El Gobierno de Estados Unidos admitió este jueves que ignora el origen de los incidentes de salud no identificados que aquejan a empleados del servicio exterior, después que se reportaron más casos en París y Ginebra.
Estados Unidos no sabe qué es la enfermedad ni quién es el responsable, dijo este jueves en una entrevista con MSNBC el jefe de la diplomacia norteamericana, Antony Blinken.
Tres diplomáticos enfermaron del misterioso mal en la ciudad suiza y uno en la capital francesa el pasado verano, y son unos 200 los presuntos afectados en cinco años.
Los casos supuestamente perturbaron a un oficial de inteligencia que viajaba con el director de la CIA William Burns por la India, llevaron a retrasar el viaje a Vietnam de la vicepresidenta Kamala Harris y provocaron la destitución de un jefe de estación también de la CIA en Viena.
Según Blinken, todo el gobierno federal está trabajando para llegar al fondo de la esta supuesta dolencia neurológica que atacó a diplomáticos estadounidenses, funcionarios y sus familiares en el extranjero y que conlleva síntomas como migrañas, náuseas, fallos de memoria y mareos.
Bajo ese argumento, la administración de Donald Trump (2017-2021) decidió desmantelar su embajada en La Habana después de reportar esos presuntos incidentes por primera vez entre los funcionarios estadounidenses en la capital cubana a finales del año 2016.
El 13 de septiembre de 2017, el entonces secretario de Estado Rex Tillerson ordenó retirar de la representación de Washington en La Habana a todo el personal que no fuera de emergencia, debido a esos “ataques de salud”, que el Gobierno de Cuba negó y de los cuales dijo no existen evidencias científicas.
Pero los hechos sirvieron a Trump para desmontar los avances logrados en los nexos bilaterales con el presidente Barack Obama (2009-2017) y recrudecer la política de bloqueo a Cuba con 243 medidas, vigentes aún con su sucesor demócrata, Joe Biden.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.