No es un despiste este titular. Es que, más allá de que el 20 de noviembre rodaron los primeros balones en Catar, para muchos la verdadera Copa del Mundo de Fútbol comienza este 3 de diciembre.
Ahora es cuando se inicia el todo o nada, con los octavos de final entre los 16 equipos que lograron acceder a esta ronda, la mitad de los que llegaron hasta el desierto climatizado con las maletas llenas de sueños y las piernas listas para atizarlos.
Solo que después de algunas sorpresas que matizaron los pronósticos y las expectativas, el Mundial de la FIFA, como le llaman también, empezó a enderezarse y a poner las cosas en sus puntos más lógicos, entre los contrastes de varios empates a cero y marcadores abultados.
Sí porque a falta de dos fechas para el cierre de la fase de grupos, ya se habían repartido 10 de los 16 boletos en disputa, un poco más fácil de lo que se vislumbró la fecha en que Arabia Saudita ganó a Argentina o Japón a Alemania.
Lo cierto es que, aun con un Messi disminuido —ya por los años, ya por el peso de su historia de poco goleador en Mundiales—, Argentina se reinició para revertir una arrancada incierta y pasó con categoría, para ser, otra vez, junto a Brasil, la esperanza de América Latina en un evento donde las selecciones de este continente no han lucido su mejor fútbol, más allá de las derrotas con las mayores desilusiones para Uruguay, último de grupo, y México, al que no le alcanzó su victoria final ante Arabia Saudita.
Europa sigue marcando su poderío y la llamada a arrebatarle las ilusiones a América con selecciones poderosas como Inglaterra, Francia, Portugal, Países Bajos, aunque lamente la eliminación de Dinamarca, una de las selecciones que llegaron a Catar con etiqueta de favorita.
De manera que a las adivinanzas les queda portería. A partir de este sábado ya no habrá especulación sobre el césped, mucho menos brechas como las de Francia cuando jugó, lógicamente, con su banca ante Túnez y perdió por darles descanso a sus regulares.
A la hora en que sube la adrenalina, junto con el balón habrá que controlar los nervios para evitar la ronda de penales, o lo que es lo mismo, la ruleta de la suerte. Solo ocho equipos quedarán con vida cuando el 6 de diciembre terminen los octavos de final.
La temperatura se elevará sobre el calor de Catar en la fase de cuartos de final los días 9 y 10 de diciembre. Para bajar tensiones y acomodar vaticinios, habrá un descanso necesario hasta que el 13 y el 14 se definan los dos aspirantes a la Copa en semifinales. La ronda de los desconsolados será el 17 para dar paso a la locura total el 18 de diciembre.
Habrá que ver si, como en los dos últimos mundiales, triunfa la fórmula matemática del economista Joachim Klemen, que esta vez calculó a favor de Argentina, o la de un supuesto viajero del tiempo que vio a lo lejos la Copa en Brasil, o la de un simple mortal cubano que arriesga sus votos por el peso del equipo que lleva, simplemente, en su preferencia apasionante.
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