Lágrimas de felicidad y aplausos cuasi infinitos revelaron este viernes el significado de la victoria de Argentina sobre Países Bajos (2-2/4-3) para avanzar a la ronda semifinal y mantener viva la ilusión de América en Qatar 2022.
El Estadio Lusail pareció La Bombonera o El Monumental y Doha sintió los soplos de Buenos Aires, gracias a una hinchada albiceleste que cantó, abucheó, saltó y sufrió durante más de 130 minutos en el afán de conservar el sueño y el camino hacia «la tercera» corona, sin importar que el éxito llegara en tanda de penales.
No lo podemos creer. Esta selección es única. Sufrimos mucho, pero logramos el objetivo. Merecemos la copa, la merecemos, dijo emocionada Constanza Cejas en declaraciones exclusivas a Prensa Latina.
Después de un inicio trabado para ambos equipos, un pase magistral de Lionel Messi superó la defensa neerlandesa y dejó solo al defensor Nahuel Molina (35) ante el portero Andries Noppert.
En ese momento, más de 80 mil almas contuvieron la respiración mientras el carrilero optó por un control largo y remató a ras de pasto para desatar la euforia en la instalación deportiva.
El pase de gol de Messi resultó su quinta asistencia en las fases eliminatorias de los Mundiales y superó un récord en poder de Edson Arantes do Nascimento, «Pelé», desde el lejano año 1966.
En el complementario, Denzel Dumfries dejó la pierna atrás, derribó a Marcos Acuña en el área y el árbitro español Antonio Mateu Lahoz pitó penal. Otra vez explotó el espacio insignia de Qatar 2022.
«La Pulga» (73) no perdonó desde los 12 pasos y Argentina se acercó a las semis por el tanto de su capitán, que igualó a Gabriel Omar Batistuta como máximo goleador de su país en mundiales.
Pero en un giro radical de la historia, Países Bajos redujo la ventaja con una contra por la derecha y un centro al área, donde apareció el gigante Wout Weghorst (83) para saltar más que nadie y rematar picado al palo contrario de Emiliano Martínez.
Cumplido el tiempo reglamentario, Mateu Lahoz dio 10 minutos de descuento y un lanzamiento de falta dejó sin aire a todos los seguidores de Argentina en el planeta: Teun Koopmeiners tocó suave la redonda, Weghorst recibió tras la barrera y la acarició para vencer -otra vez- al «Dibu» Martínez. ¡Empate sobre la bocina, a poco de todo!
La prórroga dejó buenas sensaciones para la «Scaloneta» que lo intentó mejor, complicó a la defensa oponente y hasta un remate al palo izquierdo de Enzo Fernández devino ovación cerrada.
Sin embargo, ningún equipo logró anotar y la siempre veleidosa tanda de penales decidió el encuentro, con el «Dibu» luciéndose al protagonizar dos paradas y Lautaro Martínez capaz de exhibir sangre fría para celebrar la diana decisiva.
«¿Cómo voy a dejar de llorar?¿Cómo? Estuvimos a un paso, todo se desvaneció y estos chicos revivieron. Los bancamos a todos, son unos guerreros», manifestó Agustín Papasidero en medio de suspiros.
Tras la diana de Martínez, Messi alzó los brazos y sonrió, la felicidad era plena, porque entendió que sigue en el rumbo correcto hacia la anhelada Jules Rimet, la única copa que le falta a su ilustre trayectoria.
En el medio de la cancha, los neerlandeses quedaron en el césped, con el dolor propio de la derrota después de dejar la vida en busca de saciar la sed de los anhelos.
Entonces, detrás de una de las porterías, el equipo ganador cantó con su grada: «Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar, quiero ganar la tercera, quiero ser campeón mundial. Y al Diego, en el cielo lo podemos ver, con Don Diego y con La Tota, alentándolo a Lionel».
Argentina es América en Qatar 2022 y rivalizará contra Croacia, verdugo de Brasil, por el pase a la gran final del torneo ecuménico, el venidero 18 de diciembre en el propio Estadio Lusail.
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