El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, denunció este 25 de marzo que la política migratoria de Estados Unidos con respecto a Cuba constituye una herramienta de desestabilización contra la isla.
La política migratoria de EE.UU. hacia Cuba estimula flujos ilegales e irregulares. Es parte su tradicional política desestabilizadora y del afán de utilizar a la población como rehén de una ambición hegemónica y hostil contra Cuba, y contra nuestro gobierno, apuntó el mandatario en Twitter.
La Habana denunció la víspera que, con sus disposiciones migratorias abusivas, Washington incumple los compromisos bilaterales e implica una carga para naciones de tránsito a territorio norteño.
A través de una declaración, el Ministerio de Relaciones Exteriores apuntó que EE.UU. se afana en obstaculizar el procesamiento de los nuevos visados en las embajadas acreditadas en la capital cubana, con el objetivo de incrementar el malestar de los nacionales afectados.
La política migratoria de EE. UU. hacia Cuba estimula flujos ilegales e irregulares. Es parte su tradicional política desestabilizadora y del afán de utilizar a la población como rehén de una ambición hegemónica y hostil contra Cuba, y contra nuestro gobierno. pic.twitter.com/GQR91SdAbG
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) March 25, 2022
El documento recuerda la negativa de ese país de procesar en Cuba las 20 mil visas anuales que tiene comprometidas en acuerdos bilaterales y la carga del bloqueo económico reforzado que afecta el nivel de vida de la población.
A esto “se suman las presiones a gobiernos de la región para que exijan visas a los cubanos que aspiran a aprovecharse del permanente estímulo a la emigración hacia los Estados Unidos”, consigna el texto publicado en el sitio de Cubaminrex.
De acuerdo con la cancillería, Cuba ha tratado estos temas por los canales diplomáticos con el gobierno de la nación norteña, y expresado que esa conducta es abusiva con el aspirante cubano a emigrar, inconsistente con los acuerdos bilaterales suscritos, dañina para los países de la región y estimula la migración ilegal, irregular e insegura.
Desde el año 2017, Washington incumple la obligación suscrita en 1994 de asegurar la migración legal a su territorio de un mínimo de 20 mil cubanos cada año.
El escenario actual “no se aleja un ápice de la tradicional política desestabilizadora de los Estados Unidos contra Cuba y del afán de utilizar a la población como rehén de una ambición hegemónica y hostil contra Cuba, y contra nuestro gobierno”, subraya la declaración.
Cuba debe romper relaciones diplomaticas con el imperio y cerrar embajadas.