Como todos los días, Armando Peraza Yumar montó la silla de ruedas eléctrica y salió temprano de casa rumbo a la Sala de Rehabilitación de los Olivos, donde hace ya algún tiempo los especialistas batallan por sanar su rodilla enferma.
Todo iba bien hasta que intentó cruzar la intersección de la calle Frank País, en la misma esquina que ocupa el local de RadioCuba, frente a la otrora Real Cárcel, para incorporarse a la Carretera Central.
El tráfico es intenso a esa hora de la mañana y Armando se confundió entre tantas bicicletas, motorinas, autos y peatones que también intentaban cruzar.
“La verdad es que no vi venir el camión, no recuerdo ni cómo me sacaron de abajo de sus ruedas. Desperté en el hospital lleno de dolores y con múltiples golpes y hematomas”, dice a Escambray.
Este periodista fue testigo casual del acontecimiento y de cómo manos solidarias detuvieron el tránsito y sentaron a Armando en plena calle mientras todos querían socorrerle.
Alguien pálido como un papel no se separaba de su lado. Luego supe que se trataba de Jalieski Gómez, quien más tarde escribiría en el perfil en Facebook de Radio Vitral, donde primero se informó sobre el accidente: “Gracias a todas las personas que de forma positiva se han preocupado y dejado sus comentarios alentadores. Yo soy el chofer del ómnibus, el niño que lloraba es mi hijo, no del señor impactado. Lloraba obviamente por el hecho ocurrido en el que gracias a Dios no hubo que lamentar males mayores. Gracias a todos”.
Con la inmediatez de las redes sociales, Sancti Spíritus estalló en comentarios y mensajes compartidos. Al filo del mediodía del miércoles 22 de junio, el teléfono de María del Carmen Rosa, esposa de Armando, no paraba de sonar.
Fue un vecino quien le avisó del accidente cuando aún se encontraba en la cama y en segundos todo el barrió se movilizó al leer la publicación en Facebook.
“Imagina que mi vecino tuvo hasta el detalle de recoger los espejuelos de Armando en el lugar del accidente. La verdad, no tengo palabras ante tantas muestras de apoyo, incluso me recargaron el teléfono y no supe quién fue. El pueblo cubano es muy unido”, confiesa.
Cuenta María del Carmen que ha recibido llamadas de espirituanos que viven en otras partes del mundo, quienes también conocieron a través de las redes sociales sobre el suceso.
No faltaron tampoco los mensajes de aliento en Facebook. Anai Fernández escribió: “Eso es algo que caracteriza a los cubanos”.
Por supuesto que existe un sistema de emergencia para accidentes de esta naturaleza, pero todo ocurrió tan rápido que ni siquiera las ambulancias tuvieron tiempo de llegar al lugar.
En menos de tres minutos ya un carro solidario trasladaba a Armando hasta el Hospital Provincial Camilo Cienfuegos de Sancti Spíritus, donde fue atendido de inmediato por un equipo multisectorial.
“Me hicieron radiografías de tórax y de cadera. Vino hasta un neurólogo y me llevaron al somatón, luego ultrasonido y consulta con un cirujano. En fin, me vieron todos los especialistas del hospital. Me atendieron con prontitud, amabilidad y mucha profesionalidad”, explica el accidentado.
A sus 83 años, Armando Peraza Yumar nació por segunda vez y, aunque no recuerda nada, sabe lo afortunado que es. Lo entrevisté en medio de la sala de su casa, donde vende artículos religiosos. Casa Obatalá es el nombre de un negocio que hoy estaba lleno de personas preocupadas por su salud. Bien lo sabe Armando: aunque tenemos miles de carencias materiales, sufrimos apagones y la inflación se agiganta por minuto, los cubanos somos los campeones de la solidaridad y del humanismo.
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