Como en sus buenos tiempos de receptor, Eriel Sánchez León se afinca el parapeto. Anuncia una pose defensiva, listo para recibir cualquier lance, incluso aquellos que intentan moverlo de su centro.
Lejos de las decisiones que le hicieron ganar o perder, fuera del ojo del huracán de la Serie 61, acepta el diálogo con Escambray. Ostenta ya el bronce que, de nuevo, se matizó con unos Gallos que repitieron historias pasadas. Pero él le ve su propio color.
“La actuación del equipo fue excelente, estoy muy contento y, dentro de lo que cabe, muy satisfecho por el resultado, uno puede sentir que pudimos haber hecho más, pero ahora más tranquilo y analizando en frío todo, creo que fue un excelente trabajo”.
¿Es conformismo porque crees que no tenían para más?
Nunca me conformo con un resultado que no sea el máximo, pero estoy agradecido y contento de que se hizo un mejor trabajo, se avanzó del quinto lugar del año pasado, teniendo en cuenta las dificultades, sobrecumplimos las expectativas del equipo y la provincia, nos hubiese gustado discutir y ganar la serie, pero no puedo decir que esté inconforme; desde el conformismo nadie podía pensar: “Este equipo está para discutir el oro”. Sin embargo, hizo que la gente soñara y pensara en la posibilidad de discutirlo, se dejó un buen sabor, analizamos que de 11 partidos en play off, de verdad perderlos, perdimos dos: el segundo frente a Pinar del Rio, que nos apabullaron, y el último frente a Matanzas, que nunca pudimos empatar; los restantes los estuvimos ganando, por dos y tres carreras en el séptimo u octavo inning, o sea, fue un equipo que guerreó, no se conformó. No nos compete buscar culpables, no ganamos, pero no vamos a decir ni por qué, ni por quién, nos queda analizar para trabajar y limar cosas que nos pudieron haber faltado.
Fue un equipo ante Pinar y otro ante Matanzas; rompieron un fantasma, pero les apareció el de siempre…
No, solo tuvimos un contrario diferente, repito que el peor enemigo del equipo somos nosotros mismos. Seguimos con la misma combatividad, hicimos cambios, jugadas, pero tuvimos un elenco al frente que supo ir a la contrapartida, supo hacer las carreras, tuvo el batazo que hacía falta. No creo en fantasmas, eso es si hubiesen sido cuatro derrotas apabullantes, o un equipo desmoralizado, sin carácter, pero no fue así porque si no, no le ganamos a Pinar; perdimos buscando la victoria ante un equipo mejor conformado, si miras jugador por jugador en cada posición, nadie podía vaticinar de que podíamos ganarle, pero demostramos que podíamos, no justifico, pero no vi que el play off fuera un fantasma.
El saldo final fue el mismo de cuando eras atleta. ¿Perdieron solo porque Matanzas fue superior? ¿No cometió Eriel ningún error?
Son análisis internos que debemos hacer, no nos toca exponer al público si faltó esto o lo otro, hicimos lo que creímos necesario para ganar un juego, pero no nos salió. Si habría que culpar a alguien, que sea yo: si no quité a alguien, si no puse al debido, si traje a quien no era, si me demoré… Cada cual tiene su punto de vista. Te digo que se hizo con el análisis de un cuerpo de dirección. Un director tiene que tomar decisiones en fracciones de segundos y no sabe si va a salir bien o mal. Por eso lo asumo, fue con la mejor fe y disposición de que saliera bien porque lo que más quiero es el triunfo de mi equipo.
Psicológicamente, ¿dónde se derrumba Sancti Spíritus?
No veo derrumbe, son juegos de béisbol; a lo mejor con Pinar del Río se hicieron cosas más malas que con Matanzas, decisiones, jugadas, pero se ganó y nadie cuestiona. Jugamos igual; Matanzas tuvo un jugador que hizo la diferencia: Erisbel Arruebarruena, no solo por los batazos que nos dio, sino por las jugadas que nos hizo y nos hizo daño, ese liderazgo motivó más a su equipo, pero jugamos de tú a tú.
Insistir con Arruebarrena, ¿decisión de Eriel o del pitcher?
Erisbel Arruebarruena hizo la diferencia, no solo por los batazos, sino por las jugadas que nos hizo. En un momento todo se valora y uno toma decisiones. Con él, hicimos cuatro variantes: dos de boletos y dos de lanzarle; en las bases por bola, Duque nos impulsó carreras contra zurdos y en las que le picheamos, en una nos dio jonrón y la otra falló con rolling a tercera, en el jonrón ponerlo en primera era la del gane. En fin, son estrategias que uno hace a partir de estadísticas y probabilidades, lo que a veces salen mal, como director tienes que arriesgar y lo único que puede pasar es un jonrón y es lo que menos sucede; entonces, decides: vamos a pichearle. Otros con mucho respeto me cuestionan en la calle, con Pinar lo de lanzarle a Saavedra, a León; son jugadas riesgosas y muy analizables después que ya pasaron.
¿Qué hace un director cuando un pitcheo que le queda en primer lugar en la fase regular, de pronto no le funciona en un play off?
Analizar qué condiciones y características y cualidades tiene su pitcheo. En la fase regular estaba diseñado que Socarrás hiciera lo que hizo; Santos también, por ser un lanzador en ascenso, Ariel Zerquera y Alex Guerra eran algo no esperado, uno por un ser joven y el otro por la poca participación; en los de relevo, Duardo y Mauris lo hicieron bien y uno tiene que confiar que hagan ese mismo juego después. Frente a Pinar se nos dio la posibilidad de que Socarrás nos tirara tres partidos y lo hizo con creces, Santos no nos pudo hacer el trabajo, no pudimos apelar a Alex Guerra por una lesión en un dedo e intentamos con Zerquera todas las posibilidades de abrir, de relevar y era fuerte pedirle más después del excelente trabajo en la fase clasificatoria. Con los relevos tuvimos nuestras dificultades: José Luis Braña no estuvo bien en la fase regular, sin embargo, en los play off mantuvo la moral y la vergüenza del equipo, no solo por los resultados sino por la actitud, al ver las dificultades internas tuvo la disposición de pedirme la bola. Es difícil al ver que no se está haciendo lo mismo en una parte y en la otra, es como para volverse loco, pero por eso se buscan alternativas y así se pueden cometer errores.
¿Hubo errores de concentración? ¿A veces el equipo no espera que solo sean Mendoza y Cepeda los que den el batazo?
No quiero hacer análisis, mucho menos hablar de esos dos señores peloteros, que son mis amigos y excelentes personas que los quisiera tener siempre en mi equipo, no solo por el resultado sino por la disciplina, la comprensión y la ayuda que me han dado como director; pero no vamos a echarle la culpa a la concentración. Puedo decirte que, sin menospreciar a los demás, hemos estado en uno de los mejores años de trabajo psicológico, motivacionalmente el equipo estuvo excelente, vamos a hablar de lo que nadie quiere hablar y me voy a arriesgar a que me critiquen por esto: en el segundo juego frente a Matanzas, el del extrainning, vino nuestro señor pelotero, uno de los mejores de nuestro beisbol, nos levantó a todos con un batazo, y ahí creo que si el factor suerte nos ayudaba un tincito más, se iba de jonrón, y estuviéramos hablando de otra cosa. En fin, estuve en presencia de un excelente equipo que se creyó que podía ser campeón, había que verlos en el último juego, con caras que daban mucho de qué pensar de la vergüenza de cada uno, estaban muy dolidos y decían que se sentían con deudas. Les dije que no había deudas, que lo había dado todo, solo que no se pudo.
Todavía se comenta sobre si hicieron una celebración anticipada.
No lo veo así, todos los que clasificaron lo hicieron: Pinar del Río, cuando Villa Clara perdió, no estaban ni jugando, se agruparon y salieron las calles; lo hicieron Ciego de Ávila, Mayabeque, Granma. No celebramos con antelación, ni por haber terminado un trabajo, sino lo que hacía rato no celebrábamos: una conmoción de pueblo, de buena vibra, de calor y eso lo necesitan los atletas, aprovechamos un pueblo que nos estaba agradeciendo un resultado.
¿Se quedaron esperando ser recibidos en un parque vacío?
Sí, cuando cayó el último out le dije a la directora del Inder que lo único que quería era que reconocieran una medalla de bronce, meritoria, empezaron 16 en la arrancada y quedamos entre los tres que llegaron a la meta. Fue pobre el recibimiento en el parque, pero no culpo a nadie, son horarios de trabajo, otros no lo supieron, de lo contrario hubiesen ido, pero el grupito que estuvo fue bonito, nos llenó de fuerza el recibimiento en Rancho Hatuey con la Primera Secretaria de Partido y la Gobernadora. La Secretaria nos dijo: “Cambien esas caras, ustedes son ganadores de una medalla de bronce que vale mucho”.
Los Gallos tuvieron dos públicos…
Estoy muy agradecido de ver un “Huelga” abarrotado, años atrás recordemos que se llenaba cuando Maels Rodríguez lanzaba, o cuando jugaba Yulieski Gurriel, que halaba mucho público; ahora van a ver al equipo, si se van cuando empezamos a perder, cada cual sigue el béisbol a su forma y las derrotas son difíciles de afrontar, pero agradezco que pusieron el estadio a vibrar de bote en bote, con muchos pullovers naranjas, consignas, eso lo necesitamos.
Se dice que aspiras al equipo Cuba, ¿eso implicaría dejar a los Gallos?
Estoy aspirando al Cuba, no por creerme mejor, sino por el trabajo, creo ser merecedor como muchos en la isla de formar parte de esa dirección por cuatro años. Es, más que un estímulo, un compromiso, sería un resultado de los Gallos. Espero esas decisiones, que me llevarán a otras, no he dicho que me voy, ni que he terminado, no hay desagravio, vivo agradecido y orgulloso de mi equipo.
De seguir ¿qué inyección buscarías para que los Gallos salten el escalón que les falta?
Trabajar en lo que se hizo este año, confiar en que sí podemos, en que solo se alcanzan las victorias luchándolas, en no quedarse con reservas. No existen nombres fijos, sino hombres capaces de hacerlo para cambiar la historia. Tenemos el deseo de triunfar, la competitividad sana de querer ser mejores cada día.
Felicidades a los Gallos, un bronce fue un buen resultado, aunque creo tenían para más. A Eriel no lo creo elegible aún para la dirección del equipo grande, le faltan horas de vuelo, que lo desee está bien, pero que el mismo piense que debe ser elegido demuestra su inmadurez y poca visión
Equipo Cuba ???. No lo creo. Eriel esta iniciando su curva de aprendizaje como Director. Tiene a mi criterio que incorporar conocimientos de psicología aplicada a los grupos. Es su lado débil que se ha demostrado en la segunda fase de esta Serie. Un Director ganador en cualquier deporte tiene que ser antes que todo un formador , un pedagogo. Y ambos roles tienen una herramienta que es la PSICOLOGÍA.