Cuba rememora el hallazgo de los restos mortales de Ernesto Che Guevara, considerado un hito de la ciencia cubana y un símbolo de victoria para toda una generación.
El 28 de junio de 1997 fueron hallados los cadáveres del guerrillero argentino cubano y de otros seis compañeros suyos de lucha en la pista de un aeropuerto de la localidad de Vallegrande, en Bolivia, donde 30 años antes fue asesinado por efectivos militares de ese país.
El gobierno boliviano había dado 48 horas para que culminaran las labores de la expedición cubana, que laboraba intensamente en el suroriente de la nación andino-amazónica luego de que se hiciera público un testimonio del general retirado Mario Vargas Salinas, testigo del asesinato.
Hasta ese entonces, durante décadas, investigadores cubanos y de otras nacionalidades recopilaron informaciones de testimoniantes de la época, labor que facilitó el quehacer de geólogos, antropólogos forenses, biólogos, geofísicos y otros estudiosos de las ciencias sociales cubanas de 15 instituciones.
El doctor en Ciencias Médicas Jorge González, entonces director del Instituto de Medicina Legal de La Habana, fue designado por el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, para encabezar la búsqueda científica, la cual tuvo que realizarse bajo múltiples presiones por el simbolismo que tenía.
Bajo custodia, los restos fueron estudiados en suelo boliviano y sometidos a numerosas pruebas de identificación, y el 12 de julio de 1997 llegaron a La Habana, donde se recibieron con honores y respeto. Toda una generación de cubanos quedó marcada por las imágenes de la llegada de los féretros al aeropuerto militar de San Antonio de los Baños y su posterior traslado al mausoleo de la ciudad de Santa Clara, en el centro de Cuba, donde el Che libró una de las más importantes batallas de la guerra de liberación.
En la actualidad millones de personas han visitado la instalación, en la que además se atesoran documentos, fotos y piezas históricas relacionadas con la vida y obra del también conocido como Guerrillero Heroico.
El más grande de los nuestros