En el proyecto cubano del Código de las Familias convergen hoy la agenda pública, la mediática y la política. El debate se ha desatado en las redes sociales, en Cuba y desde fuera de ella. Paralelamente a esta explosión virtual, inició desde el 2 de febrero la consulta popular en Sancti Spíritus, donde se realizarán asambleas en más de 3 000 puntos hasta el 30 de abril próximo.
Como parte del proceso, en cada encuentro se contará con la presencia de juristas y estudiantes de la carrera de Derecho, encargados de esclarecer cualquier duda relacionada con dicho proyecto.
En declaraciones a la prensa, Neysa Muro Ríos, presidenta del Consejo Electoral Provincial, destacó que la población puede incluir eliminación, modificación, adición, dudas u opiniones acerca del nuevo proyecto, incluso, emitir criterios por vía escrita o digital, opiniones que, en cada caso, serán recogidas textualmente y sin someterse a votación.
Algunas opiniones extremistas apuntan a que, pese a la consulta, luego de que esta concluya, el código prácticamente no será modificado, pero ese cronograma que no coincide con el que han anunciado las autoridades electorales cubanas.
¿Por qué? Pues porque la consulta popular analiza la versión 24 del proyecto, aprobada en diciembre último por los diputados cubanos, para que, posteriormente, las propuestas que se deriven del proceso sean consideradas por la Asamblea Nacional, encargada de aprobar una nueva versión que luego será sometida a referendo popular.
En Escambray siempre hay espacio para tu criterio. Fíjate si es así que como una especie de termómetro posicionamos desde hace varios días una encuesta con la siguiente pregunta: De los temas incluidos en el proyecto de Código de las Familias, ¿cuáles considera más polémicos?
El primer lugar lo ocupa, con el 38 por ciento de los votos, el matrimonio igualitario, y en el segundo se ubica el cambio del concepto de Patria potestad por el de Responsabilidad parental.
Dicho porcentaje coincide con la percepción en torno a las críticas sobre el matrimonio igualitario que ciertamente ha ocupado durante meses el análisis de los cibernautas, sin embargo, la concepción del niño como sujeto y no como objeto de derechos está ahora mismo en el centro de la polémica virtual.
Escambray abrió el debate en torno a este trascendental asunto, emparentado con el también polémico concepto de autonomía progresiva. Si quieres exponer tus criterios te invito a La columna del navegante: ¿Somos dueños de nuestros hijos?, la cual puedes encontrar en nuestra web.
Hacia la opinión y el análisis de los cubanos nos conduce el código de las familias. Espero que no seas de lo que se dejan conducir por el post agresivo de alguien que, seguramente, tampoco se ha leído ni una página del código. No opines a partir de la versión que construyó otra persona sobre esta norma legal, búscala, repásala y luego tendrás sustento para la réplica.
Desde la cobija de las condiciones que establece el periódico este plantea publicar o no criterios si esto o lo otro, y se reserva derechos, sin embargo la opinión que tenga divergencias a lo que plantea las llama de opiniones irresponsables, o sea, tener otro criterio, otra manera de plantear, no estar de acuerdo, modificar, pensar diferente, es ser irresponsable, y por supuesto, en los últimos cinco escritos que se han realizado sobre como se ve el código de la familia si no estás de acuerdo, dicen, que merece una opinión responsable….pues pido abrir una interrogante…plantear una idea para que trabajen los periodistas escribiendo sobre….El código de la familia, la disponibilidad y la inflación en Cuba…tres temas que tienen los pelos de punta al cubano.
Moderador, en estas palabras no hay nada ofensivo.
Gracias.