Junto a las acciones comerciales que siempre se roban el show, cuando el capítulo espirituano de la Feria Internacional del Libro planta bandera aquí, se ha puesto a disposición de los públicos un programa científico diverso a fin de analizar más de un tópico de la literatura y sus vínculos estrechos con otras manifestaciones artísticas.
Uno de los temas más recurrentes ha sido México, país invitado de honor de la XXX Feria Internacional del Libro y que en esta provincia muchas de sus tradiciones han encontrado tierra fértil para sobrevivir entre tantas corrientes foráneas y nacionales.
“Las relaciones entre Cuba y esa nación son muy estrechas. Hay una interconexión con nuestras expresiones identitarias debido a un diálogo constante entre ambos países. Por tanto, no solo es un pueblo amigo en relaciones bilaterales en el ámbito de la política, sino también hermano desde el punto de vista cultural”, reconoce la doctora en Ciencias Literarias Yanetsy Pino Reina.
Fue por eso que por estos días se ha hablado de música mexicana —muy seguida por varias generaciones—, también de historia y sus expresiones de resistencia, así como de las particularidades de su literatura y representantes de su cultura.
“Creo que ha sido muy beneficioso para ambos países, para ambas culturas y, sobre todo, para las personas que estamos del lado de acá, que se escogiera a México como país invitado”, concluye quien tuvo a su cargo una conferencia dedicada a Frida Kahlo, una mexicana que rompió con estereotipos hasta convertirse en una excepcional artista y mujer fuera de todos los tiempos.
La edición número 30 de la Feria Internacional del Libro se despide de Sancti Spíritus este domingo tras varias jornadas donde la ciudad rompió un tanto sus rutinas, aunque aún sigue siendo una deuda el que sus propuestas arrastren a un mayor número de público y en los puntos de venta coexistan la diversidad y cantidad en temáticas y ejemplares.
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