Desde que María Esther Núñez Martínez, vecina de la Circunscripción No. 83 del Consejo Popular de Iguará, en el norteño municipio de Yaguajay, supo que el proyecto del Código de las Familias rechaza la discriminación y la violencia en el ámbito familiar encontró un motivo más para no dejar de asistir a la consulta popular que tiene lugar por estos días en el territorio y, de esta forma, respaldar la propuesta.
Y es que, en su criterio, dicho proceso muestra un enfoque de justicia al sustentar principios o valores como el respeto y el derecho igualitario de todos los miembros que conforman los núcleos familiares cubanos. “Esto lo necesitábamos, pues la violencia familiar tiende a la destrucción de las personas, la convivencia y la armonía del hogar”, remarcó.
En un ambiente cargado de optimismo los habitantes de esta zona enriquecieron el proyecto no solo con criterios alentadores, sino con un rotundo apoyo que demuestra la eficacia de este Código de las Familias al amparar y proteger a los cubanos ante disímiles circunstancias que enfrenta la sociedad actual.
Ronel Pérez Hernández, otro de los pobladores de la misma comunidad, refirió que con esta normativa se gana también en oportunidades para los adultos mayores, pues refleja el derecho de estos a una vida familiar digna, siendo el seno familiar el principal responsable de la atención a sus necesidades. Asimismo, aclaró que apuesta por la estrecha comunicación de estos con personas afectivamente cercanas.
Por su parte, María Teresa Prado, a sus más de 60 años, expresó sentirse tranquila porque sabe que sus nietos estarán protegidos con esta nueva normativa, pues contempla los derechos de la infancia y la adolescencia, a tono con la Constitución.
De igual forma, agradeció que en Cuba constituya prioridad la atención de los menores de edad para el disfrute de una vida plena y feliz. “Eso sin contar que a partir de ahora las nuevas generaciones tendrán derecho a participar en la toma de decisiones familiares que afecten sus intereses, integridad física y pleno desarrollo de su personalidad”, destacó.
Andrea Prieto Rojas consideró de muy acertado lo referido a la edad expuesta en la legislación para contraer legamente matrimonio entre jóvenes a partir de los 18 años cumplidos, al tiempo que ponderó la protección que se ofrece a las familias vulnerables por parte del Estado.
Mientras, Francisco Calero Sierra señaló que este es un proyecto esperanzador para el país, al cual pueden acceder todos los electores ya sea por vía digital o impresa, con el objetivo de mejorar su preparación acerca del contenido para el debate. Explicó que también pueden enviar sus opiniones por escrito a los Consejos Electorales o al correo electrónico habilitado por la Asamblea Nacional del Poder Popular.
“El proyecto del Código de las Familias es justo”, así lo calificó Pérez Hernández, quien concluyó que por su carácter avanzado quizás entre en contradicción con tradiciones y prejuicios en la sociedad, mas, no le quita derechos a nadie, sino que viene a proteger a los más vulnerables, acotó.
Sin dudas, esta consulta popular del esbozo de ley, que se desarrolla en todo el país desde febrero y que se extenderá hasta el 30 de abril, posibilitará que los ciudadanos dentro y fuera de Cuba ofrezcan su aprobación, desacuerdo o propuestas de modificación a la normativa.
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