El día que escuchó la primera canción sintió una fascinación. Marcó un punto de giro en su corta historia de vida. Melodía a melodía Jorge Enrique Pérez Martínez —bautizado en los escenarios como Yestacony— ha crecido como rapero, expresión musical que llegó a él como tabla salvadora.
“Estudiaba entonces en el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas, Valdimir I. Lenin, de La Habana cuando descubro a los raperos norteños y eso me llamó la atención. Nació allí una frase que me acompaña: la música no hay que entenderla, hay que sentirla. Imagínate, no sabía nada de inglés. Era un topo —como se dice popularmente— con el idioma. Pero, el deseo de comprender lo que ellos decían con ritmo me hizo estudiar inglés y practicar el rap, ambos de forma autodidacta. De hobby, eso último se convirtió en parte de mi vida”.
Un sentimiento que ha sentido de cerca Jatibonico, la casa a donde regresa siempre y donde ha compartido junto a la capital del país —por residir la familia paterna— sus 34 años. También lo conoce Sancti Spíritus, tras disfrutar de sus composiciones.
“Soy nieto de Manolo Martínez, el vocalista del combo Los Lisonjeros, proyecto que durante mucho tiempo puso en alto el nombre del municipio de Jatibonico. Desde edades muy tempranas sentí gran sensibilidad por todas las manifestaciones artísticas”.
Es esa la semilla de la carrera de este Ingeniero Industrial, egresado de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, quien ha logrado colocarse entre los raperos más reconocidos en el pentagrama nacional.
“Para mí el rap es un virus musical que sencillamente no tiene cura porque está presente en la mayoría de los géneros musicales. Por eso es que me gusta. Te permite decir lo que sientes a una mayor velocidad. Nos obliga a bañar a los públicos con metáforas, analogías, buenas tallas, como se dice en el argot popular.
“No tengo un referente musical específico. Me gusta mezclar mi rap con otro género, fusionarlo, y para ello tengo que escuchar bastante música. Pero me nutro principalmente de mis propias ideas locas.
“La improvisación es una competencia intrínseca en la mayoría de los raperos. En mi caso particular, hablando humorísticamente, estoy frito, asado en eso. Compongo, no solo rap sino salsa, bolero, chachachá, merengue. Las musas llegan solas. A veces me despierto de madrugada y me levanto rápido y grabo en el celular la melodía. Luego, construyo la letra”.
De esa constancia han nacido ocho demos y otro puñado de canciones. Una ardua labor que acaba de merecer el mayor de los premios: integrar la nómina de las 130 nominaciones de la XXV Feria Internacional Cubadisco 2022, a celebrarse del 14 al 22 de mayo.
“Todos han sido grabados en home studio como decimos cuando no son con disqueras. Ninguno ha tenido la intención de formarse aunando temas por hacer un álbum, sino que han sido pensados con una idea, un concepto. Escenario de saliva, por el que recibí la nominación en la categoría de Hip-Hop, no es excepción; responde a mis inicios y derrocha cubanía.
“En esa producción pueden encontrar buena música, algo casi extinto dentro de las expresiones melódicas urbanas de nuestro país porque soy bastante exigente a la hora de componer. Además de bailar, apuesto por hacer que el público piense cuando escuche las críticas sociales, los temas románticos…
“Siempre quise participar en el Cubadisco, la fiesta más grande del disco en Cuba. Una amiga me mostró cómo era la vía para enviar la propuesta y desde el 20 de abril, cuando me llamaron para decirme que estaba nominado, ando muy feliz. Han sido todos muy amables”.
Definitivamente, ya el ser nominado entre lo que más vale y brilla del pentagrama musical del país resulta un verdadero premio para Yestacony —miembro de la célula de Jatibonico de la Asociación Hermanos Saíz (AHS)— como para el resto de los artistas, consagrados unos, noveles otros. El fin es legitimar las mejores producciones de Cuba.
“Admiro mucho de la AHS que no busca masividad entre sus asociados, por lo que en el gremio hay mucho talento. Gracias a ella soy profesional desde el 2015. Tres años antes, mi entrada me la dio Yosvel Martínez, director de la banda de rock jatiboniquense Cancerbero, y desde entonces todo mi camino lo he transitado en ella. Con respecto a Escenario de saliva solo espero del público que la escuchen y piensen”.
Yo no soy muy entendido así q alguien podría explicarme cuánta cubania derrocha ese Escenario de saliva?
Excelente artista con una propuesta novedosa ejemplo de consagración y esfuerzo, te he visto crecer y ya todo un profesional. Felicidades!!