Las máximas autoridades de la ONU expresaron gran pesar por el reciente tiroteo en una escuela primaria en Texas, que conmociona a Estados Unidos, mientras varias familias lloran las muertes de sus niños.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, dijo sentirse “profundamente conmocionado y entristecido por el atroz tiroteo masivo en una escuela primaria en Uvalde, Texas”.
Guterres envío sus condolencias a las familias y seres queridos de las personas fallecidas: es particularmente desgarrador que la mayoría de las víctimas sean niños, dijo.
El presidente de la Asamblea General de la ONU, Abdulla Shahid, también manifestó tristeza luego de conocer sobre el tiroteo en Uvalde, Texas, que mató a 18 niños.
“Sentidas condolencias a los padres, hermanos, familiares, amigos y miembros de la comunidad que soportan esta angustia inimaginable”, escribió en su cuenta oficial en Twitter.
De acuerdo con los más recientes reportes, la cifra total de muertos por el tiroteo ocurrido la víspera en una escuela estadounidense de Texas se elevó a 21, de ellos 18 niños y tres adultos.
El senador estatal Roland Gutiérrez, quien proporcionó los datos sobre las víctimas fatales, no precisó si entre los fallecidos estaba el atacante.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien recién llegó de su viaje a Asia, hizo un pronunciamiento en el cual lamentó lo sucedido. En cuanto a la legislación de control de armas, el mandatario norteamericano pidió a los miembros del Congreso que “convirtieran este dolor en acción”.
Biden recordó otros tiroteos masivos, como el ocurrido en 2012 en la escuela primaria Sandy Hook en Newtown, Connecticut, donde murieron 20 menores.
La masacre ocurrida el martes en la escuela primaria Robb de la ciudad de Uvalde, en Texas -a poca distancia de la frontera con México y con una mayoría de población latina-, es uno de los más mortíferos ataques en centros educativos de Estados Unidos.
El gobernador del estado, Greg Abbott, contó en rueda de prensa cómo al parecer el responsable del crimen, un joven de 18 años identificado como Salvador Ramos, abandonó su vehículo y luego ingresó a la escuela donde asesinó a decenas de personas.
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