El mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro reconoció este lunes que el pueblo de Brasil vivía mejor en periodos de gobierno de Luiz Inácio Lula de Silva, sin mencionar el nombre del expresidente (2003-2011).
En conversación con partidarios, el exmilitar afirmó estar de acuerdo en que «la gente vivía un poco mejor en su época», en alusión a las administraciones del fundador del Partido de los Trabajadores.
Según Bolsonaro, esto se debió a que ahora hay más problemas que no se pueden controlar.
«Dicen que ‘en su época, la gente vivía un poco mejor que hoy’. Por supuesto que sí, estoy de acuerdo. No tuvo la post-pandemia (Covid-19), del ‘quédate en casa’, economía llena de cosas, una guerra, entre otros problemas», argumentó el excapitán del Ejército.
La semana pasada, Lula señaló que Bolsonaro teme ser arrestado si pierde los comicios de octubre. Hasta la fecha, el líder petista lidera todas las encuestas rumbo al sufragio.
«No tiene sentido desconfiar de las urnas. Lo que hay es miedo a perder y a ser detenido después de las elecciones», aseguró el exdirigente obrero, en un acto en Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais (sudeste).
Al respeto, Bolsonaro criticó el discurso y lamentó que los opositores quieren culparle de «todo lo que está pasando» en Brasil.
La Corte Suprema de Brasil juzga desde el viernes tres demandas presentadas contra el titular de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, por omisión en el análisis de solicitudes de juicio político al presidente.
Informado por la ministra Cármen Lúcia, del Supremo Tribunal Federal (STF), los casos no tratan el fondo de las solicitudes de cesantía, pero si Lira está obligado a expresar su posición a favor o en contra de la apertura del impeachment (destitución) del gobernante.
Los casos fueron enviados al pleno virtual el 5 de mayo y serán juzgados por todos los magistrados en el plazo que comenzó el viernes y se extiende hasta el día 20.
El STF también debe examinar si Lira cometió algún tipo de delito al no dar despacho a los procesos.
Por ley, el principal de la Cámara Baja tiene la prerrogativa de orientar la apertura del juicio político. Lira acumula 143 pedidos no evaluados contra el exparacaidista.
Organizaciones políticas, populares y de la sociedad civil presentaron en Diputados el 30 de junio de 2021 un denominado superpedido de expulsión de Bolsonaro.
Con la demanda se pretendió agrupar los argumentos de peticiones de «impeachment» (juicio político) contra el jefe de Estado, acusado de 23 delitos.
Figuran entre las infracciones citadas en el texto: la incitación a un golpe de Estado, con posiciones favorables al cierre de la Corte Suprema y del Congreso Nacional.
Igualmente, se mencionan el fomento de la indignación de la población contra el aislamiento social, la falta de un plan para combatir la pandemia de Covid-19 y las mentiras para obtener ventajas políticas.
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