Ángel Palmero Albelo, joven recién graduado, salió de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas con la mente cargada de sueños. Con miles de proyectos a cuestas llegó hasta la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro para materializar los conocimientos que durante cinco años adquirió gracias a la licenciatura en Ciencias de la Computación.
En el 2017 estuvo delante de uno de los emporios arroceros más eficientes y reconocidos de Cuba para cumplir con su adiestramiento laboral en el Departamento de Informática. Desde entonces supo que debía ajustarse los cinturones y buscar nuevos derroteros para adaptarse a los tiempos actuales y aprovechar al máximo las oportunidades.
Y así lo hizo. Se convirtió, primero, en administrador de red y, más tarde, en especialista B en Ciencias Informáticas. Mas, con el paso del tiempo intuyó que no pocos serían los dolores de cabeza que sobrevendrían con la atención a las Unidades Empresariales de Base y las bases productivas de dicha empresa.
“En la entidad atiendo los servicios de correo, navegación, dominio, seguridad informática y todo lo relacionado con el apoyo de la tecnología en el sistema de trabajo del centro. Además, capacito al personal en el uso de las redes sociales y realizo mantenimientos a los medios de cómputo y de comunicaciones, junto al técnico del taller”, apunta el joven de 29 años de edad.
Detrás de una computadora suelen verlo siempre, sin embargo, pocos imaginan que entre ese ajetreo de ordenadores le quede tiempo para crear propuestas innovadoras en aras de solucionar las principales problemáticas de la institución en materia de tecnologías.
Y es que las nuevas generaciones de esta empresa agropecuaria encuentran en las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ) el espacio idóneo para innovar y no dejar de aplicar los adelantos científicos, un camino en el que también han sabido sortear escaseces de todo tipo para sostener, por ejemplo, sus maquinarias y procesos vitales. Bien lo sabe este joven que forma parte de los más de 10 miembros que integran esta organización en la entidad.
“Las principales líneas investigativas que se trabajan surgen del banco de problemas del centro. De ahí que las indagaciones han estado relacionadas con la contabilidad, la producción y la gestión de los recursos humanos, aportando soluciones que han mejorado la implementación de normativas y sistemas de trabajo”, comenta Palmero Albelo.
A través de los Fórums de Ciencia y Técnica e incluso desde la Asociación de Innovadores y Racionalizadores también se estimula la ciencia en el Sur del Jíbaro. De este mejunje de opciones nacen las inventivas que contribuyen, sin duda, al crecimiento de la arrocera.
“El mayor éxito es ver cómo se facilita el trabajo. Por ejemplo, en la empresa la mayoría de las básculas no contaban con un sistema informático que procesara la información automáticamente, y esto provocaba morosidad y un alto margen de error. Por ello, nos dimos a la tarea de crear una herramienta que lograra un proceso eficiente en cuanto a calidad y veracidad de lo que se realiza.
“Otro aporte ha sido la elaboración de un sistema informático para favorecer la gestión de reportes de los especialistas hacia diferentes departamentos, con lo cual se alcanza un proceso integrador y más efectivo en cuanto a calidad y rapidez”, asegura el licenciado en Ciencias de la Computación.
No por gusto en el transcurso de estos cinco años en la empresa ha cargado sobre sus hombros el desarrollo de tres sistemas informáticos que apuestan por la gestión efectiva del Departamento de Inversiones, el control de las ventas en divisas y el pesaje en las básculas de camiones. A dichas investigaciones se ha entregado en cuerpo y alma porque sabe que el contexto actual lo requiere.
“Estas herramientas se han implementado en los respectivos departamentos para dar solución a las problemáticas existentes con la gestión y procesamiento de información, cuya entrega demoraba de 24 a 48 horas por el cúmulo de materiales que se procesaba. Sin embargo, ahora este proceso dura apenas segundos”, agrega.
Por ello, dentro de su currículum no faltan reconocimientos que avalan su trayectoria creadora, entre ellos el Sello Forjadores del Futuro, lauro otorgado a los jóvenes por su trabajo innovador dentro de las BTJ.
“El mayor orgullo es ver materializado lo que un día fue una simple idea y, al mismo tiempo, apreciar cómo tus investigaciones resultan de utilidad para muchos”, subraya quien es testigo de que en los campos de La Sierpe las investigaciones son siempre bienvenidas.
“No hay duda de que las BTJ tienen una gran importancia en la sociedad, pues constituyen otro espacio en el que las nuevas generaciones pueden superarse y encontrar respuestas a las principales problemáticas mediante la realización de trabajos científicos”, destaca el especialista B en Ciencias Informáticas.
Mas, aun cuando la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro estimula el quehacer innovador, todo parte del tesón y el sacrificio de quienes a diario encumbran a este polo arrocero de Sancti Spíritus y hacen de la ciencia su motor impulsor.
“La actividad científica es la mejor manera de transformar los deseos en realidad. Para ello, se trazan pautas, planes, propuestas…, que se convierten en ciencia cuando se aplican y están en condiciones de ser generalizadas”, explica el joven.
Cinco años han pasado de que Ángel pisara las terrazas del Sur del Jíbaro. Tras su llegada ha tenido que aprender de siembras, de cultivos y hasta de sortear los designios de la naturaleza. Tampoco ha escaseado el tiempo para indagar sobre las nuevas tecnologías y poner en manos de la ciencia el progreso de una empresa de referencia en Cuba.
Muy bien que se destaquen los aportes, sobre todo cuando se aplica en la práctica y tiene resultados. ¿ Cuánto le habrá ahorrado al país este joven graduado con sus aplicaciones informáticas, solo la del pesaje ? Pero tiene otras mas.
Me llama la atención que el artículo con todos los méritos que tiene el joven , pase inadvertido para la articulista , que a pesar de todos los méritos es solo » especialista B en Ciencias Informáticas» ¿por qué no A? ¿ qué lo impide? ya que eso es Salario, recompensa material, mejores condiciones de vida . ¿ O un día alguien del extranjero lo » descubrirá»?
Ángel sin duda es ejemplo en nuestros jóvenes, no solo de laboriosidad, sino también de bondad, pues por muy atareado que este no existe un » no puedo» en su vocabulario, a la hora de enfrentar un problema, siempre encuentra la solución.
Los jóvenes de la empresa trabajan para dar solución a los diferentes problemas que presentamos, Ángel además es el secretario general del Comité de Base, jóven destacado y responsable.