El implante de marcapasos en Sancti Spíritus consolida elevados niveles de supervivencia, aun en circunstancias complejas para Cuba en la obtención de insumos y equipos médicos vitales en este tipo de operación.
Según Manuel Lage Meses, jefe del Grupo Provincial de Cardiología, “la demanda de estimuladores eléctricos del corazón aumenta todos los años debido, en mayor medida, al envejecimiento acelerado de la población espirituana”.
Pese a las limitaciones económicas signadas por el cerco imperial del gobierno de los Estados Unidos, la cifra de pacientes beneficiados con los dispositivos automáticos en este territorio desde 1986 sobrepasa el millar. De acuerdo con datos oficiales, la Sala de Cardiología del Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos mantiene una de las mayores tasas de implantes en el país.
En los dos últimos años, el acceso al medio electrónico se ha dificultado. No así la preparación contínua del personal especializado, cuya verticalización puede completarse desde su propia red cardiológica local.
“En la actualidad, tenemos 30 pacientes en espera de un equipo regulador del latido del corazón”, explicó a Escambray Lage Meneses. El especialista refirió que se exploran todas las alternativas posibles y seguras para salvar la vida de las personas con enfermedades del sistema excito-conductor.
Ante el complejo panorama que impone el bloqueo, culpable directo de que Cuba no pueda adquirir un marcapasos en su mercado, mayor proveedor mundial, la asistencia a estos pacientes se ralentiza, pero no se detiene.
De manera general, la operación transcurre sin grandes complicaciones y la recuperación se hace de manera ambulatoria al término de las 24 horas. Todos los jueves se realiza la consulta de marcapasos en la atención secundaria espirituana, donde los enfermos atraviesan un análisis riguroso de su estado de salud y el grado de prioridad con la que deben recibir el aparato.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.