Cuba necesita que la industria azucarera se fortalezca, se recupere; no solo por su repercusión económica, sino porque de su desarrollo depende, también, mucha población, aseguró el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en diálogo este jueves con directivos y trabajadores de la Empresa Azucarera Melanio Hernández, de Taguasco, Sancti Spíritus.
El contacto fluido y diáfano sucedió en el contexto de la visita integral que realiza desde este miércoles a la provincia espirituana el Secretariado del Comité Central del PCC y su estructura auxiliar, con miras a analizar el estado de cumplimiento de los acuerdos del VIII Congreso del Partido.
Díaz-Canel reflexionó en torno a la importancia de la industria azucarera para el país —golpeada por las limitaciones con la disponibilidad de recursos—, al constituir, además, fuente de empleo laboral para miles de cubanos.
Asimismo, el dirigente partidista valoró de positiva la estrategia diseñada en el central de Tuinucú con el propósito de resarcir los atrasos de la actual zafra azucarera, y exhortó al colectivo de la empresa espirituana a no renunciar al cumplimiento del plan de fabricación de azúcar, que notifica unos 10 días de deuda.
La exhortación del mandatario cubano partió de elementos concretos: el Melanio Hernández, con tradición cumplidora, muestra en las últimas jornadas un mejor aprovechamiento de la capacidad industrial, una tendencia al incremento del abasto de materia prima y un buen rendimiento industrial.
Díaz-Canel se interesó, además, por la marcha del programa de siembra de caña, vital para el necesario despegue del sector. Hay que sembrar mucha caña y sembrarla bien, acotó.
A la par de ello, el Presidente de la República indagó por la producción de derivados, y remarcó la necesidad de potenciarla aún más, en medio del imperativo de Cuba de incrementar las exportaciones.
Más adelante, instó al colectivo de la empresa espirituana a apelar con sistematicidad a la utilización de la ciencia y la innovación, a estudiar los procesos productivos y promover, desde la actividad económica, el desarrollo de nuevas variedades de la gramínea.
En verdad la agroindustria azucarera necesita recuperarse, en Cuba es símbolo de cubanía y tradiciones, genera empleo a un número significativo de cubanos, además de aporte económico.
Cuba necesita que la industria azucarera se fortalezca, se recupere; no solo por su repercusión económica, sino porque de su desarrollo depende, también, mucha población.
Debemos potenciar aún más la producción de derivados para incrementar las exportaciones, tan necesaria para Cub, contribuyendo así a la economía del país.