A su lado me sentía con suerte de famosa. Caminábamos de prisa, pero no dudaba en ponerle stop a su paso ante el llamado de las personas para tomarse una foto con él o saludarlo. Sin dudas, el personaje de Alexei de la recién finalizada telenovela Tan lejos y tan cerca ha dejado una huella en el corazón de muchos cubanos.
Lleno de conflictos con su padre y en el plano amoroso, este joven de 20 años encarnado por Ariel Zamora Cañedo embarcó a la teleaudiencia en un viaje en forma de carrera de obstáculos, en el que los momentos de odio y amor hacia el personaje no faltaron.
Aunque el talentoso actor ya había tenido pequeñas participaciones en televisión, este papel conquistó la admiración de millones de espectadores, quienes reflejan su cariño al joven en las calles y en las redes sociales. No han faltado las muchachas que, al ver la foto publicada junto a él, el día de esta entrevista me escribieron para elogiar su bien logrado personaje y para exclamar uno que otro piropo y suspiro enamorado.
«Osvaldo Doimeadiós, quien es mi profesor en la nave Oficio de Isla, me dice que Alberto Luberta y Loysis Inclán estaban haciendo el casting para la telenovela. Me presento junto a Maité Galbán y Alberto Corona. Luego de unos días Loysis me envía una foto de Maité y Alberto junto a mí y me escribe: “Ya eres parte de la familia”. Quedé muy sorprendido y superfeliz de poder tener un papel en la novela y de hacerlo junto a estos grandes actores».
Al personaje lo amó desde el principio, pues tenían mucho en común. «Alexei es un joven de mi edad. Aunque él era pintor y yo actor, pienso que los dos tenemos esa sensibilidad particular que tienen los artistas. En cuanto al carácter tenemos miradas diferentes hacia la vida, soy una persona más alegre y amistosa. Al principio muchas personas me enviaban mensajes por las redes diciéndome pesado, batido de mandarria, hacían muchos memes sobre el comportamiento irreverente del muchacho.
«Sin embargo, el conflicto de este personaje, quizá negativo en un principio, fue dando un giro de 180 grados. Las personas acogieron de manera increíble su transformación. Me gritaban por la calle: —¡Oye, estás mejorando, te estás portando mejor! Hasta que un día alguien se acercó a mí y me dijo: —¡Me encanta Alexei!».
La trama amorosa en la que se desenvolvió el joven artista fue una de las más seguidas y debatidas por los televidentes. El conflicto giró entre diferencias de edad, traición y amor prohibido. A pesar de los prejuicios que impone la sociedad, legados de la tradición machista, Zamora es de los que piensa que «cuando hay amor no importa nada, entiendo a Alexei y no lo juzgo».
A diferencia de su personaje: un fan al rock, Ari —como sus amigos le dicen— admira la variedad de géneros musicales desde la salsa, el son hasta el buen reguetón. Aunque ama la actuación, en sus inicios estuvo vinculado con los deportes. «De niño practicaba béisbol; era muy malo, pero me gustaba. También me interesé por el taekwondo».
A pesar de esta afición que aún practica en su tiempo libre, Ariel Zamora afirma que al descubrir el arte se olvidó de todo lo demás. «Cuando cursaba la Enseñanza Primaria comencé a formar parte de un dúo de mariachis con una amiga del aula. Nos presentábamos en los matutinos y en las actividades pioneriles. Cuando estaba en cuarto grado van unos instructores de arte a la escuela y nos hablan de un proyecto de teatro para niños. Preguntaron que si teníamos aptitudes para actuar o para alguna manifestación artística, y toda el aula señaló para nosotros dos.
«Les enseñamos lo que hacíamos y les encantó. Comenzamos en esta compañía infantil cienfueguera de teatro, música y danza que tiene por nombre Abrakadabra. Allí tuve mi primer contacto con el mundo de la actuación. Comencé desde los diez años hasta el noveno grado, cuando ingresé a la Escuela Provincial de Arte de Villa Clara. Luego me traslado a La Habana y comienzo en la Escuela Nacional de Arte. Actualmente me encuentro cursando el segundo año del Instituto Superior de Arte por curso para trabajadores».
Ariel es un amante nato del teatro, aunque también ha incursionado en el cine. Actualmente es parte de la compañía Teatro El Público y trabaja en la comunidad creativa Oficio de Isla. «Ha sido de las cosas que más me han hecho olvidar los problemas. Cuando estoy actuando las preocupaciones y las inquietudes se borran de mi mente. El teatro es algo mágico».
Es un muchacho muy divertido y activo. Entre sus pasatiempos favoritos está montar bicicleta, salir con sus amigos a acampar, a la playa, a tocar y a cantar. Su transparencia y espontaneidad al actuar están presentes también en la forma de ser de Ariel. A pesar de acumular un gran número de admiradores que siguen sus trabajos, el cienfueguero específicamente de la zona de Tulipán, agradece humildemente a todos los que aportaron su granito de arena al actor que es hoy.
«Le debo todo lo que soy a la ENA y a sus profesores, en especial a Yazmín Gómez, a Yailín Coppola, al maestro Carlos Díaz, a Fernando Echevarría, a la maestra Corina Mestre…. En el plano profesional, pues lo considero parte de la academia, todos los días aprendo algo con Osvaldo Doimeadiós, a quien le agradezco infinitamente su apoyo».
Ante la pregunta de a qué tipo de personaje le gustaría dar vida en un futuro, el actor es de los que piensa que «uno recibe un personaje y lo da todo, aunque sea el que estás esperando o no. Esa pregunta me ha puesto a pensar, no sé…, pero te responderé pronto».
Para los seguidores de Ari la buena noticia es que próximamente podrán deleitarse con nuevas participaciones y proyectos que tiene entre manos. «Pronto se estrenará el mediometraje La otra Isla, en el que tengo una intervención. También estoy trabajando en un proyecto de teatro en la nave Oficio de Isla.
«Simultáneamente con el rodaje de la novela grabé la serie juvenil Primer grado, bajo la dirección de Rudy Mora. Se debe estrenar a finales de este año o principios del año venidero. Interpreto a uno de los protagonistas, Chuli, un muchacho que es el barbero del barrio y está comenzando en el mundo del reguetón, algo que se aleja totalmente de Alexei en Tan lejos y tan cerca. La serie tiene un gran peso en el trabajo actoral joven y toca temas tan controversiales como los conflictos en las redes sociales».
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