La visita oficial del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, a Rusia concluyó este martes tras una intensa agenda de trabajo donde sostuvo intercambios al más alto nivel en aras de profundizar los vínculos bilaterales.
Este martes constituyó el cuarto y último día de la estancia del mandatario antillano y su delegación en Moscú, el cual cerró con una reunión con su homólogo ruso, Vladimir Putin, donde analizaron el plan de cooperación mutua hasta 2030.
Al respecto, el jefe de Estado ruso precisó que tienen una gran cantidad de proyectos comunes por realizar, asimismo destacó que el encuentro con Díaz-Canel es «una maravillosa oportunidad de analizarlo todo, lo que ya se ha hecho y lo que haría falta hacer en las complejas condiciones actuales».
Por su parte, el mandatario antillano elogió la labor de los grupos de trabajo para facilitar la cooperación en asuntos bilaterales y recordó que los dos países lograron mantener «el diálogo político al más alto nivel», incluso en tiempos difíciles, como durante la pandemia de la Covid-19.
En relación a la importancia de su visita a la capital rusa, Díaz-Canel resaltó que tiene lugar «en un momento en que ambos países están sometidos a sanciones injustas, arbitrarias, las cuales proceden y tienen su origen en el mismo enemigo, el imperio yanqui que ha manipulado también a una parte importante del mundo».
Más temprano, ambos mandatarios inauguraron un monumento erigido en honor al líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro (1926-2016) en la plaza que lleva su nombre en el distrito de Sókol de Moscú.
En el acto Putin recordó que el estadista de la isla caribeña dedicó toda su vida a «la lucha abnegada por el triunfo de las ideas del bien, de la paz y de la justicia, por la libertad de los pueblos oprimidos, por la vida digna para la gente común y corriente y la igualdad social».
Mientras, el presidente de la mayor de las Antillas agradeció la acción de inmortalizar a Fidel Castro con una obra tan colosal, que a su juicio es la muestra de cómo este gran ser humano unió pueblos que pese a la distancia geográfica y cultural son hermanos hace más de 60 años.
Más temprano, Díaz-Canel se reunió con el patriarca de Moscú y toda Rusia, Kiril, quien catalogó a Cuba como la isla de la libertad y destacó la fortaleza del pueblo cubano por preservar su soberanía e independencia, así como su coraje y fuerza para luchar contra el capitalismo.
Por otra parte, el jefe de Estado cubano dejó en horas de la mañana de este martes, inaugurada una exposición de arte en la sede del Consejo de la Federación (Senado ruso), en donde además intercambió con su presidenta Valentina Matvienko.
Y como primera actividad de la jornada el mandatario intervino ante los diputados de la Duma Estatal (Cámara Baja del Parlamento ruso), en lo que constituyó la primera alocución de un presidente cubano ante el órgano legislativo en los más de 60 años de relaciones bilaterales.
Díaz-Canel y la comitiva que lo acompaña al despedirse de Rusia en la noche de este 22 de noviembre siguen camino a Türkiye y China, donde serán recibidos por los líderes de dichos países.
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