Nadie como Roberto Jiménez y su esposa Caridad, vecinos de la calle Brigadier Reeve, esperaban la llegada del cartero que desde hace años les entregaba en su propio domicilio la prensa, les pagaba la chequera y les cobraba el teléfono y la electricidad. Ellos son clientes habituales del correo conocido como Zona 1, en la ciudad cabecera espirituana y ahora lamentan que desde hace más de tres meses les suspendieron esos servicios.
La situación se torna crítica, toda vez que en la propia unidad de correo, de 14 carteros en plantilla, dos trabajan en la zona rural y quedan activos solo la mitad, el resto causó baja por motivos migratorios y hasta hoy no existe una solución al asunto que tanto afecta el servicio conocido como Puerta a Puerta.
Alejandro García Pentón, director de la Unidad Zona 1, expresó a Escambray: “El último de los carteros que abandonó su puesto de trabajo dejó sin servicio a más de 730 suscriptores de la zona de Garaita, la más grande de las subordinadas al centro, por lo que se nos ha vuelto muy difícil poder contratar un nuevo personal para que atienda estas funciones”.
Cada viernes —según alega el directivo—, se personan en la Dirección Municipal de Trabajo a fin de proponer las plazas vacantes a quienes se interesen y reúnan los requisitos para ocuparlas, pero los pocos aspirantes no cumplen con algunos de los requisitos que se exigen para ejercer esta actividad.
Recordemos que desde hace años los carteros se convirtieron en una especie de económicos ambulantes, al tener que operar con altas sumas de dinero para pagarles en sus propios domicilios a los jubilados, pensionados o beneficiados por asistencia social o para cobrar el importe de electricidad o del teléfono, portear giros, entre otras prestaciones, lo que, sin duda, no puede hacer ninguna persona que no tenga, al menos duodécimo grado y los conocimientos elementales para llevar el control del efectivo y a su vez realizar la entrega y la recaudación de la prensa, además de los bultos postales nacionales e internacionales.
Debido a esta problemática, al cierre del mes de junio la cifra de suscriptores afectados ascendía a 3 000, de los más de 6 000 clientes que asume esta unidad. También existen varias áreas no servidas en la ciudad cabecera como el Reparto Escribano, Olivos III, Garaita, una parte de las calles Bayamo, Martí Norte, Remate y Brigadier Reeve, así como en las cuadras cercanas a la referida unidad de correos.
Por suerte, los dos carteros rurales que atienden las zonas de La Trinchera, Carretera de Zaza, IPVCE, la Delegación del Minint, Managuaco, Dos Ríos, Vega Grande, Palma, El Bejuco, San Andrés, La Junta, Las Yayas y el Entronque de Guasimal, entre otras, continúan trabajando y visitan esos lugares una vez por semana ante el déficit de combustible.
Pero, a pesar de los múltiples intentos por contratar nuevos carteros, no ha sido posible, entre otras razones por los bajos salarios, unos 2 600 pesos al mes; la falta de condiciones laborales como bicicletas que sean apropiadas para desplazarse de un sitio a otro y, en el caso de las que aún funcionan, tienen serios problemas con las gomas. También la falta de medios de protección como capas y calculadoras.
Enrique Bernal Valdivia, director general de la Empresa de Correos en la provincia, asegura que se trata de un problema coyuntural que solo se presenta en la unidad Zona 1 de esta ciudad cabecera, en tanto dijo que el tema de la remuneración salarial no es la principal causa por la que no se interesen más personas por ocupar estas plazas vacantes, pues los carteros, además del salario escala, tienen otros beneficios que pueden contribuir al incremento de las mensualidades, al punto de que hasta hace dos meses algunos llegaron a cobrar entre 8 000 y 9 000 pesos, por pagos adicionales.
“Nuestra empresa ha tenido que visitar a muchos suscriptores —alega Bernal— para explicarles las razones de la suspensión del servicio en sus hogares, inclusive orientamos que hasta tanto se resuelva el problema ellos están en el derecho de aplazar el contrato o si se trata de los que residen cerca de la Unidad de Correos, pueden acceder a la misma en busca de la prensa y de los restantes servicios.
“Las gestiones se han hecho a muchos niveles, el problema lo conoce el Gobierno y otras instituciones del territorio, al punto de que hemos solicitado fuerzas del Ejército Juvenil del Trabajo para vincularlas a ese servicio, pero los intentos han sido en vano.
Lo cierto es que el asunto está sin solución y los miles de suscriptores afectados en Sancti Spíritus siguen sin recibir el acostumbrado servicio del cartero o lo peor es que muchos no pueden acudir a las unidades de Correos o a otras destinadas a realizar estos trámites porque son amas de casa con limitaciones de movilidad o personas que cuidan enfermos, incluso, ancianos que no deben andar solos por las calles; por lo tanto, Correos transita por la senda de las insatisfacciones y sin una solución hasta ahora.
Productividad! Cuando esto ocurre en cualquier industria hay que revisar el diseño del proyecto. La actividad de Correos es prioritaria en cualquier país. Motos eléctricas, por ejemplo, pueden aumentar la productividad y hacer el servicio más eficiente.
En extinción está todo en Sancti Spiritus. El Reparto El Naranjal de Cabaiguan. Oficialmente conocido como Pelayo Cuervo. Llega más de un mes sin que recojan la basuras. La gente dice que la van a tirar para el medio de las calles. No hay combustible pero los jefes no se bajan de sus carros. Todo esto lo sé porque me llamaron desde Cabaiguan mis hermanas.