En los últimos años la energía solar fotovoltaica se ha vuelto popular. Cada vez son más los sectores, tanto particulares como industriales, que escogen los paneles solares como fuente de energía para proveerse.
Y es que el respeto al medio ambiente y el importante ahorro económico han desatado su crecimiento en la última etapa. Por ello, muchos investigadores en el tema desmitifican algunos aspectos que atentan contra el éxito de las energías limpias.
Los expertos consideran que una instalación fotovoltaica no puede medirse por su rendimiento inmediato, sino como una inversión que se rentabiliza con el tiempo, de ahí que en muchos casos, al cabo de unos cuatro o cinco años, las placas pueden llegar a amortizarse por el ahorro generado en la factura.
En torno a la eficiencia y capacidad de dichas instalaciones los especialistas refieren que los paneles solares se cargan, incluso, cuando el sol no está incidiendo directamente en las placas.
Aunque esté nublado o llueva, su energía sigue llegando, pues esta procede de la luz visible del sol y de una gama de diferentes longitudes de onda que penetran las nubes y se convierten en electricidad a través de las placas, a pesar de no hacerlo con todo su potencial.
Por su parte, contrario a lo que muchos piensan, la instalación de paneles solares en un hogar o empresa no implica la desconexión completa de la red eléctrica convencional. Las infraestructuras de autoconsumo permiten que el usuario dependa menos del servicio eléctrico, pero sin abandonarlo del todo.
Lo cierto es que la mayor parte de los componentes de los paneles solares —entre un 80 y un 90 por ciento—, se pueden reciclar, pues están hechos con materiales reutilizables. Eso sin contar que tienen una vida útil de al menos 25 años, tiempo durante el cual estarán produciendo energía completamente limpia y respetuosa con el entorno.
Sin dudas la situación medioambiental que vivimos reafirma la necesidad de apostar por alternativas que hagan efectiva la transición energética y el autoconsumo fotovoltaico. Y es que la energía solar tiene un futuro imparable porque permite avanzar hacia un sistema energético libre de combustibles fósiles y buscar un futuro más verde.
(Con información de National Geographic)
Cuba creo que demoró en darle una oportunidad al asunto, y crear espacios para su implementación a menor escala, más doméstica, a modo de desarrollo y prueba de esos elementos.