La cabaiguanense Gelcy Solano Torres, vecina de la calle República No. 39 A, anda en extremo preocupada, a raíz de la compra y posterior rotura de un refrigerador de la marca Samsung en la unidad El Regalo, perteneciente a la División Sancti Spíritus de la Cadena Tiendas Caribe.
Solano Torres narra que para adquirir ese imprescindible equipo electrodoméstico debió cambiar los dólares en su poder y así pagar el precio en CUC. Lamentablemente, el refrigerador comenzó a mostrar problemas durante su término de garantía, asegura la remitente, quien añade que el técnico determinó que no tenía arreglo. En consecuencia, “lo recogieron en diciembre del 2021 hasta que se me ubicara uno nuevo en la unidad donde lo había comprado”.
Luego de visitar la tienda en varias ocasiones, a Gelcy Solano le informaron que no sería posible la reposición del refrigerador por otro nuevo y que le devolverían el dinero en pesos cubanos.
“No es mi culpa que TRD haya dejado de utilizar el CUC y ahora venda en MLC, pues el Estado era el que cambiaba los dólares por CUC por un valor similar. Necesito otro refrigerador, no ese dinero ya que el CUP se devaluó y el MLC está ilegalmente a 100 pesos. De esa forma, jamás podré volver a comprar el refrigerador”, subraya la remitente, una anciana de 84 años de edad, que vive sola.
Consultado por Escambray, Kenier Aguiar Ramos, director de la División Sancti Spíritus de la Cadena Tiendas Caribe, señaló que, ante el caso expuesto y otras reclamaciones, la entidad se rige por lo establecido para el proceso de garantía, y vale acotarlo, en sentido general.
Durante los primeros siete días de adquirido un equipo electrodoméstico, el cliente puede retornarlo a la unidad comercial porque no respondió a sus expectativas o a sus necesidades; inclusive, si no presenta ninguna falla técnica.
Si el problema se detecta luego de los siete días posteriores a la compra del artículo, la persona tiene derecho a que se lo reparen, o al cambio por otro similar o igual, si hubiese en existencia; de lo contrario, se le devuelve el dinero.
Esta última opción conspira contra la eficiencia económica de la Cadena Tiendas Caribe; “cada vez que se realiza una devolución en efectivo se nos afecta el costo de la venta y la utilidad”, añade Kenier Aguiar, quien reconoce los inconvenientes asociados a todo este proceso; más aún después de la impostergable implementación de la Tarea Ordenamiento que derivó en la unificación monetaria y cambiaria.
Al decir del directivo, la solución de Delcy Solano depende de la entrada a la provincia de refrigeradores de la marca Mabe, destinados al cambio —sus precios oscilan entre unos 17 000 y alrededor de 19 000 pesos cubanos—, así como de la disposición de la cliente de adquirirlo. “Si el equipo es más barato que el que ella compró, se le devuelve la diferencia del dinero; si es más caro, tiene que poner la diferencia”, particularizó finalmente Aguiar Ramos. Visto así, todo sugiere que el caso de esta anciana cabaiguanense no está “frío”.
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