Asociación Hermanos Saíz: Guía del arte joven

Con su presidencia renovada, la filial espirituana de la Asociación Hermanos Saíz tiene la responsabilidad de estremecer la vida sociocultural del territorio

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La nueva presidencia de la AHS en Sancti Spíritus está liderada por Lil Laura Castillo y Ariel Fonseca y Liset López como sus vicepresidentes. (Foto: Vicente Brito/Escambray)

Aunque el calendario ha echado a volar ya 35 de sus páginas, el espíritu transformador de su membresía juvenil apuesta por no morir. Se sostiene de sus esencias y crece apegada a sus contextos, siempre con una búsqueda constante de cómo lograr un accionar transformador, de impacto y que permita que la Asociación Hermanos Saíz (AHS) sea eternamente la guarida fiel de quienes crean en Cuba.

Es, en esencia, el nicho de artistas e intelectuales, impulsores de la política cultural cubana, estandarte y guía del arte joven. La acompañan quienes ya con más experiencia son brújulas y toda la infraestructura institucional de la sociedad, a fin de ayudarle a despejar los horizontes.

Por su propio carácter plural e inclusivo, donde confluye el arte empírico con el nacido en las academias, la organización promueve la obra en igualdad de condiciones, así como carga sobre sus hombros con la responsabilidad de sistematizar la programación cultural —hoy con menos recursos por las propias condiciones económicas y la situación epidemiológica del país— atendiendo a las jerarquías artísticas como garantía para ofrecer propuestas necesarias y con calidad.

Consciente de ello, la membresía de la filial espirituana de la AHS —por lo menos gran parte de ella— empuja, estimula musas y fortalece desde la individualidad a un gremio con sueños por cumplir y que debe superar más de un obstáculo para lograrlos.

Afortunadamente, sobre la mesa de su ejecutivo provincial y sus dos células —en Trinidad y Jatibonico— las luces y sombras están identificadas. La máxima es trabajar con unidad y constante comunicación, tanto a su interior como con quienes tienen como encargo estatal acompañarlos.

El primer gran desafío es volver a convertir la Casa del Joven Creador en el espacio real e identificativo de toda su membresía. Insiste en ello la actual presidenta de la organización, Lil Laura Castillo: “Hagamos de esa institución nuestra casa”. Ya su deterioro constructivo es historia. Ahora, precisa de equipos de luces y audio, pero sobre todo de aunar propuestas para consolidar una programación de referencia para los diferentes tipos de públicos.

Una responsabilidad que recae no solo en sus nuevos líderes, sino en cada uno de los asociados que con ideas renovadoras propongan actividades que rompan con la pasividad que en ocasiones se transpira en Sancti Spíritus.

También entre las preocupaciones de la AHS espirituana está lograr una comunicación desde la gestión de contenidos inteligentes y con inmediatez. En ese sentido sigue —al igual que en el resto del sector cultural— como asignatura pendiente dominar las herramientas que permiten estrechar distancias en el escenario digital.

“Hay que respetar lo que hacen y piensan nuestros artistas y que luego publican en los diferentes soportes comunicativos. Contar la agenda pública de todos los días tiene la valentía de los creadores, sobre todo los audiovisuales. Pero es necesario comprender que los temas de interés para la mayoría de las audiencias tienen que estar porque así se recoge en la Constitución de la República”, sostiene Jairo Alberto Pachecho, radialista, quien asegura que jamás, aunque ya alcanzó la mayoría de edad para ser asociado, podrá desprenderse de esa gran familia.

Para lograr dicho empeño urge laborar como un gran sistema, sin conformismos a la hora de publicar el quehacer de la joven vanguardia artística, lograr una estrategia articulada que pondere las mejores expresiones artísticas espirituanas en el gran océano de Internet.

En ese arduo trabajo se precisa tomar de la mano la crítica de arte, estudios de públicos —otra de las grandes deudas—, así como pensar, planificar y controlar programaciones culturales que asuman necesidades y vacíos en los espectadores potenciales.

Para sacudir la falta de motivaciones, que también se percibe en el gremio artístico juvenil, le corresponde a la filial espirituana derribar los conceptos anclados en procesos inoperantes que aún inmovilizan el sistema institucional de la Cultura.

Solo así serán letra muerta los reclamos que conviven entre la membresía como la revisión del pago por horas a los artistas de la Radio y la Televisión, como si el arte pudiera ceñirse con un traje y corbata; la existencia de la sede del único teatro guiñol de Trinidad sin personal de apoyo para hacer funcionar el centro; la inoperante galería comercializadora; la deuda durante cuatro años a los artistas escénicos que laboraron en el carnaval del municipio espirituano; las inexistentes estrategias que ponderen con efectividad la creación joven en un mercado tan fuerte como el de Trinidad, donde propuestas comerciales muchas veces reciben inmerecidos apoyos, y la falta de apoyo a la organización en la preparación de Lunas de Invierno, un evento que pudiera volver a ser referente para el país.

Preocupa, además, cómo seducir a los estudiantes de la Enseñanza Artística para que reconozcan a su terruño como el escenario seguro para desempeñarse como profesionales.

“Tenemos que visitar mucho más nuestras escuelas. Es una debilidad que nos está pasando la cuenta cuando hoy la mayoría de los egresados no quieren trabajar con nosotros”, opina Fernando Gómez, director de Dador Teatro y jefe de la sección de artes escénicas.

El compromiso con la AHS y la cultura se demostró cuando en los complejos días del pasado año la creación no decayó y acompañó a todo su pueblo desde las redes sociales, zonas rojas y vacunatorios.

Con esas experiencias y otras muchas caminará por el próximo período la nueva dirección de la filial espirituana de la AHS consciente de que la estrategia más efectiva se basa en mayor participación, con ojo crítico, pero con fundamentos estéticos, de respeto y solución, desde la capacidad de incluir, aportar y apoyar la política cultural de la nación.

Lisandra Gómez Guerra

Texto de Lisandra Gómez Guerra
Doctora en Ciencias de la Comunicación. Reportera de Radio Sancti Spíritus y corresponsal del periódico Juventud Rebelde. Especializada en temas culturales.

Comentario

  1. Luis Rey Yero Pérez

    Muy buen comentario. Resumiste lo esencial de la asamblea AHS. Te felicito.

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