De lo emprendido en tiempos recientes para solucionar problemas acumulados y otros que van apareciendo en Cuba, dos de los métodos que más posibilidades han dado a quienes tiene responsabilidades en el trabajo con la población, han sido el intercambio sistemático con los diversos sectores de la sociedad, y la labor transformativa en los barrios.
Por esa razón de la cual habló esta semana, desde el Palacio de la Revolución, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, tales métodos –dijo- “son dos cosas para mantener, para constantemente estarlas oxigenando, estarlas perfeccionando; no para detenerlas”.
La reflexión del Jefe de Estado tuvo lugar en la reunión donde se hizo un análisis acerca del cumplimiento de las acciones derivadas de los encuentros sostenidos por el Primer Secretario con dirigentes, trabajadores, estudiantes y representantes de diversos sectores de la sociedad cubana.Fue una jornada que también contó desde la presidencia con el miembro del Buró Político y secretario de Organización y Política de Cuadros, Roberto Morales Ojeda, así como con el Primer Ministro y también miembro del Buró Político, Manuel Marrero Cruz.
Sobre la atención dada a los planteamientos derivados de cada intercambio, Roberto Morales Ojeda explicó que los resultados de esos encuentros fueron valorados en el Secretariado del Comité Central del Partido, en cuyo espacio también fue objeto de análisis la propuesta de un grupo de acciones -a tenor con las ideas derivadas de cada diálogo-, las cuales corresponden a la organización política de vanguardia, así como a la Unión de Jóvenes Comunista (UJC), a las organizaciones de masas, así como a decisores a todas las instancias del Gobierno.
Es algo, enunció, a lo cual se le viene dando seguimiento, al tiempo que los planteamientos recogidos constituyen puntos de partida para los sistemas de trabajo de cada espacio desde donde se toman decisiones y se proyecta la construcción de un país. “Estamos hablando de 36 tendencias –detalló el miembro del Buró Político-, desde las cuales se agrupan todos los problemas que se han venido evaluando”.
Un resumen cuya exposición estuvo a cargo del Jefe del Departamento de Organización y Política de Cuadros, Humberto Camilo Hernández, ilustró que hasta el momento se han realizado 26 encuentros: con estudiantes y jóvenes; con dirigentes juveniles y estudiantiles; con periodistas, artistas, y jóvenes creadores; con juristas, trabajadores de la Salud Pública, activistas de la comunidad LGBTIQ+; con líderes religiosos y de asociaciones fraternales; con mujeres, empresarios; con economistas y bancarios; y con deportistas, técnicos y estudiantes de cultura física, así como con productores agropecuarios.
Fueron registrados, según detalló Camilo Hernández, cientos de planteamientos; y entre las tendencias definidas, están las alusivas al ámbito comunicacional, al perfeccionamiento del trabajo con los jóvenes -a quienes debe prestarse una especial atención-, y a la necesidad de un acercamiento fructífero a la Historia.
Las tendencias marcan –comentó el dirigente partidista- la necesidad de trabajar integralmente en las comunidades y de sumar a las personas a las acciones transformativas de los barrios; también apuntan al valor de la profilaxis en tales escenarios, y de la atención a quienes tienen mayores vulnerabilidades; e indican el camino de luchar contra la violencia, por la equidad social y de género, así como fortalecer el combate en las redes sociales y desmontar entre todos, desde nuestra realidad, la fuerte campaña del enemigo contra Cuba.
También conforman el contenido de tendencias la cultura jurídica y su necesario fortalecimiento; que las instancias municipales sean espacios de atención eficaz a la población; eliminar trabas para producir más, sobre todo en el universo agrícola; luchar contra el delito; contribuir a la cultura económica y financiera; así como rediseñar el sistema bancario para que juegue un papel dinamizador de la economía.
Otras esencias que marcan pautas para el trabajo tienen que ver con lograr que los diferentes actores económicos trabajen en condiciones similares, sin desproteger a la Empresa Estatal Socialista; con fortalecer el concepto de responsabilidad social de esos actores; con dotar a la inversión extranjera de mayores incentivos; con detener el crecimiento de las brechas de vulnerabilidad social, siempre atacando las causas que las crean y que las reproducen; con eliminar enfoques asistencialistas y crear capacidades económicas en los sujetos vulnerables; y avanzar de forma más acelerada en la descentralización de competencias, con énfasis en el municipio.
A dirigentes del Partido, del Gobierno, de la UJC, del ámbito estudiantil, y de otras organizaciones y entidades, el Presidente Díaz-Canel preguntó acerca de temas que revisten especial interés para la dirección del país. Así, indagó sobre la presencia, en determinados grupos de trabajo, de representantes de las instituciones religiosas; e hizo hincapié en lo alusivo al intercambio permanente con las nuevas generaciones. Al respecto resaltó la trascendencia de que a todos los niveles y desde cualquier espacio desde el cual se tomen decisiones, sean propiciados los encuentros con los jóvenes.
Lo importante, expresó, es que todos se reúnan con los jóvenes y con los sectores sociales; se trata de “todo el mundo dando respuestas; y hay que aprender a trabajar así”.
Sobre la inserción de la Universidad en el tejido de la sociedad cubana, sobre nuestros artistas, sobre la necesidad de que haya conexión comunicativa entre las fuentes públicas y los medios de comunicación, habló también el dignatario.
Por su parte Roberto Morales Ojeda subrayó la necesidad de que ese método de intercambio cuyos resultados se van incorporando a los sistemas de trabajo de los organismos, del Gobierno, del Partido, de la UJC y de las organizaciones de masas, impregne de igual modo a los niveles de la provincia y del municipio, porque esa es una manera de lograr mayores vínculos con las bases, “de lograr lo que se acordó en el 8vo Congreso, y nos planteó el General de Ejército, Raúl Castro Ruz, de un Partido cada día más democrático, para lo cual se requiere que sea mucho más participativo”.
El miembro del Buró Político resaltó el concepto de que, cuando trabajan de conjunto y a todos los niveles -además del Partido- todas las organizaciones y las estructuras de Gobierno, y administrativas, eso hace posible que los planteamientos no caigan saco roto y que todo tenga una respuesta: “Creo que el sistema, y esta propia reunión ampliada del Secretariado, da una dimensión de la necesidad de seguir perfeccionando los mecanismos de seguimiento y de control, no a las acciones sino a la transformación del problema que es en definitiva la esencia de lo que se requiere”.
Morales Ojeda expresó además que “todo lo que se ha realizado y lo que se ha transformado” genera “nuevos criterios para seguir enriqueciendo la obra de la Revolución”.
Hacia el final del encuentro, y sobre el tema puntual de la labor transformativa en los barrios, Díaz-Canel Bermúdez valoró de “muy destacado” el trabajo que se ha venido desplegando, el trabajo que están haciendo los ministerios de conjunto con los compañeros del Partido y del Gobierno en la ciudad de La Habana; y alertó sobre la necesidad de evitar que tales esfuerzos, atendiendo a experiencias vistas en otros lugares del país, caigan en la rutina.
“La vida demostró –dijo el Primer Secretario del Comité Central del Partido- que hay bastantes problemas acumulados en los barrios, que hay que resolver y que hay que enfrentar; y todo el mundo no lo está haciendo, ni con la misma creatividad, ni con la misma insistencia, ni con el mismo tipo de participación”.
Hay sectores, reflexionó el mandatario, que ya van por el segundo y por el tercer encuentro (con la dirección del país), “y los vamos a seguir haciendo, pero no podemos llegar a los encuentros sin respuestas, o sin implementación. (…) Esto genera una dinámica. Entonces,debemos tener también otro ritmo de trabajo y de atención, y esto lleva seguimiento preciso”.
Deroguen la impopular medida de la dolarización económica.