Tras varios intentos de materializar un sueño de muchas personas, finalmente los retratos escultóricos, hijos del talento del espirituano Félix Madrigal, están en el Taller Caguayo, de Santiago de Cuba, de donde saldrán hechos en bronce.
“La covid y el cambio de moneda, porque las cifras no eran las mismas, nos pusieron un freno. Se debió esperar el mejor momento y, precisamente, no pudo ser otro que el cumpleaños 508 de la ciudad”, refiere su creador.
Durante los dos años más fuertes de la pandemia —cuando la palabra de orden era estar en casa—, Félix Madrigal volvió a una labor minuciosa sobre las figuras que honran a tres hombres que forman parte de nuestra memoria histórica: Serapio, Oscar Fernández Morera y Francisquito.
“Disfruté sobremanera el proceso de cada una. Es por eso que se percatarán de que están mucho más acabadas, detalladas. El rostro de Fernández Morera con sus espejuelos, las manos de Serapio y el reloj de Francisquito muestran imágenes con texturas más sueltas”.
Ya con ese trabajo realizado, bastó que se autorizara concretar el traslado de las piezas a la urbe santiaguera. Se trabaja allí sin descanso porque la fecha del cumpleaños está prácticamente al doblar la esquina.
“No están seguros de que las tres piezas puedan estar acabadas. Serapio sí saldrá. Se comprometieron a hacer un esfuerzo con Francisquito. Los tres rostros y las manos se trabajarán por moldeo a la cera perdida. Estaré presente, pues en el tránsito de yeso a cera pudiera hacer algún cambio.
“Cuando estén casi listas, retiraremos las emplazadas actualmente en el bulevar. Se trabajaría en el área del anclaje para cuando lleguen aquí sea solo fijarlas. He tenido el privilegio de estar en el taller santiaguero varias veces y siempre siento un extraordinaria acogida. Incluso, he podido compartir en fundiciones fuera de Cuba y aseguro que la de Santiago cuenta con tecnología de primer mundo”.
Para el reconocido escultor este logro ha sido posible gracias a la extraordinaria sensibilidad y respaldo de las autoridades del Gobierno y el sector de Comunales, quienes apostaron por un proyecto costoso en tiempos de estrecheces económicas.
“Que una ciudad cuente con obras de materiales con carácter definitivo es digno de destacar, pues hablamos del presente y futuro de una sociedad que perpetúa su memoria histórica. En el plano personal, estoy muy contento porque es mi aporte a Sancti Spíritus, mi mejor regalo. Ojalá y a partir de esta experiencia pueda avanzarse con otros anhelos como el retrato escultórico de Bulla Bulla, otro personaje popular espirituano, así como la estatua ecuestre de Serafín Sánchez”.
Sin duda, será toda una noticia el día que se emplacen las piezas en bronce en la céntrica galería de arte a cielo abierto, en el tramo más visitado del bulevar. Desde cada uno de sus recodos resistirán con total hidalguía al indetenible paso del tiempo, pero sin que los retoque el polvo del olvido.
Muy excelente comentario mi estimada Lisandra, más ahora que en pocos días ya será retirada la primera estatua y ésta será la de Serapio pues su moldeo en arena y bronce es ya una realidad. Gracias.