Con sangre campesina en sus venas y una trayectoria revolucionaria que comenzó cuando apenas era un adolescente en la zona de Juan Benítez, en Jatibonico, Edelberto Camejo Díaz asegura que la mayor parte de su vida la ha vivido dentro de las filas del Partido Comunista de Cuba.
Así ha sido porque en el año 1970 se inició como militante de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y poco después alcanzó la doble condición y de esa forma asume la dirección de la Organización de Pioneros José Martí en Jatibonico hasta llegar a primer secretario de la UJC en la provincia. Pero en su amplio aval como dirigente figuran también el de Presidente del Gobierno en el municipio cabecera y otras responsabilidades en las que se desempeñó hasta el momento de su jubilación hace poco más de un año.
A Camejo le sobran razones para celebrar junto a los delegados al VIII Congreso del Partido presentes en la cita que se desarrolla entre el 16 y el 19 de abril, porque, como bien dice, “este será un evento atípico que pasará a la historia por muchas razones, entre ellas, la de realizarse en medio de una pandemia que golpea al mundo y de un bloqueo que trata de asfixiar a los cubanos, aunque por más que lo intenten no lo lograrán”.
¿Qué significa para usted ser militante del Partido Comunista de Cuba?
El Partido del que Fidel fue miembro y fundador de su Primer Congreso en 1975 lo es todo en mi vida. Hoy me encuentro jubilado, pero no retirado, porque sigo activo en el núcleo zonal No. 76, de la zona de Aeropuerto. Estamos en presencia del evento más importante de los comunistas cubanos y pienso que entre otras razones resulta vital el seguimiento que le demos, en el cual se definirán, entre muchas cosas, aspectos importantes para el bienestar de nuestro pueblo.
No podemos perder ni por un segundo las enseñanzas de Fidel, que hoy están más vigentes que nunca y sirven de guía a los revolucionarios cubanos y a la sociedad en general, con una luz previsora hasta para los restantes pueblos del mundo.
Este será el congreso de la continuidad, ¿a qué usted cree que se deba esto?
Ahora corresponde a nuestra militancia ser más ejemplar que nunca, en cualquier actividad que desarrolle, buscar la unidad en todos los sectores y, sobre todo, continuar de forma activa con el desempeño y seguimiento de los acuerdos y decisiones que se adopten en este VIII Congreso.
Resulta necesario proyectar nuestro trabajo hacia las conquistas de esta Revolución, que no han sido pocas y se seguirán alcanzando. En todo ello pienso cuando se dice que este es el congreso de la continuidad porque toca a la dirección del país y a todo el pueblo que la sigue sacar adelante los programas iniciados por los líderes históricos.
¿Cuáles serían, a su juicio, algunas de las acciones más significativas a desarrollar en los momentos actuales?
Transcurrido este congreso hay que elevar las acciones de la Unión de Jóvenes Comunistas y las organizaciones estudiantiles y pioneriles, por lo que significan en el proceso de continuidad histórica, hay que incrementar el papel de las organizaciones de masas, porque resultan determinantes para mantener la unidad del pueblo en cada rincón del país y elevar la acción de nuestro Gobierno, que tiene la misión de darles solución a los problemas que plantea la población.
Pero les puedo asegurar que Cuba, con los problemas económicos por los que atraviesa, las dificultades que a diario enfrenta para combatir la pandemia, el recrudecimiento del bloqueo o cualquier otra prueba que le impongan, seguirá siendo un hueso duro de roer, ¡aquí no se rinde nadie, carajo!
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