Las investigaciones de neurociencias y neurotecnologías viven actualmente una explosión mundial, comparada con la que experimentó la biotecnología en la década del 80 del siglo pasado. La posibilidad de que individuos con miembros amputados puedan mover sus prótesis hasta otros que recuperan la visión con la implantación de retinas biónicas avalan el vertiginoso crecimiento de las innovaciones en este campo, que ocurre generalmente en países desarrollados.
Qué hace Cuba ante este fenómeno, cuál es el estado actual de las neurociencias y la neurotecnología en la Isla y qué hacer para desarrollarlas centró el más reciente encuentro del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con miembros de la Academia de Ciencias.
Desde 2020 fue aprobado en el país el Programa Nacional para el desarrollo de estas ciencias, encargadas del estudio del sistema nervioso central y la creación de tecnologías y productos con fines al diagnóstico y la terapéutica de enfermedades que afectan el cerebro, la médula espinal y el cerebelo, manifestó durante la presentación del tema el Dr. Mitchell Valdés Sosa, director del Centro de Neurociencias.
Cuba no parte de cero, afirmó el experimentado especialista, que ejemplificó como la neurotecnología cubana ha logrado productos que han solucionado problemas de salud, sustituido importaciones y hasta se han exportado.
Audix e Infantix, por ejemplo, son dos dispositivos cubanos utilizados para la detección de las pérdidas auditivas en recién nacidos, mientras que el Estereoflex y el Neuroplanex, son medios de producción nacional para la neurocirugía. A la lista de los productos neurotecnológicos cubanos se suma NeuroEpo, un medicamento que recientemente recibió el registro sanitario condicional para el tratamiento de uno de los principales problemas de salud, la enfermedad de Alzheimer.
Luego de la presentación del tema concerniente al estado actual de las neurociencias y neurotecnologías sucedió un debate entre los miembros de la academia y la máxima dirección de la nación sobre los objetivos estratégicos que se proponen:
- Generar productos y servicios de las Neurotecnologías de alto valor agregado que contribuyan a la exportación y la sustitución de importaciones.
- Contribuir a mitigar los efectos del envejecimiento poblacional mediante la introducción de Neurotecnologías para la prevención, diagnóstico temprano y tratamiento de las demencias, enfermedades neurodegenerativas y crónicas no transmisibles, así como disfunciones sensoriales asociadas al envejecimiento.
- Contribuir al desarrollo de sistema educacional cubano mediante la introducción de neurotecnologías para la pesquisa, diagnóstico temprano y rehabilitación de problemas en el neurodesarrollo infantil y el aprendizaje, así como la selección y estimulación del talento escolar.
- Potenciar el desarrollo de la inteligencia artificial y otros elementos de la industria 4.0 y actuar de motor para el desarrollo de las ciencias básicas.
Para el Dr. Calixto Machado del Instituto de Neurología y Neurocirugía, en la Mayor de las Antillas se necesita generalizar el uso de un equipo de neuromonitoreo, creado aquí. Capacitar a los profesionales de salud debe ser una tarea inmediata, que fue postergada por la pandemia.
Hemos sufrido durante el enfrentamiento al virus SARS-CoV-2 porque a pesar de que los clínicos y demás especialistas han salvado muchas vidas, estaban ciegos respecto a lo que sucedía en el cerebro, ya que no se puede hacer una tomografía axial computarizada en una terapia intensiva, todos los días- explicó el Premio Nacional de Salud Pública.
«Lo grande todo esto –afirmó– es que Cuba ya tiene un equipo, uno de los mejores del mundo para el neuromonitoreo continuo en terapias intensivas, creado en el Centro de Neurociencias».
En el Programa Nacional de las neurociencias y neurotecnologías intervienen 24 instituciones en 27 proyectos, entre ellas el Ministerio de Educación que avanza, de conjunto con el Ministerio de Comunicaciones y el Centro de Neurociencias, en la creación de la Línea de software Óptima, que permite la identificación de los riesgos del neurodesarrollo, del aprendizaje y el talento, desde la primera infancia hasta los 12 años, comentó la Dra. Silvia Navarro, directora del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas.
Pero el camino al desarrollo de estas ciencias no es está libre de obstáculos para Cuba que por su situación sociopolítica necesita trabajar por la soberanía tecnológica, además se enfrenta a otros desafíos como la actual dinámica demográfica, aspectos a los que se refirió el Presidente de la Academia de Ciencias de Cuba, Dr. Luis Velázquez.
«Consideramos que es una oportunidad para el país –aseveró– traer a este espacio el tema que debatimos que puede impactar en varias complejidades que enfrentan los cubanos, que son el envejecimiento poblacional y las secuelas post covid».
En el más reciente encuentro de la Academia cubana con Díaz-Canel, que estuvo acompañado por la Viceprimera Ministra, Inés María Chapman, se analizaron las limitaciones financieras que enfrenta la Isla para generar productos y servicios de Neurociencias y Neurotecnologías, resolverlas a través de alternativas como las asociaciones e intercambios internacionales, fue de las propuestas más consensuadas.
Al concluir el intercambio, el Jefe de Estado calificó la sesión de muy aportadora y convocó a organizar y encaminar todas las potencialidades identificadas, que demuestran el alto nivel de la ciencia cubana.
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