“Al periódico Escambray debo agradecerle que me forjó porque no solamente me dediqué a escribir”, dice Luis Rey Yero, pasados 43 años de haber sido testigo de uno de los nacimientos más esperados en Sancti Spíritus.
Frente a sus ojos resguardados por dos gruesos cristales se acumulan las horas de desvelo, mucho antes del 4 de enero de 1979 —fecha en que se registra su parto oficial—, de un novato colectivo soñando, cocinando, pujando un medio de prensa parecido a su momento. El olor a tinta y plomo. Las hojas inmensas de color carmelita. Los titulares de una punta a la otra del papel. Textos escritos de prisa. La génesis de lo que hoy el lector disfruta sentado desde casa.
“Aprendí de fotografía, a revelar rollos, imprimir, editar… Al graduarme me ubicaron en un preuniversitario en el campo a impartir clases de Literatura Universal. De periodismo sabía lo poco que escribía en Vanguardia. Pero Escambray me obligó a hacerlo todos los días y a hacerlo rápido”.
Cada jornada era un reto. Coberturas, dejar los apuntes gracias a las letras pesadas de las máquinas de escribir, intentar que las comas no se fueran de lugar, escoger la mejor foto tras el revelado… Rutinas que terminaron de forjar al joven delgaducho amante de todo lo que hiciera mover la vida cultural de Sancti Spíritus.
“La historia de este periódico en el 2021 tiene un antes y un después con la pérdida de Borrego, porque él logró posicionarlo como el mejor del país. Su éxito está en el equipo que formó y que hoy es responsable de mantener su calidad”, opina y con la última palabra toma un aire.
En su memoria se agolpan los dos primeros años de su estancia en su redacción, donde escribió de todo o casi todo: “No era momento de crear secciones especializadas”. Recuerda la premura y los eternos aprendizajes en los cierres de madrugada para que al otro día Sancti Spíritus se encontrara en sus letras.
Escambray arrancó con el espíritu principiante de su colectivo. Al andar cayó, se levantó, se acomodó, innovó, según los contextos.
“Luego, comencé atender el espacio dedicado a la cultura. Tuve la suerte de crear un equipo de colaboradores muy bueno. Escribían de temas específicos: cine, televisión, cultura popular, literatura… Salíamos a diario y para una persona era un poco difícil”.
En esas constantes búsquedas por lo noticioso, las historias de vida, el quehacer artístico, Luis Rey Yero tropezó de frente con su verdadera vocación: “Estoy al servicio de los artistas espirituanos. He hecho labores de investigador, crítico de arte, curador… Pero mi objetivo fundamental es dar a conocer la cultura espirituana.
“Promuevo mucho a los jóvenes talentos. Sancti Spíritus tiene la virtud, al menos en las artes visuales, de tener una cantera de creadores muy buena. Casi todos los días salen nuevos. Claro, no dejo a un lado los clásicos, quienes han sentado cátedra y son íconos como Antonio Díaz, Luisa María Serrano (Lichi), Juan Andrés Rodríguez Paz (El Monje)”.
Un ejercicio de sacerdocio que, además de textos especializados vio su clímax en el Diccionario de las artes visuales espirituanas, una compilación de alrededor de 90 artistas nacidos aquí y quienes contribuyeron a nuestra cultura.
“Me siento satisfecho de haberme rodeado de gente buena y, por tanto, he sentido la necesidad de reciprocar esas noblezas dándolos a conocer. Reconozco que soy un poco aldeano vanidoso y por mucho tiempo escribí para aquí. Hasta que un día mi amigo Maikel Rodríguez me invitó a publicar en la Revista Arte Cubano. Luego, Fernando León Jacomino, actual viceministro de Cultura, me convocó hacerlo en La Jiribilla. Así comencé a expandir la promoción de los buenos espirituanos, de modo que ha sido una satisfacción personal porque contribuyo a ubicar, jerarquizar a los artistas que se lo merecen. Quizá haya cometido algún error al silenciar a alguno porque no he visto su capacidad como creador. Pero si me doy cuenta, rectifico”.
¿Al ejercer la crítica se camina sobre el filo de una navaja?
“Ejercer la crítica es un oficio ingrato en el sentido de que no todo el mundo recibe los señalamientos y observaciones de igual forma. Puedo equivocarme, pero he venido preparándome para que poco a poco esos sucesos sean menores. Abuso bastante del sentido de la sensibilidad para acercarme a una creación. Es una labor que tiene sus riesgos y ventajas, pero me voy siempre por la parte positiva. Forma parte del periodismo que roza constantemente con aspectos peliagudos y conflictivos”.
Acostumbrado Luis Rey Yero a firmar los materiales periodísticos tanto en Escambray como en su suplemento cultural Vitrales, apostó por asumir la responsabilidad de ser vicepresidente del Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
“Estoy muy agradecido de formar parte de esa prestigiosa organización y a ella le debo el haber podido lidiar con todo lo que implica realizar la Maestría en Historia del Arte y luego el Doctorado en Ciencias del Arte, en La Habana”.
Una superación constante que también se vuelca en las aulas…
“Esa es mi otra línea de trabajo. Imparto clases en la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez. El magisterio me satisface, es muy agradable que te encuentres a un exalumno y te llene de elogios. Uno dice: al menos he servido para esa persona”.
Al estilo de un caballero medieval se le encuentra siempre a Luis Rey Yero, sumergido entre lo más actualizado de las artes visuales y el séptimo arte. Esta última pasión legada a su hijo en aquellos días en que las horas no encontraban fin en las salas oscuras, cuando el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana los movía a visitar la capital. “Él es lo que no pude ser: cineasta. Me he dedicado a la crítica. Su entrega, talento y trabajo me llenan de satisfacción y me confirman que hay una continuidad. Ya rebasé los 70. No sé cuántos años más pueda estar por aquí. Pero estoy feliz porque dejé mi semilla”.
Palabras de encomio para este gran letrado, muy merecidas por su gran talento y dedicación al mundo de las artes visuales y del séptimo arte también, y su gran legado dejado a su queridísimo hijo.
Muy acertadas e inteligentes respuesta de este caballero a la entrevista recibida de ESCAMBRAY!!!