Al menos 122 cadáveres se han encontrado bajo los escombros en la ciudad de Petrópolis (Río de Janeiro) luego de las intensas lluvias que azotaron esta semana esa ciudad brasileña, mientras que al menos 218 personas se registran como desaparecidas, según informaciones divulgadas por la Policía Civil.
Además de las 122 víctimas mortales y dos despojos extraídos de los escombros, se estima que el número de fallecidos continúe en aumento mientras prosiga la búsqueda de sobrevivientes, en la que participan más de 500 efectivos del Cuerpo de Bomberos y funcionarios de la Alcaldía y otros municipios en todo el primer distrito.
La mayor parte de los empleados de la Comisaría de Localización de Paradero (DDPA) se han organizado en cuatro grupos y recorren hospitales y albergues para ayudar en la identificación de los desaparecidos.
Hasta el momento, 24 personas fueron halladas vivas, algunas con heridas de consideración, que ingresaron a centros asistenciales en estado muy grave, de acuerdo con información brindada por médicos de hospitales a medios locales.
De acuerdo con una nota de prensa, el Ayuntamiento de Petrópolis anunció el incremento del número de empleados que ayudarán con exhumaciones e inhumaciones, así como la excavación de nuevas fosas en el Cementerio Centro.
En la noche del jueves las lluvias volvieron con fuerza y se tuvieron que suspender las labores de rescate. Ante el hecho, los vecinos de varios barrios fueron alertados con alarmas para refugiarse en casas de familiares o refugios públicos.
Las autoridades activaron nuevamente las sirenas de alerta este viernes ante la presencia de fuertes precipitaciones que amenazan con nuevos deslizamientos.
Este jueves, diez empleados de la Empresa Municipal de Fomento de Petrópolis (Comdep) trabajaron para abrir la mayor cantidad de fosas poco profundas en tiempo récord, pues había que practicar 31 inhumaciones en el Cementerio Centro, camposanto principal de la ciudad.
Dicha instalación únicamente tiene capacidad para diez entierros diarios y ya estaba sobrecargado y en situación precaria por las víctimas de la Covid-19 en los últimos dos años.
Las dos funerarias adscritas al cementerio tenían que atender este jueves, entre ambas, 46 entierros. De acuerdo con testimonios de un empleado a un medio local, no es posible buscar todos los cuerpos porque no hay disponibilidad de fosas o ataúdes para enterrarlos.
Por su parte, el presidente Jaoir Bolsonaro regresó de su visita a Rusia y Hungría y sobrevoló la zona devastada de la ciudad. Dijo que la catástrofe es realmente grande, aunque omitió que el pasado año ordenó suprimir fondos destinados a programas de prevención de desastres naturales.
El papa Francisco manifestó sus condolencias y compartió el dolor de “los enlutados o despojados de sus bienes“, en un telegrama en portugués enviado al obispo de Petrópolis, Gregorio Paixao Neto.
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