En un contexto que sigue marcado por la pandemia de covid-19, donde por las características propias de la etapa del año aumenta la transmisión de enfermedades como el dengue, otras respiratorias y diarreicas, el mayor reto del sistema de salud es mantener la estabilidad epidemiológica del país, lo cual requiere de la participación comunitaria e intersectorial.
“Hacerlo, además, en medio de la compleja situación existente con los abastecimientos para la producción de medicamentos, y la disponibilidad de insumos, es un desafío mayor”, afirmó ante los diputados de la Comisión de Salud y Deporte del Parlamento cubano el ministro de Salud Pública, doctor José Angel Portal Miranda.
La situación epidemiológica nacional fue uno de los temas que ocupó el debate de los parlamentarios, quienes recibieron una actualización detallada del comportamiento de enfermedades como la covid y el dengue, así como de otros padecimientos que hoy inciden en el cuadro de morbilidad de la población cubana.
Carilda Peña García, viceministra de Salud Pública, destacó que ya se cumplen 70 días consecutivos sin reportar fallecidos como consecuencia del SARS-CoV-2, en lo cual han sido determinantes el avance y los efectos de la campaña masiva de inmunización.
“El incremento de casos en las últimas semanas se asocia a la introducción en el territorio de la subvariante de ómicron BA5, si bien este aumento no ha tenido repercusión sobre casos graves, críticos y fallecidos. El mayor número de contagios se está reportando en menores de dos años”, puntualizó la especialista.
Peña García refirió que se han administrado más de 39 millones de dosis de las vacunas anticovid cubanas y que ha completado su esquema de inmunización el 90% de la población total del país. En la población vacunable, el porciento asciende al 97.7%, y al 84.1% en el caso de las dosis de refuerzo.
Portal Miranda recordó que hoy circulan en el país otros virus respiratorios, causantes también de enfermedades graves. La cuarta causa de muerte en Cuba es la influenza y la neumonía, dijo el ministro quien señaló que todos los pacientes en terapias intensivas se estudian para ver los virus respiratorios que tienen, lo cual permite afirmar que la covid no está llevando, prácticamente, a cuadros graves.
No obstante, nadie puede confiarse, porque esta es una enfermedad que puede generar fallecidos, y el riesgo sigue siendo real.
Comentó que este martes se presentó al grupo temporal un plan de medidas para reforzar las acciones de prevención y control del SARS-CoV-2, a punto de partida del ligero aumento de casos registrados, que si bien sabemos que no son todos los que puede haber, sí nos ofrecen la tendencia del comportamiento.
Recordó las medidas adoptadas como:
- Establecer el uso obligatorio del nasobuco en medios de transporte colectivos y círculos infantiles.
- Aplicar el segundo refuerzo a la población comprendida entre los 19 años y hasta los 49 años, con las vacunas aprobadas.
- Comenzar en el mes de agosto el primer refuerzo a los niños comprendidos entre los 2 años y 11 años con 11 meses.
- Estimular el uso del nasobuco ante la exposición a conglomerados de personas.
- Exigir por todas las autoridades correspondientes, el uso obligatorio del nasobuco en personas con síntomas respiratorios.
- Incentivar el uso de sustancias desinfectantes para las manos, así como disponibilidad de agua y jabón para el lavado de manos en centros de trabajo y estudiantiles.
- Mantener adecuada ventilación (preferente natural) en los locales donde se desarrollan actividades sociales.
Al referirse al virus del dengue, la viceministra apuntó que la tasa de incidencia de casos sospechosos de esa enfermedad creció en la última semana y que hasta la primera semana de julio se habían confirmado 3 306 casos, 591 menos que en igual periodo de 2021.
Ello está determinado por los índices de infestación del mosquito Aedes aegypti. Al cierre de junio se reportaban 21 505 focos del vector más que en igual periodo del 2021.
La viceministra de Salud Pública recordó que el índice para evaluar el riesgo entomológico, lo cual permite determinar seguridad, es inferior a 0.1. Es decir, la detección de un foco o menos del vector entre 1 000 viviendas inspeccionadas.
Para finales de junio, ese indicador se ubicaba en 0.67 en el país. Por encima de la media nacional están las provincias de Holguín (1.30), Camagüey (1.10), Pinar del Río (0.82), Santiago de Cuba (0.79), Villa Clara (0.78), Matanzas y Sancti Spíritus (0.76).
Esos territorios tienen, a su vez, los pronósticos más complicados en cuanto a la transmisión de la enfermedad.
Peña García informó que el 65.3% de los focos se encontraron en depósitos para almacenar agua y el 27% en depósitos artificiales, y que se reiteró la focalidad en el 31% de las manzanas que resultaron positivas al vector en el ciclo, lo cual indica muy baja percepción del riesgo de las personas a las que se les dijo en el mes anterior que tenían focos del mosquito dentro de sus viviendas.
“Alarma que se reportaron 1 313 centros de trabajos positivos al vector. Las provincias que aportaron el mayor número fueron La Habana, Holguín y Santiago de Cuba”, comentó.
La viceministra advirtió que, si bien en nuestra región geográfica hay circulación de zika y chikungunya, no hay reporte de casos de estas arbovirosis en Cuba, pero el riesgo está presente.
Recordó que factores que inciden en la proliferación del vector como el clima, la temperatura, los fenómenos El Niño y La Niña, la humedad y el cambio de régimen de las precipitaciones no se pueden modificar, “pero hay otros que sí, como la eliminación de criaderos en nuestro entorno”.
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