El Día de las Madres deviene jornada para celebrar el amor de quienes dieron a luz y pusieron su amor y protección incondicional en los hijos.
El segundo domingo de mayo en Cuba también es la fecha para agradecer a aquellas mujeres que, sin haber engendrado, criaron y velaron por el bienestar de un pequeño: tías, hermanas, cuñadas, vecinas, primas… los cubanos conocemos las que se han ganado un sitio en el pedestal de la maternidad espiritual.
Mas, VisionEs dedica el homenaje a las abuelas. Muchas veces nos preguntamos: ¿Cómo logran ser tan incansables? Después de haberse desprendido de sus propios hijos, vuelven a empezar: y vuelven sus manos a bajar fiebre, con el paso un tanto más lento, regresan otra vez a las reuniones de padres, exigen por las obligaciones escolares, y aman con ese delirio que solo las abuelas entrañan.
Las abuelas siempre saben cuando sus nietos tienen hambre, no han dormido bien, quiénes son los amigos más confiables, las modas que mejor les quedan y los amores que más se han querido. Las abuelas no saber decir que no ante los más insospechados antojos. Saben, sí, cuidar y sobreproteger.
Ellas, que quizás vivieron con prisa su amor de madres porque las circunstancias le fueron adversas, comprenden que esos nuevos hijos que la vida regala deben saborearlos mejor, entonces jamás les darán la espalda, ni sabrán cómo despedirlos. Gracias a las abuelas que se quedan cerca hasta el final.
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