Reinaldo Rodríguez y su familia son especialistas de la Medicina y, como todo el que tiene su tiempo ocupado en tareas que llevan pensamiento y corazón, necesitan tener su mente despejada, algo prácticamente imposible, por ejemplo, en medio de tantas colas, descontroles e imprecisiones por parte de distribuidores y vendedores a la hora de adquirir el pollo normado.
“Lo peor es que desde diciembre del pasado año hasta marzo dejé de comprar la cuota de seis personas, incluidos dos niños. Cuando llegó la última vez, nadie mencionó la famosa merma (margen razonable de pérdidas o diferencias que asume el comercio al por menor) que me deben desde el pasado año”, explica el galeno, que permanece el día fuera de casa, en desventaja para garantizar alimentos por estos tiempos tan escasos.
Deisy, que reside cerca de La Rotonda y compra en la bodega La camagüeyana, en el municipio cabecera, cuenta una historia similar, con la diferencia de que ella no tuvo que llegar al establecimiento: una vecina le informó que se había acabado y no eran las seis de la tarde, como mismo relata la queja de una consumidora de la unidad La Victoria, en Jatibonico.
María Esther Rueda todavía no entiende cómo se distribuye el producto cuando en marzo no pudo acceder al mismo después de una cola de más de tres horas: “Lo trajeron en la mañana, empezaron a venderlo a las tres de la tarde, pero la bodega cerró a las seis. Cuando al otro día fui temprano a comprarlo ya no había, aunque el casillero dijo que había llegado completo”.
Ellos y las decenas de espirituanos afectados no han sido tan conformes y han llamado a la Zona de Comercio y las direcciones municipal y provincial del organismo, donde sí les explicaron muchas cosas: que había problemas con las neveras en las casillas, que a veces los casilleros no tienen control, pero nunca por qué llevaban hasta cuatro distribuciones sin adquirir el producto.
“Desde el mes de junio del 2021 no se paga merma de pollo, algo que se ha reclamado a la Empresa Cárnica con copia al Ministerio de Comercio Interior (Mincin). La Empresa de Comercio tramita la información, pero son los municipios los encargados de reclamar a partir de la Resolución No. 26 de ese ministerio, que estipula que cuando se comercializa el pollo procedente de Estados Unidos la merma es de hasta un 4 por ciento y cuando es de otra nacionalidad, hasta un 2 por ciento. Se han hecho muestreos que evidencian que el de Norteamérica es más proclive a mermar porque tiene mucha agua, es más grueso, y hoy casi todo el que llega a Cuba es de esa procedencia. El que viene de Argentina o Brasil es un pollo más compacto y de carne magra, que se degrada menos, aunque en muchas ocasiones tampoco alcanza”, asegura Yyalín Menéndez León, especialista de Alimentos en el Grupo Empresarial de Comercio en Sancti Spíritus.
Sin contabilizar la deuda del 2021, las exorbitantes cifras arrojan que en lo que va de año en las bodegas de la provincia han faltado unas 6 toneladas de pollo (unos 6 000 kilogramos), un 5 por ciento del total y por ese concepto han dejado de recibir el producto alrededor de 8 000 consumidores del territorio, con mayor incidencia en la cabecera provincial con un déficit de 2 188 kilogramos.
En la mayoría de los casos, las personas se tienen que conformar con que se les anote en una libreta en espera del producto, uno de los tres cárnicos que se distribuyen por la canasta básica, porque los casilleros no tienen otra explicación que no sea “esperar a que llegue”, aunque le pases por encima vueltas y vueltas de otras reparticiones.
Directivos aseveran que actualmente el Mincin reconoce el problema, que por demás no va a quedar en saco roto y se va a pagar, pero debe ser aprobado por el Ministerio de Economía y Planificación. “Está reclamado e informado, pero lo cierto es que no existe disponibilidad del producto”, explica la funcionaria.
Demostrado está que hay pérdida de hielo y, según los entendidos, no hay una caja que tenga más de 13.5 kilogramos de los 15 que debe pesar. Sabido eso, ¿no resulta más adecuado entregar las cifras que llevan las bodegas teniendo en cuenta esos indicadores, o los consumidores deben seguir esperando por un cargamento de merma que no llega y se incrementa mes por mes?
El otro componente del arroz con pollo está en el actuar de casilleros y administraciones cuando no dan una respuesta clara del problema a cada cliente, no por gusto casi nadie acaba de entender un maquiavélico entramado que da lugar a que unos no puedan adquirirlo, otros se cuestionen si ante ese río revuelto alguien se beneficia o que algunos piensen que la trampa no solo está en el hielo acompañante de la mercancía, sino también en el pesaje cuando dan menos de lo que corresponde.
Dentro de los problemas que más se reiteran entre las quejas de la población están los faltantes de pollo en las bodegas, un asunto que se las trae y muy sensible en medio de un escenario en el que el Estado cubano hace malabares para asegurar la alimentación y la distribución equitativa de un producto que procura garantizar a todos por medio de la canasta familiar normada.
Control y verificación, en muchas ocasiones los productos que con mucho sacrificio son destinados a las familias cubanas, desaparecen en el entramado proceso de distribución, lo mismo en las bodegas que en los mercaditos y en las denominadas tiendas de las cadenas, que se asignan productos y al final no alcanzan algunos núcleos familiared y la respuesta del administrador es que faltó el producto total.
MIENTEN. SE NECESITA VERIFICACION Y CONTROL POR ORGANISMOS DE LA ADMINISTRACION CENTRAL DE LA PROVINCIA O UN CONTROL DE LA FISCALÍA, pues esos son los productos qur luego vemos en el mercado informal, como los pomos de aceite de un litro a 700 cup, muy alejado de los menos favorecidos con bajos ingresos.
VEREFICACION Y CONTROL, QUE ESTOS DELINCUENTES ESTAN AYUDANDO AL ENEMIGO A CREAR DESESPERACION Y ANGUSTIA EN EL PUEBLO.
Que falta de respeto al consumidor ,en especial al pueblo trabajador ,ese MINCIN da pena ,parece una mafia y que tenga claro nuestra destacada periodista que esto no solo ocurre con los cárnicos ,este tema va más allá con todos los productos que se ofertan en las famosas bodegas y lo peor no se ve una sanción ó una explicación lógica que satisfaga al consumidor.
¿Que pasaría si esto fuera a la inversa?¿Se imaginan? , Me explico , si nuestro querido y respetado galeno mencionado aquí dejara de atender a pacientes en su consulta , los dejara de operar ,no cumpliera con su juramento hipocratico ? ; Otro gallo cantaría.