El del pelotero habanero-espirituano Alexis Miguel Varona Núñez es el más reciente de los casos que reventaron en las redes, como otra de las paradojas que enfrenta el béisbol cubano.
El muchacho hizo el grado en la nómina oficial de 32 jugadores de los Gallos en la actual Serie Nacional, pero, aunque tiene traje, número (4) y ganas, no ha podido jugar por cuenta de un carné y un “limbo migratorio”. Y aunque no es el único que aún no ha salido al terreno, el hecho de ser “repatriado” ha convertido el asunto en comidilla del terreno virtual. Escambray despeja incógnitas.
Hasta Sancti Spíritus llegó el capitalino cuando el mánager Eriel Sánchez lo vio mientras preparaba el equipo Cuba Sub-23 para los Primeros Juegos Panamericanos Junior, en Colombia: “Estaba en la preselección de Industriales, supe que había sido cuarto bate en equipos Cuba en categorías inferiores, vi sus cualidades, juega cuadro, los jardines; es joven, guapea la pelota y con deseos de jugar y esas cosas se pueden aprovechar en el equipo. Hablé con Guillermo Carmona y me dijo: ‘Te lo puedes llevar sin problemas’”.
Varona, por su parte, no lo pensó dos veces. “Eriel me dijo que aquí me daría juego, no vine ni por un año ni por dos, sino por el tiempo que Sancti Spíritus quiera”. Hizo la preparación con los Gallos y por su rendimiento se ganó un puesto entre los jugadores de cuadro, pero no ha puesto los pies en la arcilla.
Sucede que el muchacho estuvo en República Dominicana por cuatro años, tras el sueño de llegar a las Grandes Ligas, como ha sucedido a decenas de peloteros cubanos: “Allá los emigrantes, y más los peloteros, pasan mucho trabajo con el tema de la firma, las personas te dicen que hay un equipo y todo bien, pero entonces ellos piden dinero y más dinero y te tronchan, me jodieron el futuro, entonces regresé porque, joven como soy, no podía quedarme allá sin hacer nada, y te digo que muchos cubanos allá están abandonados”.
Regresó a tenor de las disposiciones actuales del béisbol cubano que permiten este tipo de reinserción, pero comenzó el otro juego: “Llegué en noviembre del 2020, desde ese tiempo hasta el 16 de junio del 2021 me personé varias veces en la Oficina de Inmigración del municipio de Cerro, en La Habana, pero no podía presentar los papeles porque todo estaba parado por la pandemia, pero ese día de junio sí los entregué, fui el primero de La Habana en hacerlo; me dijeron que los trámites demoraban de seis meses a un año y ya han pasado ocho meses”.
Varona no está ilegal en Cuba. Tal como procede con todo ciudadano que pide repatriación, posee un documento que lo identifica en ese proceso: “Con eso puedes hacer lo que quieras en el país, es lo que te representa, incluso para sacar los mandados por la libreta fui con ese papel y me los dieron y me dijeron que me los darán mientras no salga el carné”.
Puede hacer lo que quiera, pero no jugar pelota… Suena burocrático y contradictorio, pero sigamos. El mánager Eriel Sánchez abunda sobre el asunto: “Lo presentamos a la Comisión Nacional antes de la confección del equipo de 40. En el congresillo presenté el caso con el documento, me dijeron: ‘Lo puedes tener en el equipo, pero no lo puedes poner a jugar hasta tanto no se termine el trámite de repatriación’”.
Nelson Ventura, comisionado provincial de Béisbol, corrobora esta propia gestión: “Junto con la Dirección Provincial de Deportes, hemos actuado de acuerdo con lo establecido; hicimos el documento que nos pide la Comisión Nacional como que las autoridades de la provincia están de acuerdo. En el congresillo se nos dijo que esos casos se dejaran en la reserva, eran como 13 en el país y se han ido resolviendo. El trámite migratorio no depende de la provincia porque él tiene la dirección en La Habana; hemos hecho lo que está a nuestro alcance, pero hasta el momento no tengo la solución y la respuesta de la Comisión Nacional es que no juega hasta que no tenga el documento legal, que es el carné. Lo incluimos en el equipo porque pensábamos que el documento iba a salir más rápido, pues cuando el caso del espirituano Yankiel Mauris no llegó a tres meses dicho procedimiento”.
Sin carné no puede ni jugar pelota, ni cobrar por ella: “La que hace el contrato me dijo que hay que esperar el carné; o sea, sin trabajar y sin cobrar, ¿de qué voy a vivir?”, se pregunta Varona y agrega: “Mi primo me manda 500 pesos cuando puede, pero con eso no alcanza”.
“Él tiene su categorización hecha para el contrato porque está en la nómina —explica Ventura—, pero no se ha firmado porque no tiene Carné de Identidad y no se le puede pagar, aunque aún no se les ha pagado a los atetas, hay un período de tres meses para el pago retroactivo”.
Leída la novela, vamos a los avances del próximo capítulo. El de Varona no es de los casos, como se ha enfocado en las redes, de que no se le ha ayudado. Coincido con el comisionado provincial en que “si no lo quisiéramos aquí, no lo hubiéramos puesto en el equipo”. O sea, que Sancti Spíritus tiene la intención de que juegue y arropó en sus filas a un joven talento que quizás estuviese fuera de la Serie Nacional, ya que Industriales no lo llevó a sus filas y entonces hablaríamos de otra cosa.
De lo que se trata es de revisar los procedimientos para él y para otros a tono con los tiempos. Si el béisbol cubano les abre los terrenos hasta a quienes han jugado en las Grandes Ligas sin tantos papeleos, ¿cómo no evaluar estas trabas burocráticas que pueden resolverse con un clic, una conversación o una llamada? ¿Por qué si casos similares se han resuelto más rápido, este no?
Lo mejor sería que los trámites se cumplieran en el tiempo establecido, para él y para otros, tal como lo exponen las disposiciones legales: “Hasta 90 días, contados a partir del día en que se realiza la solicitud”, tal como aparece en el sitio cubatramite.com.
Lo otro, mientras dura el “limbo migratorio”, dilatado en demasía para estos tiempos digitalizados, si el “documento de trámite” le da derecho a integrar equipos, hospedarse en hoteles y hasta comprar con la Libreta de Abastecimiento, ¿cómo no le permite algo menos complicado como jugar, en este caso, pelota?
No se trata solo de Varona, que puede resolver o no parte de los problemas de los Gallos en estos inicios, el asunto es de conceptos y de cambiar procedimientos, porque son jóvenes que, por las razones que sean, quieren retornar al país a jugar la pelota nuestra en un contexto donde crece a galope la emigración de peloteros, un Carné de Identidad, un papel, un trámite no pueden marcar la diferencia cuando están en medio Cuba y sus brazos abiertos para el que quiera regresar.
El periódico de Sancti spiritus se presta para el juego mediático. Tantos peloteros de la provincia con resultados y que nunca han abandonado el país y no le sacan artículos. Pero además cuando se publicó el periódico ya el pelotero tenía su carne.
Que triste todo!!!! Nos tratan en nuestro propio país como si fuéramos extranjeros. El proceso de repatriación es una vergüenza para todo cubano, que desee regresar a su Patria. Y ahora se le suma la tontocracia a la que estamos ya habituados, los cubanos. Hemos perdido u seguiremos perdiendo talentos. A cualquiera se le quitan los deseos…..tenemos que pedir permiso para salir y luego para regresar……Hasta donde llegaremos??????
Inconcebible, simple y llanamente. Una vez mas se pone de manifiesto que, luego del bloqueo, lo que mas erosiona nuestro proyecto social es la burocracia infinita e interminable, en la cual se refugian muchos revolucionarios de pacotilla, la verdadera quinta columna o, mas claramente, la peor contrarrevolucion que sufre nuestra Patria.
Cra. Elsa. Muy atinado su artìculo. Pero no se da cuenta q en este paìs , una cosa es el «discurso» y otra es lo q vivimos los cubanos d a pie diariamente?
Una vez mas el durocratismo en un pais donde casi todo esta legislado e indicado, segun las leyes, pero una cosa es con bombo y otra con platillo en los ultimos tiempos. Ojala esto se resuelva y sirva de experiencia para soluciones positivas.