La historia más reciente de los eventos desarrollados a escala planetaria para mitigar los efectos del cambio climático y el análisis de sus resultados concretos están en tela de juicio por la opinión pública y los expertos de todo el mundo.
El financiamiento por pérdidas y daños como consecuencias del cambio climático, un viejo reclamo de los países en desarrollo, continúa hoy como el principal escollo de la cumbre sobre el tema (COP27), a horas de su cierre oficial.
En una carrera contra reloj, los negociadores gubernamentales intensificaron sus contactos en esta ciudad egipcia, sede del evento, en medio de crecientes críticas del Sur a la postura intransigencia del Norte.
Se necesitan esfuerzos adicionales para aprobar ese punto, advirtió ayer el presidente de la COP27 y canciller egipcio, Sameh Shoukry, durante una conferencia de prensa conjunta con el secretario general de la ONU, António Guterres.
Shoukry consideró urgente y legítima la demanda de las naciones con menos recursos en el marco de la 27 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Alertó que las acciones para mitigar y adaptarse a las consecuencias del fenómeno tampoco alcanzaron los resultados esperados.
Mientras algunas de las discusiones fueron constructivas y positivas, otras no reflejaron el reconocimiento esperado de la necesidad de moverse colectivamente para abordar la gravedad y la urgencia de la situación, afirmó.
Shoukry instó a todas las partes a hacer un esfuerzo adicional para alcanzar acuerdos.
En medio de informes de tensiones entre los negociadores Guterres realizó un llamado similar. “Claramente hay falta de confianza entre el Norte y el Sur, y entre las economías desarrolladas y emergentes”, admitió.
En ese sentido, la Alianza de Justicia Climática Panafricana, que agrupa a más de mil organizaciones de 48 países del continente, aseguró que millones de personas en el mundo esperan resultados concretos.
Un comunicado de la coalición criticó a las naciones ricas por negarse a crear un mecanismo para financiar las pérdidas y daños de los países en desarrollo.
Esta es la primera vez que el asunto se trata en una cumbre climática, pues en la anterior edición de la COP, celebrada el pasado año en Glasgow, la idea fue engavetada por el rechazo de las potencias, en especial Estados Unidos, a aportar dinero para el proyecto.
Según un informe de Loss and Damage Collaboration, un grupo de más de 100 investigadores, 55 de las economías más vulnerables al clima sufrieron pérdidas económicas de más de 500 mil millones de dólares de 2000 a 2020.
La COP27 debe cerrarse como mínimo con una declaración política de compromiso con la creación de ese fondo, que representa una vieja aspiración de los países del Sur, consideró la ministra pakistaní de Cambio Climático, Sherry Rehman.
(Con información de Prensa Latina)
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