Para nadie es un secreto que Cuba enfrenta actualmente una contracción en su economía con efectos negativos directos en la disponibilidad de combustible para la transportación estatal de pasajeros.
Por solo citar un ejemplo, las terminales de Sancti Spíritus apenas despachan dos o tres viajes de ómnibus al día hacia los municipios.
Sobre el asunto, nuestro colega José Luis Camellón reportó que para paliar la crisis en Sancti Spíritus se implementan varias medidas que, bien acatadas, deben aliviar las limitaciones del transporte.
Sabido es de sobra que en los 26 puntos de embarque habilitados actualmente en la provincia a la salida de los pueblos y carreteras se concentra buena parte de la movilidad de los pasajeros que se apoyan en los inspectores populares para su traslado, fundamentalmente a partir de los carros estatales que recogen personas según la capacidad del vehículo y su destino.
Esta dinámica ha funcionado a lo largo de los años con altibajos, más por la obligatoriedad que impone el inspector que por conciencia, sin embargo, nuevamente directivos y funcionarios del sector apoyarán al inspector con el propósito de ejercer un mayor control sobre los medios estatales que circulan por los puntos de embarque.
Según las declaraciones de los funcionarios del Transporte en Sancti Spíritus, que los carros estatales paren en el punto de embarque hoy no es una alternativa sino prácticamente la opción de transportación principal de la población, e incluso, los vehículos deben detenerse donde quiera que exista pasajeros.
Dicho esquema de trabajo vuelve a la mirilla de los funcionarios que deben velar por la prestación del servicio; sin embargo, ¿por qué ejercer presión y evaluar estas experiencias en los puntos de embarque solo cuando estamos con el agua al cuello?
Por otra parte, una de las medidas que deben brindar mayor efectividad está relacionada con un nuevo reordenamiento del uso de los camiones particulares con horario fijo divulgado en las terminales municipales para que la población pueda programarse, a fin de incrementar los viajes con la garantía del combustible a precio estatal, según declaró a Escambray Camilo Pérez Pérez, coordinador de Programas y Objetivos en el Gobierno provincial en Sancti Spíritus.
La otra variante que debe adoptarse es el control del viaje de retorno de los ómnibus obreros para utilizarlos en función de la transportación popular, por lo que la población debe conocer a qué hora regresan y pueda acceder a los mismos, explicó la propia fuente.
Como en etapas anteriores, el control de los carros estatales en los puntos de embarque establece tomar el número de la chapa de aquellos que aceleren en vez de detenerse, “fuga” que tendrá consecuencias, incluidas medidas administrativas con los infractores una vez que sea analizada con la entidad a la que pertenezca el vehículo, aseveró Pérez Pérez.
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