Indagar en las raíces profundas de uno de los contextos más convulsos de la Historia de Cuba ha sido siempre la máxima del evento que convierte a Sancti Spíritus en la capital de los estudios sobre la República Neocolonial.
Es por eso que desde hace 23 ediciones, llegan hasta la ciudad del Yayabo historiadores, estudiosos e investigadores de diferentes puntos de la geografía nacional para compartir sus más actualizados hallazgos sobre diversas temáticas que nos hacen comprender un periodo histórico, como reconoce la doctora en Ciencias Históricas Francisca López Civeira, quien tuvo a su cargo el panel inaugural del evento, “con demasiados problemas sociales, pero que su propio desarrollo permitió llegar a la Revolución”.
“La historia hay que socializarla, no engavetarla —refiere Danay Morgado González, hija de Jatibonico, pero profesora en la Universidad de Cienfuegos—. Y después de las publicaciones, están encuentros como este que es el único de su tipo en el país y nos obliga a volver para aprender de las experiencias de otros colegas sobre espacios oscuros, vacíos que la historiografía no refiere o se ha hecho muy poco”.
Ella es uno de los rostros jóvenes recurrentes en las últimas ediciones del Coloquio Voces de la República, donde en esta ocasión llegó junto a varias de sus estudiantes de la carrera de Historia.
“Es una prioridad de nuestra casa de altos estudios insertar a los educandos en espacios donde, desde la ciencia, se interpreten nuevas aristas, visiones, temas y mucho más de la República Neocolonial, donde lo más abordado por los conocedores de la historia popular se concentra en las expresiones de rebeldía, conflictos políticos, que no quiere decir que no estén, pero hay tanto que descubrir”.
De acuerdo con la Profesora Titular y Emérita de la Universidad de La Habana, López Civeira, es ese el gran valor del evento espirituano, donde en este 2022 confluyeron participantes de la capital, Artemisa, Cienfuegos, Villa Clara y Sancti Spíritus. A su juicio es una gran idea y proyecto.
“El 20 de mayo de 1902, necesario volver a esa fecha hoy a las puertas de sus 120 años, no hubo anexión. El propio presidente de los Estados Unidos William McKinley había dicho en diciembre de 1899 que la futura Cuba debía quedar ligada a su nación por lazos de singular intimidad y fuerza. La forma era lo que había que determinar y el desarrollo de los acontecimientos hizo ver que no podían imponer una anexión. Tuvieron que buscar mecanismos alternativos para lograr el dominio en un período donde los problemas sociales se agravaban constantemente. Por eso nuestro país se convirtió en un terreno de ensayo. El 20 de mayo no es una fecha gloriosa, pero durante todo ese período afloraron expresiones múltiples de resistencia de este pueblo. Un ejemplo sencillo, los nombres de las calles de hoy, Céspedes, Independencia, Serafín Sánchez… fueron las maneras de demostrar la voluntad de esta isla”.
Uno de esos precedentes lo compartió la doctora en Ciencias Históricas cuando rememoró a la universidad cubana como germen del liderazgo político entre 1923 y 1958.
“La universidad de hoy es un fruto de la Reforma Universitaria. El 9 de febrero de 1962, el entonces ministro de Educación Armando Hart en la inauguración del curso lo dijo: “Mella ha vencido”. Fue el logro de luchas añejas y que permitieron finalmente alcanzar una universidad gratuita, con un sistema de becas para que todos tengan acceso con un único criterio: la capacidad. Y luego Fidel Castro insistió que tenía que ser el centro de nuevos conocimientos porque sin eso no puede existir nada”.
La evolución de la radio (justamente a las puertas del centenario de ese medio de comunicación), la poca visibilidad de las mujeres por la historiografía y la lencería como sustento de ser hoy Trinidad, Ciudad Artesanal del Mundo también fueron algunos de los tópicos que movieron los debates.
“Precisamente es el estudio de la colección nacida por las labores de aguja del Museo de Historia nos demuestra que no hay una ruptura entre el siglo XIX y el siglo XX. Todo es una continuidad —alega Mery Viciedo, artesana trinitaria—. Desde el 2014, vamos a esas raíces para que se retomen técnicas y modos de trabajar”.
La cita de historiadores, estudiantes e investigadores sociales también incluyó presentaciones del alumnado de la Escuela elemental de arte Ernesto Lecuona, de Sancti Spíritus, la exposición fotográfica Faustino, soldado de la Revolución y un homenaje por los 100 años de la Parranda Típica Espirituana.
“Para mí es un júbilo estar aquí, sobre todo por la atención de los organizadores, por coincidir en un espacio científico con otros colegas que a veces no tenemos la oportunidad de vernos. Siempre nos reunimos un grupo de jóvenes y decidimos volver para aprender. Voces de la República tiene mucho camino por recorrer y con él seguimos nosotros”, opinó Kenia Herrera Izquierdo, investigadora del Instituto de Historia de Cuba.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.