El cese del bloqueo contra Cuba en las condiciones actuales constituye un acto de adhesión a los principios de solidaridad y respeto a los principios fundacionales de la Carta de Naciones Unidas, aseguró hoy desde la sede de ese organismo internacional el representante de Azerbaiyán, en nombre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL).
Entre los debates iniciados hoy alrededor de la resolución que exige el fin de las medidas de presión económica, el diplomático las calificó de arcaicas y no dijo que no pertenecen a los tiempos que vivimos.
Denunció enfáticamente el acoso que sufren las actividades financieras de la nación caribeña en terceros países lo cual crea un efecto disuasorio.
En su intervención, el representante del país euroasiático señaló que el caso cubano es precisamente un claro ejemplo de las repercusiones negativas de la aplicación de medidas coercitivas unilaterales sobre el bienestar de los pueblos y sus elevados costos humanos.
Por su parte, el represente de Venezuela consideró que las sanciones, a pesar de los cuantiosos daños, nunca lograrán sus objetivos de influir sobre el destino de Cuba socialista y soberana.
Acotó que por esa razón se utiliza como un mecanismo de castigo colectivo cimentado en el sufrimiento sistemático y deliberado de todo un pueblo y en las lógicas de dominación neocolonial.
Venezuela ha sido impelida de participar en la votación, precisamente a causa de las acciones hostiles impuestas contra la Patria bolivariana, por eso convocamos al apoyo decidido de la comunidad internacional y se escuche el clamor de la gran mayoría del planeta, concluyó.
La Federación Rusa se sumó a este reclamo en la voz de su diplomático, quien señaló la condición del bloqueo como método ilegítimo de terrorismo económico a nivel global.
Precisó que se trata de una violación flagrante al derecho internacional sostenida durante más de seis décadas la cual no ha rendido la resistencia del pueblo cubano en defensa de su soberanía y autodeterminación.
Nos oponemos al uso de cualquier medida restrictiva bilateral contra los estados miembros de las Naciones Unidas, declaró el representante de Bielorrusia ante la AGNU.
Durante su intervención calificó el bloqueo como una injerencia directa a los asuntos de los estados soberanos, una violación a los derechos humanos de los habitantes de la isla calificándolo como un acto de genocidio.
El bloqueo impide el desarrollo y el disfrute del pueblo cubano, a la vez que constituye una violación de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, afirmó Trinidad y Tobago.
Recordó los aportes de la colaboración médica cubana a los sistemas sanitarios en la región del Caribe y la oportunidad que brinda la mayor de las Antillas para la formación de profesionales de la salud de otros países.
La República Popular de Corea, por su parte, pidió al gobierno estadounidense levantar las sanciones contra la isla, a la vez que aseguró que el fin de esta política es un deseo unánime de la comunidad internacional.
En su uso de la palabra, Vietnam definió el bloqueo como el sistema más injusto de sanciones unilaterales en la historia moderna debido a los cuantiosos daños que ha causado a generaciones de cubanos.
Reconoció las ventajas que pudiera traer un diálogo constructivo entre los países, así como el derecho de Cuba a participar con igualdad en las relaciones económicas y comerciales.
Vietnam ratificó su apoyo al pueblo cubano para superar las dificultades y desafíos causados por el bloqueo.
San Vicente y las Granadinas expresó su rechazo al bloqueo ilegal e ilegitimo, que persigue aislar y limitar la economía de la isla, a la vez que lamentó la inclusión de Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo.
Agradeció por la generosidad y destacó el espíritu inquebrantable de solidaridad del pueblo.
Guinea Ecuatorial dijo que el bloqueo atenta contra los principios de la igualdad soberana y crea preocupaciones con costos y consecuencias incalculables para los habitantes de la isla.
La República Árabe Siria manifestó que esta política es una violación sistemática de los derechos humanos y un obstáculo a lo planteado en la Agenda 2030 y los objetivos de Desarrollo Sostenible, de que ningún país puede quedar atrás, por lo que resulta inaceptable su continuidad.
En sus intervenciones los representantes de los países aseguraron su voto a favor de la resolución que demanda el fin del bloqueo, próxima a efectuarse este jueves, luego de que Bruno Rodríguez Parrilla, ministro cubano de Relaciones Exteriores, presente el informe Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba.
Como parte del debate, que se extenderá hasta mañana jueves, también tendrá lugar la votación sobre el documento de Cuba, reclamo que desde el año 1992 recibe el respaldo mayoritario de la comunidad internacional.
Autoridades de la nación antillana han denunciado que el gobierno de Estados Unidos persiste en ignorar ese llamado, y ha recrudecido el cerco a niveles sin precedentes, como una política de asfixia económica para lograr deliberadamente el colapso del país.
De acuerdo con cifras oficiales, en los 14 primeros meses del gobierno de Joseph Biden, las afectaciones de esa política alcanzaron los seis mil 364 millones de dólares.
El bloqueo estadounidense ha sido quirúrgicamente diseñado, tomando como blanco cada uno de los principales ingresos de Cuba, buscando con saña incrementar el impacto en la vida cotidiana de la población, expresó recientemente el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla.
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