Que la consulta popular del entonces proyecto del Código de las Familias enriqueció la norma jurídica no es mera afirmación y, mucho menos, retórica de paso.
Una lectura sin prisa de la ley, que será sometida a referendo popular el 25 de septiembre, permite establecer las aportaciones de la ciudadanía, que es decir, nosotros mismos, a la disposición legal.
Hoy, solo nos detendremos en algunas de las contribuciones. Gracias a las propuestas del pueblo, se amplió, por ejemplo, la protección de niñas, niños y adolescentes en medio de situaciones excepcionales y de desastre. Ello es parte de la actuación del Estado cubano, reforzada con el reconocimiento explícito en la norma familiar, como lo han subrayado los expertos.
Como trascendió en las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en julio último, la garantía de este derecho se pudo constatar recientemente a raíz del accidente del hotel Saratoga, de La Habana. ¿En qué sentido? Es de conocimiento, pero vale subrayarlo: todos los niños tuvieron garantizada su salud y su educación inmediatamente, o sea, con posterioridad a la catástrofe.
Otras propuestas de la ciudadanía durante la consulta popular del proyecto del Código de las Familias no solo fueron escuchadas; sino incluidas en la ley, aprobada el 22 de julio por el Parlamento cubano.
A partir de las sugerencias de la población, en dicha disposición legal se entrelaza el principio de interés superior de niñas, niños y adolescentes y sus pautas de valoración, con los deberes que a ellos les asisten.
Más ilustrativo: el reconocimiento de las niñas, niños y adolescentes como sujetos de derechos implica que también son titulares de deberes. ¿De cuáles hablamos? Digamos, entre otros, el respeto a sus familiares.
Nos referimos, además, al deber de participar y corresponsabilizarse en el cuidado del hogar, y en la realización de las tareas domésticas de acuerdo con su edad y con independencia de su género.
Que la comisión redactora del proyecto del Código de las Familias haya incorporado a la versión 25 y última estas propuestas de la población constituye evidencia incuestionable de que la consulta popular, celebrada de febrero a abril, no resultó pura formalidad; aunque los detractores de la nueva ley, incluidos los que odian y deshacen, se empecinen en decir todo lo contrario.
Buenas .eso que dicen esta bien, solo que para que sean objetivos deben agrrgar tambien , que de las cosas que mas critico y hablo el pueblo en esos intercambios, no se cambio ninguno.Si tuvieron acceso a alguna asamblea lo saben y fue generalidad en el.pais…eso no se toco en los cambiis que hicieron, entonces no escucharon al soberano
Esta campana del gobierno por el SI en el Referendum del Código de Familia ha sido desigual: UN MONO AMARRADO CONTRA UN LEON. El gobierno ha contado con todos los medios de difusión masivos a su alcance, sin embargo, los promotores del NO, las Iglesias en específico, no han tenido acceso ni a la radio, ni la TV, ni a la prensa plana, ni prensa online. Ni hay equilibrio, ni equidad, ni trato justo.
Debido a este trato desigual, yo voto NO.