La tristeza se hizo dueña de la mayoría de las personas de bien aquel martes siete de septiembre de 2010. Dura fue la noticia del fallecimiento del reverendo Lucius Walker a causa de un infarto masivo a la edad de 80 años, en la ciudad de Demarest, Nueva Jersey, Estados Unidos.
Se trataba de un notable amigo de Cuba que impulsó 21 Caravanas de Amistad desde 1992 hasta su muerte, organizadas por Pastores por la Paz como forma de esquivar el bloqueo norteamericano, trayendo a la isla insumos de primera necesidad para el pueblo de Cuba, tales como equipos de computación, ómnibus y medicinas.
Lucius, quien nació el 3 de agosto de 1930, se destacó también por ser un luchador incansable a favor de la libertad de los Cinco cubanos presos en Estados Unidos.
Era uno de los gestores de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria (IFCO), creada en 1967 y de 1973 a 1978 fue Secretario General Asociado del Consejo Nacional de Iglesias de Cristo en los EEUU.
Un día como hoy, a 12 años de su desaparición física, el pueblo de Cuba lo recuerda como un hermano consagrado al bienestar de los humildes, un soldado contra las desigualdades y un defensor de los ideales de justicia.
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