Agua en terreno de nadie

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Guillermo Bermúdez escribe a esta sección, con sus rasgos caligráficos a la antigua, una carta tan simple como medular sobre un tema de máxima actualidad y de importancia vital para el batey del antiguo central Ramón Ponciano.

Su misiva —afirma— aborda una inquietud de trabajadores y vecinos de esa comunidad relacionada con el deficitario abasto de agua allí: “Nosotros dependemos de una turbina bastante vieja y una tubería de cuando el central funcionaba hace bastante tiempo y están en pésimas condiciones, por lo cual en el tiempo de sequía es súper crítica la situación”.

Y agrega que la actual administración de esa empresa agroforestal asegura no tener nada que ver con esta problemática y que la situación la debe resolver Acueducto con una inversión, cuyo presupuesto ya estaba aprobado.

“Vinieron los compañeros de Acueducto, vieron la situación, pero en realidad no hay nada resuelto y seguimos los vecinos del batey con los salideros y las pésimas condiciones en el abasto de agua”, concluye el lector.  

Cartas de los lectores contactó con Franklin Lantigua, director de la Empresa Provincial de Acueducto, quien aseguró que “vamos a dar una respuesta cuando ese sistema de abasto se traspase oficialmente a Recursos Hidráulicos, todavía se está tramitando el expediente y aún pertenece a la Agricultura”. 

Agregó que el servicio eléctrico actual de esos equipos carece de control y medición, y resulta necesario esperar a que la Empresa Eléctrica intervenga, pero mientras —insistió—, la Ley de las aguas vigente en el país establece que los dueños actuales no pueden desentenderse del problema. 

Asimismo, el directivo reconoció que los trámites llevarán tiempo: “Ya estuvimos allí, se necesita mejorar la estación de bombeo e hicimos algunos proyectos para darle valor de uso al tanque porque se llenó de lodo. Hoy se bombea directo de los pozos a las redes y eso siempre trae dificultades. Cuando se haga efectivo el traslado del sistema, haremos labores de mantenimiento y lo que sea de inversiones se analizará para incluirlo en el plan”.

Mientras el papeleo toma su cauce los pobladores del batey Ramón Ponciano añoran el agua. Ante el reclamo, Yusliadys Lorenzo, subdelegada de Recursos Hidráulicos en el territorio, respondió que este año ese acueducto debe cambiar de dueño y que en la actualidad se trabaja para buscar una solución al mencionado problema eléctrico.

¿Y mientras?, inquirió Escambray: “No tenemos alternativa para mejorar el abasto. Si es por la fuente deprimida, continuarán las dificultades durante la sequía. Vamos a revisar la situación con la Agricultura. Nunca dijimos que nosotros íbamos a hacer una inversión. Cuando pase a nosotros lo pondremos poco a poco en nuestros planes de mantenimiento e inversión”.

Esta no es la única situación de este tipo que enfrenta la provincia, aclaró la directiva, ya hemos recibido el traspaso de varios sistemas también en malas condiciones y otros están por trasladarse, además de que estas labores llevan una preparación técnica. Evidentemente, el acueducto del Ramón Ponciano ha caído en terreno de nadie y la solución parece estirarse como un chicle. El desentendimiento de una parte; los trámites y la falta de recursos, de otro, dilatan el momento de una salida feliz. ¿Acaso no existe ningún camino más corto para viabilizar una solución? El agua, ya se sabe, resulta más que imprescindible y es un derecho de todos.