Cuando la sirena despabiló a la ciudad al filo del mediodía de este viernes y las máquinas reposaron finalmente, en la Empresa de Cigarros Juan D. Mata Reyes todos se fundieron en un abrazo que cristalizó el cumplimiento del plan operativo de esta industria, con más de un siglo en funcionamiento y una vitalidad envidiable.
La cifra materializada —825 millones de cigarrillos negros marca Popular, que equivalen a 41 millones de cajetillas— responde a un reajuste del compromiso inicial a nivel del Grupo Empresarial Tabacuba ante la inestabilidad en cuanto al surtido del papel de envoltura que se importa desde España, lo cual paralizó el proceso productivo en las cuatro industrias cubanas destinadas a garantizar el consumo nacional.
El colectivo de la centenaria fábrica es, sin duda, el protagonista de estos resultados y así lo confirma a Escambray Javier Dapia Mederos, director técnico de la empresa sureña. “Cuando se explicó la necesidad de recuperar los atrasos, la respuesta fue muy positiva. Aquí se ha laborado todos los sábados e, incluso, los trabajadores donaron sus vacaciones de agosto y ahora los 10 días correspondientes a diciembre para cumplir su compromiso”.
No es de extrañar entonces que el Consejo de Dirección despliegue diversas iniciativas para estimular a los 134 trabajadores, de los cuales 86 se encuentran directo en la producción. “Los sábados no laborables, al concluir la jornada, organizamos diferentes ofertas gastronómicas y actividades culturales”, agrega Dapia Mederos.
Tras la parada que se extendió por 46 días, la Juan D. Mata Reyes logró estabilizar su ritmo productivo gracias también a la experiencia del departamento de Mecanización, donde se alivian los achaques del añejo equipamiento.
“Es una tecnología antigua, pero noble —asegura Miguel Borges González, jefe del departamento—. A ello se suma el conocimiento y la capacidad de innovación de quienes integran esta área. Cuando falla algún equipo se reúne el colectivo, cada cual aporta su idea, se realizan los estudios y las pruebas con más de una solución. Tratamos de incidir siempre sobre la causa del problema”.
Fue así que las seis máquinas de fabricación y tres y media de envoltura en el área de acabado respondieron, a pesar de que el papel de envoltura no es el idóneo ni tampoco el pegamento; sin embargo, la empresa trinitaria —la más antigua del país y también la de menores volúmenes productivos por su capacidad instalada— es la que menos interrupciones reporta durante este año.
Así, este pitazo final anuncia un merecido descanso y un mantenimiento profundo a la industria. El 2023 llegará con nuevos desafíos productivos y una noticia que ya muchos esperan: ratificarse como la mejor empresa cigarrera del país.
Si se cumplió el plan , ¿ Dónde están los cigarros? ¿Debido a que se debe la escaces que ha disparado el precio de lo de cigarros?