizativas que ayuden a respirar. Solo así se podrá revertir la situación que hoy vive el territorio.
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Escambray / ISSN 9664-1277
Saludos , se podran escribir cientos de reportajes, anécdotas y declaraciones de varias personalidades , pero la realidad es otra en Yaguajay , en Meneses , en Iguará y por general en todos los territorios del municipio existe una desorganización y desconocimiento inmenso sobre la epidemia, la restricción de la movilidad es nula , eso es mejor ni aventurarse a hablar de ella pues todo el mundo está en la calle con ó sin Nasobuco a cualquier hora , los positivos a test siguen deambulando hasta que se le resuelva el famoso PCR que ya no se sabe si es al 5°,7° ó enésimo día que aparezca y el resultado es a los 4 ó 5 días , el famoso nasalferon está falta en farmacia de los policlinicos comunitarios y los medios de protección del personal de la salud son escasos , a decir ni cloro se ha vendido más en ninguna comunidad de Yaguajay , todos sabemos que los errores que se cometan con el manejo de esta epidemia los pagaremos en los cementerios enlutando a mas familias .
Da la impresion de que ni los dirigentes gubernamentales y partidistas, ni los funcionarios de la Salud en el municipio, han sabido o podido estar a la altura de las circunstancias. Yo vuelvo a afirmar que detras de cada aumento exponencial de casos del virus existe un evidente descontrol, un relajamiento de la disciplina y una falta de exigencia por parte de las principales autoridades. Y asi no se puede, como diria Paula Ali…
Es contradictorio como los dirigentes de salud y del partido dicen una cosa y los pacientes con otra realidad. Yaguajay no cambia…